“Antes de que yo llegara, había causas detenidas en el Tribunal Constitucional por mucho tiempo, y ello llevó a una situación que, yo diría, estuvo al límite de la corrupción”, declaró María Luisa Brahm, presidenta del Tribunal Constitucional, en una entrevista en la pasada edición de La Tercera Domingo.
La reacción fue enérgica. Desde la Fiscalía se anunció la apertura de una investigación. Al interior del Tribunal, en tanto, las divisiones que se habían hecho evidentes con la propia elección de Brahm a mediados del año pasado llegaron derechamente al enfrentamiento. ¿Qué escenario espera ahora a un organismo que ya estaba siendo públicamente cuestionado?