A medida que el país recupera su normalidad en la postpandemia, con el levantamiento de las medidas de control más cotidianas como el uso de mascarillas y el pase de movilidad, llega la hora del recuento de las consecuencias. Hoy nos dedicaremos a una en particular. Es sabido que la salud, particularmente en el sector público, se resintió a un punto en que tomará mucho tiempo recuperar niveles prepandémicos. La postergación de consultas, exámenes y cirugías no urgentes significó que la salud de miles de chilenos se viera resentida, muchas veces de manera grave.

Esto es particularmente cierto en el caso de la salud visual, un área históricamente aproblemada por la escasez de especialistas en el sistema público y donde las brechas socioeconómicas en el acceso a tratamientos es evidente. A modo de ejemplo: la enfermedad de cataratas es la patología que tiene a la mayor cantidad de personas en lista de espera. Además, de modo más transversal, con el aumento del teletrabajo y la educación a distancia, niños y adultos comenzamos a poner mayor carga en nuestros ojos.Para dar cuenta de estos problemas, y adelantando la conmemoración del Día Mundial de la Visión, el próximo jueves 14 de octubre, hoy en El Café Diario conversamos con el doctor Andrés Contreras, docente de la Beca de Oftalmología de la Clínica Pasteur y la Universidad de Santiago USACH.