La presencia de sistemas de inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana es cada vez más frecuente, e investigadores en todo el mundo trabajan en desarrollos que prometen integrar estas herramientas cada vez más a nuestro mundo, desde la medicina hasta la seguridad, desde la educación hasta la cultura. ¿Qué tan lejos pueden llegar? En esto la imaginación es el límite… La imaginación humana, hasta ahora.

El potencial de cambio que puede significar todo esto es revolucionario y muy complejo. Algunos usos de la inteligencia artificial en el mundo de hoy han demostrado cuan controversiales o derechamente pueden ser para los propios humanos. Los errores de sistemas de reconocimiento facial usados para vigilancia, por ejemplo, o la existencia de armas letales automatizadas son dos ejemplos.

Ante esto, organizaciones y estados de todo el mundo, incluido el chileno, han avanzado en la elaboración de lineamientos o derechamente legislaciones para regular su desarrollo y velar por los derechos fundamentales de las personas.

El panorama global en este tema puede conocerse en el Reporte de Inteligencia Artificial y Valores Democráticos, elaborado por el Center for AI and Digital Policy, una ONG basada en Washington DC, Estados Unidos. El abogado chileno Marcos López Onetto, especialista en derecho de la Inteligencia Artificial, es uno de sus autores. López es también autor del libro “Fundamentos para un Derecho de la Inteligencia Artificial: ¿queremos seguir siendo humanos?”, y comenzamos por preguntarle

¿Por qué los estados están preocupados de regular el desarrollo de la Inteligencia Artificial?