Lo que se esperaba en las elecciones legislativas de Estados Unidos del pasado martes era una “marea roja”. Con un presidente demócrata, Joe Biden, con baja popularidad -alrededor del 40%- y la economía acusando el impacto de la inflación, el partido republicano parecía tener la mesa servida para barrer con sus rivales. Con el control de ambas cámaras del Congreso en juego -además de varias gobernaciones y otros puestos estatales- los demócratas temían lo peor. La realidad, sin embargo, fue distinta: no se produjo la paliza republicana que se esperaba, y en todo el país la disputa fue muy estrecha. A esta hora -cuando grabamos esto, el miércoles por la tarde- todavía está en suspenso quién controlará la cámara de Representantes y el Senado.

Es cierto que todavía es perfectamente posible que la cámara baja quede en manos de la oposición, y que incluso puedan hacerse del Senado, una respuesta que podría tener que esperar a una segunda vuelta electoral en el estado de Georgia, en diciembre. Pero aun así el equilibrio de fuerzas en el congreso podría ser suficiente para tranquilizar a quienes temen un avance de las agendas extremistas. Partiendo por la representada por el más relevante: el ex presidente Donald Trump.

El ex mandatario -de quien se espera que anuncie su candidatura presidencial para 2024 la próxima semana- fue protagonista en la recta final de las campañas de varios candidatos republicanos, pero su poder se vio claramente cuestionado en el resultado en las urnas. Peor aún, su casi seguro rival en las primarias del partido, Ron de Santis, terminó muy fortalecido el martes, cuando fue reelegido como gobernador de Florida. Quizás lo más revelador de todo es que Trump ya ha empezado a atacar en público a De Santis.

Sobre las lecciones de la jornada electoral del martes y lo que puede significar para el resto de la presidencia de Joe Biden conversamos hoy en El Café Diario con María Antonia Sanchez-Vallejo, periodista internacional del diario español El País que ha estado reporteando este proceso desde la capital de Estados Unidos.