El fin de semana, a los 82 años, falleció la destacada bióloga chilena Adriana Hoffmann, una de las pioneras en Chile en el activismo ambiental. Impulsora de iniciativas como la ONG Defensores del Bosque Chileno, supo combinar determinadas luchas –como la preservación de especies nativas–, con la difusión de temáticas ecologistas tanto para adultos como para niños. Su obra sistematiza y documenta la biodiversidad nacional y contribuye, hasta hoy, a la comprensión profunda de la naturaleza local.

Tuvo un paso complejo por el Gobierno, el de Ricardo Lagos, en 2000, donde lideró por un breve período la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama). Tras ello, empujó con dificultades nuevos proyectos, como el centro de educación ambiental en el Parque Natural Cantalao, en Peñalolén, que alcanzó a ver hecho realidad. Hija de la psiquiatra y guía espiritual Lola Hoffmann, la botánica fue una de las que en Chile abrió paso a las nuevas generaciones que hoy conviven con naturalidad con las banderas de la agenda verde.

Hoy, en el Café Diario, conversamos con la ecologista y política Sara Larraín, directora de Chile sustentable, compañera de Hoffmann desde los tiempos en que la preocupación por el planeta todavía era una excentricidad.