En un mundo sin Covid-19, el pasado 26 de abril los chilenos habríamos votado si aprobábamos o rechazábamos la idea de reemplazar la constitución, y eventualmente habríamos decidido sobre el mecanismo para hacerlo. Por supuesto, la historia es otra.

La pandemia llevó a posponer el plebiscito constitucional para el 25 de octubre. Y aunque faltan aún cuatro meses para eso, la incertidumbre, o al menos la pregunta sobre ese proceso parece estar instalándose, alimentada en parte por la rudeza de las cifras del implacable avance del coronavirus en nuestro país.

La última de las propuestas al respecto fue presentada ayer por el centro de estudios Espacio Público, y comprende aspectos que van desde la campaña electoral hasta la organización en los locales de votación.

¿Podemos votar en octubre? ¿Cómo deberíamos hacerlo si no queremos transformar el proceso en un evento de contagio masivo? ¿Cómo lo han resuelto otros países?

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