El próximo domingo, los peruanos votarán en la segunda vuelta de sus elecciones presidenciales. Las opciones: Pedro Castillo, el candidato de ultraizquierda de Perú Libre que irrumpió como un rechazo a los partidos y la política tradicional, y Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, acusada por la fiscalía de su país de lavado de dinero y obstrucción a la Justicia. El discurso y las disruptivas propuestas económicas de Castillo ha despertado el temor del establishment peruano, ha puesto en suspenso varios planes de inversión y ha hecho que Fujimori sume apoyos importantes por ser considerada el “mal menor”.Al mismo tiempo, la perspectiva de votar por Keiko, hija del gobernante más controvertido, divisorio y determinante de la historia reciente de su país, constituye un dilema casi existencial para los numerosos antifujimoristas peruanos. ¿Cómo llegan ambas campañas a esta recta final?