En los seis meses de gestión, el gobierno de Gabriel Boric ha cometido una serie de tropiezos en materia de política exterior: desde las acusaciones contra el rey Felipe VI por haber supuestamente retrasado la ceremonia de cambio de mando hasta la polémica con el embajador de Israel en Chile, a quien se le aplazó su presentación de cartas credenciales, en un insólito incidente. Ese fue el marco del debut del presidente Boric en la asamblea general de Naciones Unidas, donde ayer se estrenó con un discurso marcado por la contingencia local y el triunfo del rechazo en el plebiscito.
Ha habido problemas con la nominación de algunos embajadores, declaraciones polémicas del propio presidente (como cuando dijo en la revista Time que deberíamos condicionar nuestras exportaciones para forzar la adopción de políticas ambientales por parte del mundo desarrollado) y desempeños cuestionados y controversiales, como el del subsecretario José Miguel Ahumada, que ha enredado en diversos momentos a la Cancillería.
Para valorar la relevancia de estos desaciertos de Chile en materia internacional, explicar sus causas y sobre todo, analizar caminos de salida, hoy, en el Café Diario, hablamos con Heraldo Muñoz, excanciller chileno.