Tecnología acorta las brechas para personas con discapacidades

OrCam MyEye2
OrCam MyEye2 permite leer texto, identificar objetos y entregar direcciones a los usuarios. Crédito: Orcam.

Lectores de texto, dispositivos de transcripción o aparatos de guía GPS son algunos de los artículos que buscan ayudar a este sector de la población y que, en determinadas ocasiones, se privan del acceso a la información, entre otras cosas.


No hay dudas que la tecnología avanza todos los días. Desde nuevos dispositivos, aplicaciones, artículos inteligentes para el hogar, entre otros tantos, se suman constantemente y crean nuevas brechas no esperadas. Pasando por la generacional, como cuando un adulto mayor no sabe utilizar un computador e incluso opta por aislarse, hasta la de las distintas discapacidades físicas o sensoriales. Para suplir esa carencia en el mercado, algunas empresas han salido a buscar a ese público, para entregarles herramientas en un mundo que avanza en esa dirección.

Hace unas semanas, la distribuidora local Citytime trajo a Chile el más reciente desarrollo de OrCam Technologies. OrCam Read, en un formato similar a un lápiz, permite captar todo el texto presente en una superficie a través de tecnología láser e inteligencia artificial (IA) y transformarlo en audio. Por ejemplo, en el caso de un libro, uno de los rayos captura toda la página, mientras que el otro sólo el párrafo seleccionado. Como el dispositivo tiene sistema bluetooth, el sonido puede ser reproducido a través de audífonos inalámbricos.

Según Daniel Grinspun, gerente general de Citytime, buscan suplir la carencia local en el mercado de recursos para la población con discapacidades visuales. “A través de estos dispositivos se le permite mejorar notoriamente la calidad de vida a este sector, además de la capacidad de tener mayor independencia y acceso a la información del entorno”, afirma el empresario.

Orcam Read
Orcam Read permite que usuarios con discapacidades visuales y dislexia puedan escuchar un texto. Crédito: Orcam

El segmento al que apuntan, especifica, es uno de los más dejado de lado por las distintas áreas de la sociedad. Es algo muy notorio, acusa, porque son muy pocas las firmas que desarrollan, incluso a nivel internacional, implementos o tecnología enfocada a este sector. “Es siempre muy acotada la lista de empresas”, afirma. A esto se suma que “tampoco hay apoyo estatal para la compra de equipos que vayan a suplir las necesidades de esta población”, y Grinspun ejemplifica con que en Alemania estos artículos son entregados sin costo por las entidades de salud estatales.

El costo puede ser, en algunas ocasiones, un impedimento cuando un usuario quiere comprar uno de estos dispositivos, y el ejecutivo afirma que son una inversión para quien los necesite y no un mero aparato. “Hoy día, con la mayor longevidad de la población, cada vez están siendo parte normal de los requerimientos de una familia”, apunta.

En Latinoamérica hay poca inversión en I+D, dice el empresario, y las universidades y empresas no se enfocan en desarrollar productos de nicho. “Se dedican a sectores mainstream o vinculados a la minería, que es la principal industria local y no hay industria de desarrollo tecnológico –sobre todo en IA y visión asistida–”, plantea. Además del dispositivo Read, comercializan también los MyEye y MyReader2, que se ubican en un costado de los anteojos y que están orientados a ayudar con la lectura e identificación de objetos a aquellos que tengan discapacidades visuales.

Pasos guiados

Otra de las iniciativas que surgió recientemente viene de la mano de la firma japonesa de automóviles Honda. En 2017 la nipona comenzó con Ignition, una subsidiaria de investigación orientada a crear nuevas empresas e impulsar startups. De esa instancia surgió recientemente la compañía Ashirase y, para conmemorarlo, mostraron en junio el que será su primer producto: un dispositivo GPS de nombre homónimo, que será utilizado al interior del calzado y está orientado a personas con discapacidad visual. El aparato, que debe ir en cada pie, funciona con un sistema geolocalizador que le avisa al usuario, a través de vibraciones, hacia dónde debe dirigirse. Si debe ir hacia la izquierda, por ejemplo, esa zapatilla vibrará.

La idea del dispositivo, explicó el director ejecutivo de Ashirase, Ayumu Chino, es reducir los peligros para las personas con discapacidad visual y entregarles mayor independencia en la ciudad. Para reducir las posibilidades de accidentes en cruces, por ejemplo, los aparatos le avisarán al usuario cuando está cerca de una esquina o semáforo y le pedirá detenerse. Además, en el caso de tener que girar, también le advertirá, solicitará frenar y el gadget se regulará nuevamente. Eso sí, para poder iniciar cada recorrido, previamente se tendrá que ingresar a la aplicación móvil la ubicación de destino. La compañía espera poner a la venta este artículo a principios de 2023.

Ashirase Honda
El dispositivo GPS Ashirase permite a los usuarios seguir una ruta a través de la vibración de sus pies. El aparato se inserta al interior del calzado y se utiliza con una aplicación de teléfono móvil. Crédito: Honda

El mundo de los teléfonos inteligentes pareciera ser uno de los más complejos al momento de hablar de discapacidades visuales. Al tener grandes pantallas táctiles, el braile o señalizaciones que antes habían en los equipos con botones ya no existen. Dada esta problemática, han aparecido diversas aplicaciones que ayudan, leen o guían en pantalla a los usuarios y buscan eliminar la brecha digital. Incluso compañías como Google o Apple han pensado esto e integrado aplicativos que pueden combinarse con dispositivos especiales, como teclados bluetooth como el “Hable One” u otros.

“La tecnología, cuando está bien realizada, no discrimina ni genera prejuicios, permite eliminar las brechas y generar oportunidades”, plantea Matías Poblete, presidente de la Fundación Chilena para la Discapacidad. Según comenta, de acuerdo al más reciente y único estudio del Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS), para 2015 el 20% de la población adulta de Chile era discapacitada y un 16,7% lo era a nivel nacional.

El también educador diferencial, que vive con una ceguera que le permite ver solo el 3%, dice que la tecnología ha ayudado a la población discapacitada en el contexto de pandemia, debido a que gracias a esta pueden conectarse con su entorno. En el caso de una videollamada, afirma que es provechoso que existan artículos que permitan verbalizar el entorno. “Hoy día toda la nueva línea de Apple viene con lector de pantalla, sistema de listado, aplicaciones para gente con discapacidad visual y ahí te das cuenta que hay tecnología pensando en todos”, afirma.

Hay algunos sitios web, asegura, donde se añaden opciones de agrandar texto o cambiar el contraste, pero a quienes requieran de esas opciones les costará mucho encontrarlas. “Pero si se pensara en todos y lo tuviesen desde antes, no habría que andar complicándose con eso y todos podríamos usar estos artículos o sitios”, dice él. Pero no son solo las discapacidades visuales, sino también las auditivas o motrices y hay tecnologías específicas para esos sectores. Por ejemplo, existen artículos y aplicaciones que permiten transcribir un conversación o clase, como hace Transcripción Instantánea de Google. “Quizás no tienen la precisión ortográfica total, pero las ideas para procesar la información sí están”, apunta, y añade que también se están haciendo desarrollos para traducir en lengua de señas.

“El Estado tiene el deber de entregar más ayudas técnicas para todo tipo de discapacidades, que eliminen las brechas para el acceso a la información y hacer más que todo lo que ya están haciendo”, dice Poblete. Específicamente, afirma que aún falta que las compañías investiguen sobre estas tecnologías. “Lo primero es que las empresas se informen, porque para las personas de recursos humanos resulta irrisorio pensar en una persona ciega trabajando frente a un computador. O incluso que una persona sin sus extremidades superiores pueda digitar en un teclado, pero es porque desconocen incluso los asistentes de voz”, comenta el educador diferencial, quien hace énfasis en que es una gran contribución para los procesos de inclusión laboral.

El mantenerse informado en estas tecnologías, dice Poblete, permitiría agilizar la optimización de recursos. “Muchas veces las empresas pagan dos o tres veces más lo que debieran para hacer un lugar accesible, pero es solamente porque desconocen que existen tecnologías que desde su origen son universales y que incluso hay cámaras que te dicen qué hay frente a ti o leen la información en pantalla”, señala.

Iniciativa pública

Desde Senadis, Francisco Subercaseaux, a la cabeza de la institución, dice que constantemente están estudiando la incorporación de nuevos elementos tecnológicos en su catálogo de oferta programática. Al interior del organismo, afirma, cuentan con dos programas en los que las personas con discapacidades pueden postular al financiamiento de distintos implementos, como celulares, computadores, tablet, lectores de pantalla, entre otros. También realizan el Concurso Nacional de Apoyo a Instituciones Educativas, con el cual se financian proyectos de recintos educacionales de nivel inicial, básico y de media donde existan alumnos con discapacidades. Dado el contexto por el Covid-19, las convocatorias de estos dos años se enfocaron en otorgar recursos tecnológicos para que los estudiantes con discapacidades pudiesen acceder a sus clases de forma remota.

También, en un convenio con la Comunidad Judía, entregarán 16 OrCam My Eye –diferentes la OrCam Read y que se ponen en los anteojos– y están en proceso de identificar y definir quiénes serán los beneficiados. A diferencia de otros dispositivos, este permite leer texto, identificar rostros y objetos y prestar total asistencia. “Con estos equipos se realizará un seguimiento y estudio que permita evaluar la mejora en la calidad de vida de los usuarios y la posibilidad de incorporar el dispositivo a nuestro catálogo de Ayudas Técnicas”, dice Subercaseaux.

OrCam My Eye
Senadis, en un convenio con la Comunidad Judía, entregará 16 equipos OrCam My Eye y estudia incluirlo en su catálogo. Crédito: OrCam

Otro ejemplo que pone Subercaseaux, es que las oficinas de Senadis cuentan con atención en lengua de señas a través del sistema Vi-Sor de Red-Apis y que funciona en el lugar, pero vía telemática.

Una de las barreras que han notado, dice el ingeniero comercial, es el alto costo de estas tecnologías y que la hacen en ocasiones poco accesible, pero también existen otras variantes, como las características físicas del entorno y ciudad, aspectos socio-demográficos y culturales. “Es fundamental que las nuevas tecnologías se desarrollen desde un diseño universal, que permita ser usada por todas las personas en los diferentes lugares y condiciones”, plantea Subercaseaux. A esto, Poblete suma que hay tecnologías que, si bien sirven en otros lugares, podrían no hacerlo en Chile. “Un Ashirase podría funcionar en Tokio, pero no en Santiago por su infraestructura, porque hay semáforos repentinos, grifos o puentes en la vereda”, dice, y luego cierra: “Es buena la tecnología, pero la idiosincrasia local a veces no lo permite”.

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