Osorno: El eslabón más débil
Un hombre, una noche. El 11 de julio, un operario de la planta Caipulli de Essal cometió un error que dejó a Osorno sin agua potable durante once días y desataría una crisis sanitaria, social y política que aún no se extingue. En una ciudad cuyos habitantes aún desconfían del agua que sale al abrir la llave y de las palabras de las autoridades, la pregunta sobre las responsabilidades y el castigo a la empresa sigue vigente. Una investigación judicial está en curso y la eventualidad caducidad de la concesión a la empresa sanitaria sigue evaluándose ¿En qué condiciones trabajaba el funcionario que cometió el error? ¿Cuál es su situación hoy?

COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
4.
No sigas informándote a medias 🔍
Accede al análisis y contexto que marca la diferenciaNUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mes SUSCRÍBETE