Este domingo Brasil celebrará elecciones presidenciales y si las encuestas no se equivocan el presidente Jair Bolsonaro perderá en su intento de ser reelegido. Al frente tendrá a Luiz Inacio Da Silva, Lula, el ex presidente que después de haber estado incluso en prisión por corrupción está a punto de coronar su historia de recuperación política con un retorno al poder que parece inevitable. Lula viene dominando en los sondeos de opinión con clara ventaja desde mayo, cuando oficializó su candidatura, y los intentos de Bolsonaro por revertirlo han resultado inútiles.

De todos modos, la jornada del domingo se espera con interrogantes importantes. Una de ellas es si Lula logrará la hazaña de ganar en la primera vuelta, algo que sólo ha ocurrido una vez desde el retorno de la democracia en Brasil o deberá esperar un mes a la segunda vuelta.

Otra interrogante tiene que ver con el presidente Jair Bolsonaro, quien desde hace meses ha venido anticipando que podría ser víctima de un fraude electoral y que por lo tanto podría no aceptar una derrota, en un libreto demasiado parecido al de Donald Trump en Estados Unidos.

Se ha dicho que es una de las elecciones más polarizadas en la historia de Brasil, pero todo indica que lo que más está movilizando la intención de voto de sus ciudadanos tiene que ver con un protagonista permanente: el bolsillo.

Para revisar el estado de las cosas ad portas de la elección del domingo, hoy en El Café Diario conversamos con Paulo Alfonso Velasco, profesor de política internacional de la Universidad del Estado de Río De Janeiro.