Crónica Estéreo: La creciente preocupación con los cigarrillos electrónicos

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La medida busca monitorear casos de enfermedades pulmonares eventualmente asociadas a vaporizadores.

Parecía una solución muy práctica e ideal: que los fumadores de los clásicos cigarrillos de tabaco y nicotina que fueran incapaces de cortar con el hábito se cambiaran a un nuevo dispositivo: El cigarrillo electrónico, que elimina los dañinos efectos de la combustión. Parecía casi perfecto. Pero desde hace un tiempo, las autoridades regulatorias de diferentes partes del mundo han puesto la lupa sobre los efectos de estos dispositivos. En Estados Unidos, legisladores, funcionarios de salud pública, padres y educadores han emprendido una campaña para enfrentar la popularidad del hábito del vapeo entre los adolescentes. Allá, cinco millones de menores, en su mayoría estudiantes secundarios, reportaron haber fumado estos dispositivos al menos una vez en los últimos 30 días. Es un aumento del 20% en relación al año anterior. En el resto del mundo, todo esto se sigue con atención, ante la posibilidad de que la industria de estos dispositivos aumente su presencia en los mercados de otros países menos regulados ante las restricciones en Norteamérica. ¿De qué se trata todo el problema? ¿Cuál es la realidad en nuestro país?¿Qué están haciendo las autoridades de salud en Chile al respecto?