El término superapp comienza a usarse cada vez más seguido. En palabras simples, se refiere a aquellas aplicaciones que abarcan distintos tipos de funcionalidades, permitiendo usos más largos, sin que el usuario tenga que entrar y salir de distintas plataformas para llevar a cabo las tareas que desea.

Una superapp permite realizar a través de ella distintos tipos de servicios, que pueden incluir mensajería, banca o comercio online, delivery, redes sociales o sistemas de transporte.

Aunque en occidente esas funciones suelen ser cumplidas por diferentes apps, en Asia la tendencia a unificar esos servicios va en alza. Está, por ejemplo, el caso de WeChat, una de las apps más populares en China.

Aunque nació como una plataforma de mensajes y llamadas gratis, hoy también se ha posicionado en distintos rubros. Como red social, permite compartir imágenes y textos, pero además se ha abierto a otros ámbitos cotidianos y más comerciales, como el pago de transporte, transferencias de dinero, pago en tiendas y compras en línea.

Otro caso similar es el de Grab, app nacida en Singapur como un servicio de taxi, aunque no tardó en expandir sus límites. Primero se consolidó en el ámbito de los transportes, formando una flota propia y llegando a fusionar sus operaciones con Uber en el sudeste asiático.

Luego, Grab se adentró en otro tipo de servicios, que hoy incluye transferencias de dinero, compras en supermercados, servicios de video, reserva de hoteles, compra de tickets y planificador de viajes.

Con esta tendencia ya consolidada en el territorio asiático, poco a poco los gigantes tecnológicos del mundo occidental también han decidido apuntar a ella.

Ese es el caso de WhatsApp, que de a poco comienza a probar funcionalidades que van más allá de la mensajería y redes sociales. En todo caso, esta incursión no es algo nuevo para Meta, compañía propietaria de del servicio de mensajería, que con Facebook ha hecho intentos similares, al incluir un marketplace o videojuegos en su plataforma.

En el caso particular de WhatsApp, las nuevas herramientas que está probando están asociadas a uno de sus caballos de batalla más recientes, es decir, el apartado dedicado a negocios.

En esa línea, la app había habilitado que las tiendas pudieran tener una cuenta como tal y, más recientemente, que esos comercios pudieran incorporar su catálogo de productos a la plataforma.

Por lo mismo, parecía que el paso natural era posibilitar el proceso de compra completo, con pago incluido, a través del chat. Eso es, precisamente, lo que han estado incorporando en algunos países en el último tiempo.

La primera prueba fue en India, donde en agosto del año pasado se anunció una alianza con JioMart, gigante del comercio electrónico de aquel país. La sociedad desarrolló una funcionalidad que permitía poder acceder al todo el catálogo de la tienda desde WhatsApp y realizar todo el proceso de compra dentro de la app, incluido el pago a través de tarjetas.

“La mensajería comercial es un área con un verdadero impulso y las experiencias basadas en chat como esta serán la forma en que las personas y las empresas se comunicarán en los próximos años”, escribió Mark Zuckerberg, CEO de Meta, en esa ocasión.

En la misma línea, hace unas semanas WhatsApp anunció que en Brasil la app servirá para realizar compras, en una modalidad similar a la que en India, o sea, a través del chat con esa tienda en particular.

Eso sí, en el caso del país sudamericano la herramienta se lanzó en alianza con pequeños comercios locales y se anunció que paulatinamente serían más las tiendas que podrían entregar esa posibilidad.

Las compras se pueden realizar utilizando tarjetas de débito, crédito y prepago Mastercard y Visa, mientras que las empresas pueden vincularse con socios de pago compatible como Mercado Pago.

El usuario tiene que ingresar los datos de su tarjeta, que quedan encriptados, y crearse un PIN de pago que tendrá que utilizar al hacer cada transacción.

El camino que está trazando WhatsApp no es distinto al que están tomando otras redes sociales, que buscan ampliar el abanico de servicios para potenciar su propuesta.

Este es el caso de TikTok, por ejemplo, que recientemente ha incursionado en diversas áreas. El año pasado, un reporte de Financial Times aseguró que la app estaba desarrollando una modalidad de videojuegos que estarían incluidos dentro de la plataforma.

Además, en octubre pasado la app china también lanzó sus propios lentes de realidad virtual, incursionando por primera vez en el metaverso, algo que más adelante podría vincularse con su entrada al mundo de los videojuegos.

Por otro lado, la compra de Twitter por parte de Elon Musk también abrió la puerta para que la app del pajarito empiece a sumar nuevas funcionalidades. Así lo señaló el mismo empresario, cuando aún no materializaba la adquisición de la plataforma.

“Comprar Twitter es un aceledador para crear X, la aplicación de todo”, escribió el millonario, abriendo paso a una serie de rumores que apuntan a que Musk estaría desarrollando una superapp.

Aunque hay poca información sobre este plan, en los meses en que Musk iba y venía con la idea de comprar Twitter trascendieron algunas conversaciones que habría tenido el empresario con empleados de la app.

En ellas, Musk habría deslizado la posibilidad de sumar compras en línea y delivery de comida a los servicios que incluye la plataforma.