De aprobarse en el pleno de la convención la propuesta de la comisión de Sistema Político y de ganar el apruebo en el plebiscito de salida, el Senado terminará tal y como lo hemos conocido en Chile. De partida, ya no se llamará Senado, sino Cámara de Regiones, y perderá mucho poder respecto de la actualidad y en relación a la Cámara de Diputados y Diputadas. Todavía es una incógnita qué pasará en 2026 con los senadores que recién asumieron sus funciones en marzo, porque -en teoría- fueron elegidos por ocho años, hasta 2030.

Buena parte del mundo político tradicional se resiste a la propuesta aprobada por la comisión. En el mismo oficialismo, el socialismo se opone tajantemente a la desaparición del Senado, pero ya parece no haber salida. Con el acuerdo alcanzado, muy probablemente el pleno de la convención apruebe la próxima semana estas normas sobre el Poder Legislativo que terminarán con una institución política de larga tradición en la escena chilena.

¿Por qué el Senado cayó en desgracia?¿El actual Poder Legislativo no funciona y necesita un cambio sustantivo? ¿Qué se busca con el cambio? Sobre el posible fin de la Cámara Alta, sus causas y consecuencias, hablamos hoy con el abogado constitucionalista Tomás Jordán, coordinador del Observatorio Nueva Constitución y académico de la Universidad Alberto Hurtado.