En particular, las lesiones oculares provocadas por el uso indiscriminado de las escopetas antidisturbios fueron un foco central de las denuncias y de los informes de organizaciones internacionales de derechos humanos.
Pero hay un caso que se transformó en el emblemático: el de Gustavo Gatica Villarroel, el estudiante de 21 años que recibió dos perdigones en sus ojos y quedó completamente ciego durante una protesta en el sector de Plaza Italia el 8 de noviembre. ¿Quiénes son los principales sospechosos y cómo avanza esa investigación?