Tres startups que combaten la crisis hídrica en Chile

Yaku
Camila Cárdenas y Valentina Veloso, fundadoras de Yaku.

La falta de agua es un problema generalizado a lo largo de Chile, y lo más probable es que la situación se acreciente con el paso de los años. Por lo mismo, han surgido varios proyectos que, en distintos lugares del país, buscan hacer frente a este problema: desde tratamiento de aguas grises hasta distribución de caudales.


Las tres personas que participan en esta nota concuerdan en que la escasez hídrica es uno de los principales problemas que tiene Chile actualmente y que llegó para quedarse. Las tres, aunque provienen de ámbitos distintos, decidieron en algún momento de sus vidas usar la tecnología para aportar su grano de arena. Estas son sus historias:

Una solución ideada por científicas

Camila Cárdenas es bioquímica y Valentina Veloso es ingeniera en biotecnología. Ambas entraron en 2017 al Doctorado en Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Católica porque querían sacar sus conocimientos fuera del laboratorio y llevarlos a aplicaciones prácticas que cambiaran la vida de las personas y pudieran ayudar al planeta.

Buscando concretar estos deseos, comenzaron a darle vueltas a cómo hacer más eficiente uno de los actos más cotidianos de cualquier hogar: las duchas. A partir de ahí investigaron sobre los tratamientos de las aguas grises (aguas residuales con poca contaminación) y luego de una larga etapa de investigación y desarrollo fundaron la startup Yaku.

La base del trabajo de esta empresa está en un biofiltro que crearon para el tratamiento de aguas grises. “Funciona como una bolsita de té que está llena de microorganismos en su interior y que se sumerge en un estanque donde se acumulan las aguas grises. Gracias a un aireador con el que vamos inyectando oxígeno al interior del estanque, estos microorganismos se comen todos los contaminantes, los detergentes, los champús, todo ese tipo de impurezas, y entregan agua purificada al sistema”, explica Camila Cárdenas.

Este proceso demora 12 horas en completarse y el agua que resulta de él puede ser usada en casas para riego y descarga del inodoro y también, en el caso de empresas, para algunos usos industriales.

De todos modos, el servicio que ofrece Yaku no es solo el desarrollo del este biofiltro, sino que también la instalación personalizada de cada sistema de tratamiento de aguas, diseñando una solución a medida de cada cliente, sea para uso doméstico e industrial. Además, se encargan de tramitar los permisos ante la autoridad sanitaria (en los casos necesarios) y de la mantención técnica del biofiltro para garantizar su funcionamiento.

Yaku
El equipo de Yaku haciendo mediciones de calidad de agua.

Hasta la fecha, la tecnología de Yaku ha sido implementada en más de 70 proyectos y en la actualidad están esperando la confirmación de una patente de invención. Con ese paso dado, esperan poder levantar capital privado y comenzar a proyectar su expansión internacional. En lo concreto, también hicieron una alianza con la Cámara Chilena de la Construcción, buscando implementar su sistema en esa industria.

“Parte de nuestro propósito como empresa es poder llevar la tecnología para hacer más eficiente el uso del agua. Estamos en una crisis que está muy cercana a tocarnos la puerta y por lo mismo creemos que tenemos que adelantarnos y ocupar la tecnología que hoy en día ya tenemos. Ni siquiera es necesario mirar para afuera: podemos ocupar la tecnología que estamos desarrollando acá en Chile, para Chile y el mundo”, cierra Camila Cárdenas.

Mejorando la distribución del agua

En el mundo de la innovación no es fácil triunfar en el primer intento, pero cada experiencia sirve como aprendizaje. Bien lo saben Gastón Dusaillant y Emilio de la Jara, que desde 2014 han realizado una serie de proyectos juntos. Primero comenzaron a trabajar en energía marina y luego se quedaron en el mismo rubro, pero cambiaron el océano por los canales.

En 2017 desarrollaron un prototipo que instalaron en el Río Putaendo, y aunque no pudieron conseguir financiamiento para seguir desarrollándolo, algo del trabajo hecho les quedó dando vueltas. Y es que para crear este mecanismo habían tenido que desarrollar sistemas de telemetría de caudal y sistema de automatización para controlar las turbinas, que habían sido muy bien recibidos por la Junta de Vigilancia del Río Putaendo, ya que respondía a su necesidad de tener mayor control sobre el agua.

Con ese nuevo enfoque, en 2018 fundaron Capta Hydro, que al día de hoy ofrece diferentes servicios asociados a la gestión de fuentes de agua. Su solución incluye un fuerte apartado de captación de datos fluviales, donde se han enfocado en hacer más fácil este trabajo, integrando datos de otras fuentes y también automatizando procesos y llevando otros a la posibilidad de que sean gestionados desde aplicaciones móviles.

También desarrollaron un software llamado Amaru, que sirve para analizar estos datos y que también permite realizar gestión sobres esos caudales. “Tenemos una serie de herramientas enfocadas a que una vez ya analizados los datos, realmente podamos pasar estos datos a información y de la información a decisiones que nos lleven a buenos resultados, como una mejor distribución del agua, un cumplimiento regulatorio o a una mejor eficiencia. Nuestro foco es ofrecer un servicio más económico, completo y flexible, que realmente permita acelerar la digitalización de las fuentes de agua a nivel mundial, tanto superficiales como subterráneas”, señala Dusaillant.

Este tipo de servicios les ha permitido trabajar con un amplio abanico de organizaciones, que van desde juntas de vigilancia y asociaciones de canalistas, pasando por organismos gubernamentales como la Dirección General del Agua, hasta llegar a usuarios de fuentes de agua como mineras o forestales. Según dicen, hoy más del 80% del agua que se consume en Santiago pasa por alguno de los equipos de Capta Hydro.

Capta Hydro
Así lucen las intervenciones que hace Capta Hydro en los ríos donde implementan sus sistemas.

Recientemente la startup cambió sus oficinas al Parque Industrial de La Reina, donde cuentan con instalaciones de 1.000 metros cuadrados, lo que les permitirá optimizar su producción y crecimiento operacional. Además están expandiéndose a México, donde cuentan que hay mucho más mercado para sus servicios.

Para lograr su consolidación en Chile y su salto al extranjero están levantando una ronda de US$4 millones, de la cual ya tienen US$500 mil comprometidos. “Queremos que Capta Hydro sea reconocida como la empresa líder internacionalmente en la digitalización de fuentes de agua. La digitalización no es porque sí, sino porque es una de las tecnologías fundamentales para la adaptación al cambio climático, ya que si no tenemos captación de datos, análisis y mejor gestión del agua, difícilmente podremos adaptarnos a los extremos que va a provocar el cambio climático en el ciclo del agua, tanto por el lado de la escasez como por el lado de la abundancia de inundaciones”, opina Gastón Dusaillant.

Un tratamiento de aguas simplificado

Patrick Aravena y Javier Lagos contaban con más de 15 años de experiencia en el mundo del agua cuando en 2019 decidieron crear su propia empresa en el rubro, motivados por la escasez hídrica que afecta a Chile. Así nació Binario Tech. “Nos propusimos recuperar la mayor cantidad de aguas residuales, permitiendo así crear una nueva fuente de abastecimiento, de tal manera que las fuentes de agua natural se mantuvieran disponibles, permitiendo así que empresas y comunidades se puedan desarrollar de forma normal”, cuenta Aravena.

Luego de dos años de investigación y desarrollo, y con la idea de generar una solución rentable y sostenible, crearon la tecnología Reinigier. El invento funciona con un sistema electroquímico que transforma el aire en ozono, que mata los contaminantes presentes en el agua. Luego genera un pulso eléctrico sobre un electrodo, que forma coágulos más grandes que permiten la separación del agua, logrando así procesos de alta eficiencia, que recuperan hasta un 95% del agua residual que tratan.

Binario Tech
La tecnología de Binario Tech se instala en sistemas modulares.

El elemento diferenciador de la tecnología Reinigier es que no utiliza microorganismos, lombrices o productos químicos y se hace a través de sistemas modulares, escalables, descentralizados y fáciles de operar. “Si una persona es capaz de manejar un teléfono inteligente, es capaz de operar uno de nuestros sistemas de tratamiento. Y, por otro lado, la puesta en servicio es en un día. Por lo tanto no se requiere de grandes puestas en marcha que generan eventualmente problemas de olores o de ruido y que pueden llegar a afectar a las comunidades o a los trabajadores que están dentro de las empresas donde nuestro sistemas de tratamientos están instalados”, agrega Aravena.

Binario Tech opera con distintos tipos de matrices de aguas residuales, como aguas grises, aguas servidas y tratamientos de Residuos Industriales Liquidos (RILes). Eso los ha llevado a tener una variada gama de clientes, que van desde empresas del mercado lácteo y la construcción inmobiliaria hasta la agroindustria.

En el año 2020, el Banco Interamericano de Desarrollo reconoció a Binario Tech como la solución más innovadora en la categoría de saneamiento. Hace unos días, fueron una de las dos empresas ganadoras del concurso 100+ Labs Chile de la aceleradora de AB InBev.

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