Con la emergencia sanitaria provocada por el contagio del coronavirus SARS CoV2, el llamado de las autoridades a los ciudadanos ha sido a quedarse en casa. A trabajar, en lo posible, desde casa. A estudiar, en lo posible, desde casa. Y desde luego, en lo posible, a entretenerse en casa. Sin ir más lejos, el Presidente Sebastián Piñera firmó esta semana la ley que regula el teletrabajo. La consecuencia lógica de todo esto: un aumento explosivo en el uso de internet, tanto fija como móvil. Se calcula que hasta el fin de semana pasado el aumento había pasado el 20%, y que podría llegar a cerca del 50%.
Con trabajos, negocios y procesos educativos dependiendo de internet…. ¿Tenemos en Chile la capacidad instalada suficiente? ¿Puede el acceso a internet, o la falta del mismo, transformarse en un nuevo foco de desigualdad? ¿Qué tan preparados estamos como país para la demanda que significa un mayor teletrabajo, clases online y en general una vida en línea?