Hace una semana, representantes del gobierno venezolano y de la oposición volvieron a sentarse en torno a una mesa para intentar acercar posiciones en busca de un entendimiento que dé una salida a la crisis política y social en ese país. Con México como sede, con el gobierno de Noruega como mediador y con Estados Unidos y Europa apoyando la instancia, ambas delegaciones comenzarán el trabajo propiamente tal a partir de la próxima semana.

El régimen de Maduro llega apremiado por las sanciones internacionales y el aislamiento, esperando que el abrirse a estas negociaciones signifique un levantamiento de esas medidas de presión. La oposición, reunida en torno a la llamada Plataforma Unitaria, busca la realización de elecciones libres. El primer hito que asoma en el calendario son los comicios regionales y municipales el 21 de noviembre.

Es la quinta vez que ambas partes intentan llegar a un acuerdo. Las últimas mesas de negociación, en 2018 en República Dominicana y en 2019 en Barbados, fueron sonados fracasos.¿Podría ser distinto esta vez?

¿Con qué ánimo y expectativas llega la oposición venezolana?