En primer lugar, debemos tener presente que en Chile no existe una ley que regule el teletrabajo, por eso resulta tan necesario que el proyecto de ley que ya está en segundo trámite legislativo en el Senado sea aprobado a la brevedad. Este proyecto permitirá que las partes tengan certezas acerca de sus derechos y obligaciones, y permitirá que muchas personas que hoy teletrabajan de manera informal (mediante boletas de honorarios), puedan hacerlo protegidas al amparo del derecho del trabajo.

En primer lugar, ambas partes deben estar de acuerdo en utilizar esta forma de trabajo, y deben conocer sus derechos y obligaciones. Por ejemplo, el empleador debe saber que el teletrabajo no significa que el trabajador estará disponible en cualquier horario para atender sus requerimientos. En el proyecto de ley en actual discusión en el Congreso se establece expresamente que el teletrabajador puede, o bien estar sujeto a horario, o bien estar excluido de aquel, pero en este último caso goza de un derecho de desconexión, algo inédito hasta el momento en nuestra legislación.

Hay una capacitación que es propia de las funciones que realizará el teletrabajador y que resulta clave para que el teletrabajo sea eficiente, pero también existe el denominado “derecho a saber”, que es la capacitación que debe entregar el empleador al trabajador acerca de los riesgos inherentes que tiene la función que desempeña, y el teletrabajo no está exento de aquello.

El teletrabajo es un tipo de empleo moderno, inclusivo y sustentable. Moderno, porque utiliza las nuevas tecnologías al servicio del trabajo, de la calidad de vida y de la productividad. Inclusivo, porque permite que sectores que tradicionalmente han sido relegados del mundo de trabajo puedan incorporarse con mayor facilidad (mujeres, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad). Y sustentable, porque es amigable con el medioambiente y la naturaleza, al ayudar a descontaminar y descongestionar las ciudades.

Las desventajas solo se producirán si se abusa de la norma, por eso es tan importante establecer una adecuada fiscalización y posibilidad de sanciones en caso de infracción, lo que precisamente hace el proyecto de ley en actual tramitación en el Congreso.

Es parte del cambio cultural que debemos ir haciendo. De trabajar por metas y objetivos, y no solo por cumplir un horario. Muchas empresas e incluso servicios públicos ya lo han implementado, con excelentes resultados tanto en mejora de la calidad de vida, de la conciliación trabajo y familia y de la productividad.

• ¿Cuáles son los rubros más propensos a realizar teletrabajo?

Evidentemente el teletrabajo no es para todos los oficios, sino que, principalmente, para aquellos que permitan trabajar de manera remota desde un lugar distinto al de las instalaciones de la empresa. Son miles los trabajadores que podrían verse beneficiados con una iniciativa de este tipo, por eso resulta tan importante empujar la pronta aprobación del proyecto de ley que está desde 2018 en el Congreso. No podemos seguir quedándonos atrás. El mundo ha ido avanzando y el teletrabajo ya es una realidad.