Este fin de semana, un reportaje de La Tercera Domingo reveló que uno de los vicepresidentes de la convención constitucional, Rodrigo Rojas Vade, había mentido respecto de su enfermedad, y nunca había padecido de cáncer. Rojas Vade, que saltó a la prominencia pública al participar en las protestas del estallido social con pancartas alusivas e implementos relacionados con su supuesto tratamiento por una leucemia, admitió ante los cuestionamientos de La Tercera que había mentido durante todo el tiempo y señaló que, sorprendido en su farsa, sentía que debía retirarse de la Convención.Ayer por la tarde, la mesa ampliada de la Convención Constitucional anunció que había aceptado la renuncia de Rojas Vade a su vicepresidencia. Sin embargo, no está contemplado un mecanismo formal de renuncia a la Convención, y la ley plantea que, al ser independiente, no correspondería su reemplazo en caso de que cesara en su cargo.
Es sin duda un golpe duro a este órgano inédito que ya lleva dos meses de funcionamiento, y que el sábado hizo su cuenta pública resumiendo los avances logrados en este período.
En este episodio de Crónica Estéreo, repasamos algunos de los mitos y verdades del trabajo de la Convención Constitucional. Por ejemplo ¿están los constituyentes sobrepasándose en sus funciones? ¿Es difícil el diálogo y llegar a acuerdos? ¿Están atrasados en el trabajo para el cual han sido convocados? ¿Y por qué están pidiendo más dinero?