La tendencia que marca sin vuelta atrás la industria de la moda

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Foto: Sergio López

Grandes marcas globales, iniciativas empresariales y de beneficencia llevan el concepto de economía circular a la moda, dando nueva vida a prendas y accesorios ya usados, impulsando el reciclaje de materiales y fórmulas creativas para hacer más atractivo el clóset, sin dañar al planeta.


Cinco años tuvo Catalina Ortega (psicóloga laboral, 34 años) su vestido de novia guardado en el clóset. Se casó en 2014, desde entonces lo intentó vender un par de veces y en 2019 decidió que lo regalaría. “Busqué algo para donarlo y me di cuenta de que no había nada. Encontré en otros países, pero acá en Chile, nada. Lo ofrecí en un grupo de novios y novias de Facebook: me respondieron más de 100 mujeres y yo solo tenía un vestido”, relata entusiasta.

La primera en escribir se quedó con la prenda, pero a Catalina Ortega el tema le daba vueltas. Comenzó a buscar entre sus amigas vestidos para donar, y formó la comunidad @noviadonachile, que administra personalmente para dar una segunda y hasta tercera vida de los vestidos de novia.

El sistema opera desde la buena voluntad: la novia contacta por Instagram a Catalina Ortega, cuenta su historia, ven los modelos disponibles y, cuando elige, lo lleva como un préstamo. “Después del matrimonio, lo devuelven para que otra novia pueda ocuparlo. No pagan nada, ni gano nada, y si a alguna novia le gusta un vestido que está sucio, las mando a Tintorería LeBlanc, donde les hacen descuentos”, Ortega.

Esta iniciativa personal, de beneficencia, se enmarca en una tendencia mundial que reúne a gigantes de la moda y del diseño: la “moda circular”. El puntapié oficial de esta iniciativa se dio en mayo de 2018 y reunió a marcas como Burberry, Gap, H&M, HSBC, NIKE y Stella McCartney con el slogan “Make Fashion Circular”. La base es reemplazar el modelo de “producir, usar y desechar” ropa por soluciones como extender el uso de las prendas, incentivar la utilización de materiales que no dañen el ambiente, y promover el uso de telas o ropa usada en nuevos diseños.

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Cinco años tuvo Catalina Ortega su vestido de novia guardado en el clóset. Se casó en 2014, desde entonces lo intentó vender un par de veces y en 2019 decidió que lo regalaría. Fue el inicio de su actual emprendimiento.

Moda reciclada

La ambición es eliminar el residuo textil del mundo y de fondo está el problema más grave de esta industria: es la segunda más contaminante en el mundo tras la petrolera. Si por décadas el mercado de la moda se dividió en temporadas de acuerdo a las estaciones del año, a las colecciones presentadas en las semanas de la moda en grandes capitales y a las propuestas de afamados diseñadores, hoy este modelo está renovándose, con un nuevo ordenamiento de prioridades. Y las tiendas con ropa de segunda mano, que fueron por años una solución barata para encontrar prendas de calidad, originales y que escapan al molde de las tiendas de retail, ahora son un pilar del cambio de tendencia.

Así lo resume Paola Agulló, fundadora de la cadena Nostalgic: “La moda es reflejo de todos los cambios sociales que han ocurrido en la historia. En estos momentos estamos viviendo una crisis ambiental, y la industria de la moda es altamente contaminante por las huellas hídricas y de carbón que utiliza en sus procesos, además de los desechos químicos y de la basura que genera de hacer más producción de la que se vende”.

Agulló, pionera en Chile de las tiendas de moda reciclada, que inauguró en 1998 su primer local, dice que un factor clave para esta tendencia es la crisis ambiental: “Hace que nuestra sociedad cambie sus hábitos de consumo. Estamos pasando del fast fashion o moda masiva, al slow fashion o moda sustentable. Nos preguntamos de dónde viene la ropa que estamos usando, quién la produce, con qué materiales, si hay economía circular en los procesos. Así, estamos en un mercado en pleno cambio”. Luego añade: “Las marcas están trabajando con materias primas orgánicas, que estén certificadas, además están reciclando sus propias prendas a través de campañas, reutilizando para confeccionar fibras nuevas con porcentajes reciclados”.

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Nostalgic lleva 21 años y partió con la moda usada y vintage en Chile. Aparte de su tradicional local de la calle Ricardo Lyon, que abrió en 1998, tiene 18 tiendas repartidas entre las ciudades de Santiago.

Amor por la ropa vintage

La relación de Cecilia Membrado con la moda circular se ha desarrollado desde internet: es la creadora de Renueva tu closet, una plataforma en que consumidoras venden sus prendas de segunda mano con calidad certificada, y que opera en Argentina, Colombia y Chile.

Membrado coincide en que vivimos un tiempo excepcional de cambio de ciclo de la industria de la moda: “Muchas marcas y retail tradicionales están quebrando por no saber adaptarse a las nuevas tendencias y comportamiento de compra de los consumidores. Al mismo tiempo, creció la industria de segunda mano 21 veces más rápido que la del retail de moda en los últimos 3 años y se estima un mercado total de US$51.000 millones para el año 2023. Tanto estas tendencias como la conciencia de la mujer sobre el cuidado del planeta y su bolsillo, hacen que este sea un mercado en total expansión. No sólo en Latinoamérica, sino en todo el mundo”.

Cecilia Membrado comenzó su empresa a partir de un incidente casero: “Me casé y me fui a convivir con mi marido a un departamento súper chico. Tuvimos entonces el problema del clóset, no entraban todos mis zapatos y mi ropa”. Organizó una venta de garaje que, gracias al interés del público y a sus conocimientos de marketing y de la industria de la moda, transformó en un portal donde las clientas ofrecen y compran prendas y accesorios.

Cuando partió, recuerda, “tuvimos que comenzar a generar conciencia de que comprar algo de segunda mano es ser inteligente a la hora de cuidar el planeta y de cuidar el bolsillo. Había mucho preconcepto de que no era cool hacerlo, sin embargo, cada vez son más las mujeres que se animan a probar y una vez que lo hacen no entienden cómo antes gastaban tanto dinero en el mall”.

Un factor fundamental para la moda circular es fortalecer el poder de la creatividad en la reutilización de prendas y telas. Valentina Greene lo ha desarrollado como dueña de la marca sustentable chilena Green-E: “La conciencia ambiental sumada al valor creativo ha comenzado a ampliar el número de personas que reconocen el trabajo que hay detrás de cada prenda”, dice.

En Green-E definen que realizan “piezas construidas a partir de ropa y materiales reciclado”, con diseños en que se luce la mezclilla. Para su dueña el proceso fue natural: “Green-e nace naturalmente a partir del amor por la ropa vintage y de segunda mano. Empecé reparándola e interviniéndola, ahora la desarmo parcial o completamente para crear un nuevo diseño, donde el proceso es muy personal, desde la recolección y elección de las prendas a reutilizar, hasta la fabricación de ellas”.

Además de la creatividad, Valentina Greene destaca que en la moda circular también es relevante el proceso de producción: “La gente busca prendas que duren en el tiempo por su diseño y calidad. Valoran no sólo el diseño, sino también el proceso”. Así, agrega que una “moda con conciencia”, no sólo se relaciona al reciclaje y la reutilización, “sino también con el proceso lento de producción, las condiciones laborales y el comercio justo”.

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Cecilia Membrado comenzó su empresa a partir de un incidente casero: “Me casé y me fui a convivir con mi marido a un departamento súper chico. Tuvimos entonces el problema del clóset, no entraban todos mis zapatos y mi ropa”.

Materiales orgánicos

La transformación es irreversible y la moda no volverá a ser lo que era. Como prueba de esto, además del compromiso de marcas de nivel mundial en la iniciativa Make Fashion Circular, están las iniciativas con que el retail se está sumando a esta tendencia. Por ejemplo, Paola Agulló comenta que Nostalgic está incorporando una “concept store” de ropa reciclada en las tiendas y plataforma web de París.

En el otro extremo, Catalina Ortega quien recibe a las novias en su propia casa para su proyecto @noviadonachile, asume que, pese a las múltiples iniciativas en curso, hay un largo recorrido pendiente a distintos niveles. “Vamos en camino a una moda más consciente, sustentable, y cada vez aparecen más diseñadores que apuntan a una moda con conciencia. Por ejemplo, me gusta mucho una marca internacional que se llama Bayou With Love que hace joyas de lujo con materiales reciclados de los computadores”.

En Chile, destaca Ortega, “tenemos a grandes diseñadores que apuntan a la moda con conciencia, como Lupe Gajardo, Antonio Contreras, Juana Diaz y otros, que apuntan a un slow fashion con materiales orgánicos y reutilizables. Sin embargo, creo que tenemos un largo camino por recorrer ya que aún socialmente somos consumidores del fast fashion”, remata.

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