“Elegimos ir a la Luna”, dijo en septiembre de 1962 el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy. La meta autoimpuesta ante la necesidad de tomar la delantera en la carrera espacial que perdía en el contexto de la Guerra Fría, se cumplió en 1969. Pero aunque esa nueva era de exploración espacial que prometía Kennedy reportó invaluables conocimientos científicos, fue breve. Desde que el último astronauta regresó de la luna en 1972 la pregunta sobre el eventual retorno humano a nuestro satélite natural quedó abierta.
Ahora esa pregunta tiene respuesta, y se llama Artemis. El primer paso de ese programa espacial se dio esta semana, cuando después de dos intentos frustrados el Artemis 1 despegó desde Cabo Cañaveral sin tripulación, para orbitar la Luna por cerca de veinte días antes de amarizar en el Océano Pacífico. Se trata del primer reconocimiento con la meta de volver a llevar a seres humanos a la Luna -esta vez a la primera mujer y el primer hombre de color- en la misión Artemis III, programada para 2025.
¿Qué importancia científica tiene este programa espacial? ¿Cómo se relaciona con la meta de llegar a Marte? ¿Cuáles son las motivaciones de Estados Unidos y la NASA? De eso conversamos hoy en El Café Diario con Juan Carlos Beamin, astrónomo, divulgador científico, anfitrión del podcast “La Raíz de la Ciencia” y autor del libro “Astronomía Ilustrada”.