La expresión de la presidenta de la Unión Demócrata Independiente, Jacqueline van Rysselberghe fue una de las postales de la madrugada del viernes pasado, cuando la mayoría de los partidos políticos anunciaron el acuerdo que sellaba el camino para un nuevo proceso constituyente. En la intensa negociación, la UDI se vio obligada a ceder hasta un punto que hasta hacía tres semanas era inimaginable. Ahora, el partido fundado por Jaime Guzmán debe transitar entre lo dogmático y lo pragmático para enfrentar el proceso electoral que viene. Todo, con la amenaza de un exmilitante por el flanco derecho: José Antonio Kast.