El inédito proceso de instalación de una asamblea de ciudadanos electos para escribir una nueva constitución para Chile ha entregado varias señales. Aunque naturalmente aún no ha empezado a discutir los asuntos para los cuales fue creada, y ni siquiera ha comenzado a ponerse de acuerdo respecto del reglamento que regirá su funcionamiento, la declaración aprobada el jueves instando a la liberación de los imputados y condenados en las protestas del estallido social y la desmilitarización del Wallmapu y la liberación de los llamados “presos políticos mapuche” entregó pistas sobre las lógicas, clivajes y alianzas que comienzan a emerger como posibles patrones para lo que sigue.

¿Qué conclusiones podemos sacar de la primera semana de la Convención Constitucional?