Acuerdo de pensiones tambalea en la Cámara: Frente Amplio e Independientes-PPD buscarán reponer medidas anti-AFP
La Cámara Baja es la etapa en la que el proyecto corre más riesgos. Los diputados del partido del Presidente Boric acordaron buscar alternativas para reponer el articulado que divide a la industria previsional, entre sociedades inversoras y administradoras.
Hasta el momento, el piso de apoyos en el Senado está asegurado.
Sin embargo, un escenario distinto hay en la Cámara, donde el acuerdo logrado por el gobierno y los senadores de Chile Vamos en torno a la reforma de pensiones tendrá que enfrentar un inesperado flanco en las filas del oficialismo, además de algunos descuelgues declarados en la UDI y RN.
En esta última etapa, el proyecto previsional corre más riesgos, ya que el Ejecutivo necesita 77 votos firmes, en cada una de las votaciones que se soliciten en la Cámara, para despachar a ley la reforma. Hasta ayer en la tarde, la mesa de la Cámara estaba inclinada por realizar esta ronda de votaciones en sala el próximo sábado, una vez que llegue la iniciativa del Senado.
Si bien inicialmente había dudas de la reacción que tendría el PC ante el acuerdo -que permite la continuidad de las AFP-, hasta ayer la colectividad que preside Lautaro Carmona, figuraba como la más alineada del oficialismo detrás del pacto, en un claro voto de confianza a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC).
El problema es que la rebelión de diputados está creciendo en las filas del Socialismo Democrático (PPD, PS, liberales y radicales), mientras que los diputados del Frente Amplio, en conversaciones de bancada de este martes, acordaron buscar alternativas para reponer el articulado que divide a la industria de las AFP, entre sociedades inversoras y administradoras.
Esta separación ya había sido aprobada por la Cámara en su primer trámite y era un tema demandado por legisladores de izquierda como señal política en contra de las AFP, con el fin de permitir que el Estado pudiera entrar a jugar un rol más protagónico en sociedades de inversión. No obstante, en las negociaciones con la derecha, el gobierno -a través de sus indicaciones- accedió suprimir ese articulado.
“Nos parece un punto complejo de la negociación que se haya abandonado la participación pública en las inversiones, lo que efectivamente le permite a la ciudadanía tener libertad de elegir y que es algo que se había aprobado originalmente en la Cámara de Diputados. Hoy nos encontramos con la sorpresa de que es un elemento que no ha sido incluido. Por lo tanto, estamos reflexionando cómo, efectivamente, podría esto ser discutido en una comisión mixta que permita dirimir las diferencias entre ambas cámaras”, dijo el diputado Andrés Giordano (Frente Amplio).
En la Comisión de Trabajo del Senado, los senadores Claudia Pascual (PC), Juan Ignacio Latorre (FA) y Alfonso de Urresti (PS), también intentaron reponer la separación de la industria, pero no tuvo apoyo en esa instancia.
En vista de que esta medida no logrará reponerse en la sala del Senado, los diputados del Frente Amplio pretenden rechazar ese cambio cuando la reforma llegue a la Cámara para derivar este tema a una comisión mixta. Esta instancia se conformaría por cinco senadores y cinco diputados para tratar de resolver los nudos de la discusión.
Esa jugada, sin embargo, podría extender el trámite de la reforma, lo que complicaría los planes del Ejecutivo de sacar la reforma antes del receso legislativo de febrero.
En el gobierno temen que el piso de respaldo -que hoy ya es inestable-, se podría desarmar en la comisión mixta, riesgo que aumenta si es que la tramitación de la iniciativa se extiende hasta marzo.
La ofensiva que iniciará el Frente Amplio, además, amenaza con desordenar aún más el convulsionado cuadro en el oficialismo.
El caso de la bancada Independiente-PPD es uno de los más evidentes. Entre sus nueve integrantes, hay seis que tienen serias dudas del acuerdo y están evaluando derribar las medidas que favorecen a las AFP: Jaime Araya, Cristián Tapia, Marta González, Héctor Ulloa, Carlos Bianchi y la misma jefa del comité, Camila Musante. Todos ellos son independientes, por lo tanto, tienen cierta autonomía respecto de las directrices de la directiva del PPD, que a través de su presidente, el senador Jaime Quintana, pidió cuidar el acuerdo.
“El beneficio de la Pensión Garantizada Universal (PGU) es insuficiente”, comenta, sin embargo, el diputado Ulloa (indep. PPD).
En la bancada PS, en tanto, si bien hay un mayor alineamiento, ya hay tres disidentes, todos ellos militantes: Marcos Ilabaca, Danisa Astudillo y Emilia Nuyado.
Dentro de los radicales, Tomás Lagomarsino ya declaró que si el gobierno no reponía el autopréstamo con fondos previsionales, votaría en contra. Alexis Sepúlveda es otro de los disconformes con el acuerdo.
Por su parte, los cinco integrantes del grupo liberal, Vlado Mirosevic, Luis Malla, Sebastián Videla, Alejandro Bernales y Viviana Delgada, están “en reflexión” y es probable que el miércoles fijen una postura tras una reunión con expertos y economistas.
Más descuelgues
En Chile Vamos -que está soportando una fuerte presión de los republicanos y socialcristianos, que ya anunciaron su voto en contra- también se están produciendo descuelgues.
En la UDI, el principal disidente es el diputado Cristián Labbé y ayer se sumó su par Sergio Bobadilla. En esa bancada admiten que podría haber otros dos desmarques más.
En RN, en tanto, se estima que los díscolos podrían ser entre cuatro y cinco. Una de ellas es la diputada Camila Flores.
Por su parte, en el grupo Evópoli-Independientes, Christian Matheson se declara en reflexión.
En las fuerzas no alineadas también hay resistencia. En la DC, el principal crítico es Ricardo Cifuentes, mientras que los independientes Pamela Jiles y René Alinco también están por rechazo. Rubén Oyarzo, en tanto, al igual que Lagomarsino condicionó su voto a que haya posibilidad de un autopréstamo.
Los Demócratas, liderados en la Cámara por Joanna Pérez, también podrían no plegarse al acuerdo.
Todo ese ruido ambiente añade suspenso, ya que deja al gobierno con escaso margen de votos a favor. Incluso, en la mesa de la Cámara ya están previendo la necesidad de legislar la próxima semana debido a la mencionada comisión mixta.
Calendario complicado
Al menos, la reforma ha ido sorteando con relativo éxito los escollos legislativos. El pasado lunes en la noche, tras seis días de estudio, la comisión de Trabajo del Senado logró culminar la extenuante revisión técnica de las indicaciones presentadas por La Moneda que plasmaban el mencionado acuerdo.
Este martes en la tarde fue el turno de la comisión de Hacienda, que analizó las implicancias fiscales del pacto, tema sensible y en el que aún hay dudas en la oposición, en particular de la presidenciable de Chile Vamos, Evelyn Matthei (UDI).
Si es que la reforma logra sortear esa valla, se votaría el jueves en una jornada maratónica en la sala del Senado, donde al menos los 26 votos estarían asegurados, independiente de algunos rechazos y desmarques, por ejemplo de los senadores Alejandro Kusanovic (Ind. RN), María José Gatica (RN) y Pedro Araya (PPD).
El viernes, el proyecto pasaría a la Cámara de Diputados, donde la reforma tendrá que enfrentar su principal escollo legislativo, debido a las disidencias que han aflorado de lado y lado y en particular por la negativa rotunda de la bancada del Partido Republicano, que hoy tiene 13 legisladores.
Esta rama del Congreso ya tiene casi decidido sesionar el sábado, en la medida que la iniciativa sea solicitada para su revisión por parte de las comisiones de Trabajo, presidida por Luis Cuello (PC), y de Hacienda, encabezada por Carlos Bianchi (independiente asociado al grupo PPD).
Por ello, si la tramitación es derivada a una comisión mixta, la única alternativa es que el Presidente Gabriel Boric cite forzosamente al Congreso a sesionar la próxima semana para tratar de sacar la reforma antes del receso de febrero.
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