Los ecos de la elección de Gabriel Boric el pasado domingo aún no se extinguen. Pero más allá del resultado final, que lo dejó como presidente electo con 11 puntos de diferencia por sobre José Antonio Kast, la jornada electoral terminó de instalar un fenómeno: ha emergido en Chile un nuevo votante que llegó para quedarse y que está marcado, en buena medida, por la irrupción de las mujeres, sobre todo las menores de 50 años. Como no había sucedido en el pasado reciente, casi un tercio de las convocadas concurrieron a las urnas y prefirieron darle su respaldo al postulante de la izquierda.
Con los dos datos desagregados por mesa que entregó el Servicio Electoral el domingo, la plataforma Decide Chile, de la empresa de big data Unholster, aplicó un modelo para proyectar tanto la participación por género y edad como la preferencia de los 8,3 millones de electores que sufragaron. Los resultados no solo son sorprendentes, sino que desafiantes para la política. Muestra el voto decisivo de las mujeres menores de 50, en línea con el movimiento feminista que emergió con fuerza en Chile en 2018, incluso antes del estallido. Esto permite concluir que la agenda de José Antonio Kast en la campaña del balotaje no logró despercudirse de las mochilas pesadas de la primera vuelta, como la propuesta de la eliminación del Ministerio de la Mujer.
El estudio muestra, además, la irrupción de nuevos electores, sobre todo jóvenes de comunas urbanas y populares, que muy probablemente no dejarán de participar en el tiempo.
De esto hablamos hoy con Sebastián Rivas, periodista especializado en análisis de datos y editor de La Tercera.