Cuando más del 78 por ciento de quienes fueron a votar en el plebiscito de octubre de 2020 se manifestó a favor de iniciar el proceso para cambiar la Constitución, el resto del camino parecía predecible. Lo que seguiría sería la elección e instalación de una Convención Constitucional que trabajaría para proponer al país un borrador de carta magna para reemplazar a aquella que una mayoría tan abrumadora de chilenos quería cambiar. Pero a medida que el fin del trabajo se acerca, las encuestas han indicado que las cosas no necesariamente saldrán así. Según las últimas encuestas, casi tres de cada 10 personas que aprobaron la idea de escribir una nueva constitución se están inclinando, hasta el momento, por la opción de rechazar el resultado del trabajo de la convención.
Se trata de un fenómeno relativamente reciente: hasta antes de marzo ningún sondeo daba posibilidades al rechazo en el plebiscito del próximo 4 de septiembre. Ahora, las distintas fuerzas políticas empiezan a diseñar estrategias con la convicción de que ningún resultado está asegurado. Partiendo por el gobierno, que según reconoció el propio presidente Gabriel Boric hace un poco más de una semana, se prepara para un eventual escenario donde el borrador constitucional sea rechazado. De acuerdo a los cálculos del ejecutivo, cerca del 40% de quienes votaron apruebo en 2020 ahora está indeciso o se inclina por rechazar.¿Quiénes y cómo son estos votantes? Un estudio de la firma Cadem publicado por La Tercera Domingo entrega interesantes pistas sobre el electorado en el centro de toda esta historia. Sobre este trabajo conversamos hoy en El Café Diario con Sebastián Rivas, editor de La Tercera.