Es uno de los problemas sociales más acuciantes del país, y en los últimos años se ha agravado. El déficit habitacional en Chile es de cerca de 650 mil viviendas, según los cálculos del gobierno, en lo que el propio presidente Gabriel Boric calificó como “una emergencia habitacional quizás nunca antes vista en Chile”. A los problemas que se arrastran desde hace décadas, con un Estado que en sucesivas administraciones no ha podido dar solución a una demanda creciente, se han sumado fenómenos que han agravado la crisis.

La paralización de la economía a causa de la pandemia significó un retraso en la construcción de viviendas sociales; la creciente inmigración ha multiplicado la población en necesidad de estas viviendas, y el alza de los precios del suelo y de los arriendos sólo empeora la situación. Chile ha visto como en el último tiempo las tomas de terreno y los campamentos se han multiplicado, haciendo aún más dramático este problema y más urgente su solución.

Hace unos días, el gobierno presentó su Plan de Emergencia Habitacional, que se propone construir 260 mil viviendas en los próximos 4 años, en un ritmo de más del doble de lo actual. Además, propone diversificar los caminos para acceder a la vivienda, fortalecer el apoyo a la vivienda rural, hacerse cargo del déficit de suelo e ir en ayuda de la población que vive en campamentos sin servicios básicos.

A cargo de todo eso está un político que ha trabajado en el problema desde hace tiempo, primero como parlamentario y ahora como Ministro de Vivienda y Urbanismo. Carlos Montes es quien conversa con nosotros hoy en El Café Diario.