En las masivas movilizaciones desatadas en el país desde el 18 de octubre, llamó la atención la ausencia de banderas de partidos políticos. Pero también la presencia de las banderas de las principales barras de los equipos chilenos. En la estatua del General Baquedano, la Garra Blanca y Los de Abajo compartían espacio y regalaban imágenes que en un estadio serían impensables. Pero no fue su única figuración en la crisis socia. Su boicot al reinicio del campeonato profesional de fútbol en el país, con presiones y amenazas, comenzó a levantar suspicacias sobre su papel en las movilizaciones y en la violencia. La detención de un menor de 16 años en La Florida acusado por participar en el atentado incendiario en la Estación Metro Pedrero aumentó las sospechas cuando se reveló que el estudiante pertenecía a una facción de la barra de Colo colo. ¿Existe realmente una conexión entre las barras y la violencia de estas semanas? ¿Cuál ha sido históricamente la relación entre las barras y la política? ¿Qué papel han tenido las barras bravas en estas movilizaciones sociales?