El Café Diario: El costo de la deserción universitaria

Ayer se conocieron los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior, PAES, y con esos números en mano miles de jóvenes en todo el país comienzan a evaluar sus opciones en universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica. A su vez, las distintas instituciones de educación superior comienzan el proceso de selección y atracción de postulantes, en un mercado fuertemente alterado desde hace algunos años por la gratuidad.

Pero lo que en muchos sentidos es una meta, en otros es sólo el inicio de un camino. Y lo que pasa en ese camino tiene consecuencias trascendentales en la vida de las personas y también del país. Por ejemplo: ¿Cuántos de esos alumnos que ingresan a la educación superior terminan sus carreras? ¿Cuánto gasta el estado en la educación de estudiantes que terminan desertando? ¿Y qué puede hacerse tanto desde la autoridad como desde las diversas instituciones?

Son algunas de las interrogantes que se planteó un estudio de Pixarron, una plataforma tecnológica dedicada a  la nivelación de brechas educacionales. Con datos públicos de 14 instituciones de educación superior diversas, estatales y privadas y representativas del sistema, y que suman la mitad del total de estudiantes de pregrado, la investigación arrojó datos interesantes que llaman a reflexión. Por ejemplo, que aunque el sistema tiende a fijarse sólo en la tasa de deserción al primer año, la tasa de deserción en el resto de la duración de las carreras va desde el 30% al 50%. Se calcula que son 125 mil estudiantes los que desertan año a año de la educación superior. Y considerando la gratuidad y las becas, el Estado está traspasando a las instituciones cerca de 500 millones de dólares para la educación de personas que no terminan su carrera.

¿Cómo se explica este problema y cómo puede abordarse? De eso conversamos hoy en El Café Diario con el autor principal de este estudio, Fernando Prieto, gerente general de Pixarron.

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