Boric anticipa salida de Araos de Redes Asistenciales para contener crisis por virus respiratorios

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Fernando Araos, exsubsecretario. AP Photo/Esteban Felix

Las advertencias de Chile Vamos ante la acusación constitucional impulsada por el Partido Republicano en contra de la ministra de Salud, Ximena Aguilera, que hicieron directamente al Presidente Boric, y la presión del propio oficialismo terminaron por apurar una renuncia que, de todas formas, era inevitable. El Mandatario nombró en su reemplazo a Osvaldo Salgado, quien ya ejerció el cargo en el gobierno de Ricardo Lagos. La jugada tuvo resultados: el juicio político contra la titular de Salud quedó suspendido.


Antes de las 11 horas de este martes, el Presidente Gabriel Boric ya había hablado por teléfono con el entonces subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos. Ese llamado selló una decisión que el Mandatario pretendía dilatar, pero entendía que -tarde o temprano- iba a tener que tomar: aceptar la renuncia a la cuestionada autoridad, cuyos últimos días estuvieron marcados por sus errores no fozados en el manejo de la crisis hospitalaria.

En su reemplazo, el Jefe de Estado designaría a quien ejerció su mismo cargo durante el gobierno del expresidente Ricardo Lagos, el doctor Osvaldo Salgado (PS).

La determinación se tomó temprano, pero no estaba -según distintas fuentes del gobierno- en el diseño original de la agenda del Mandatario. El lunes, en Palacio afirmaban que -de momento- el Presidente estaba inclinado por no remover a Araos, aunque aseguraba que la evaluación era día a día. La propia ministra de Salud, Ximena Aguilera, le había transmitido el lunes que no era lo mejor hacer cambios ad portas del peak del colapso del sistema de salud público. Esa era la tesis que primó, al menos, por unas horas más.

Tanto era así que el subsecretario Araos viajó, junto a Aguilera, hasta Valparaíso la noche de este lunes con el objetivo de prepararse para la intervención que haría ante la Cámara de Diputados este martes, en una sesión especial justamente convocada para exigir cuentas ante la crisis. A última hora del lunes, incluso ambos cenaron con parlamentarios oficialistas en el Restaurante Portofino para abordar lineamientos.

En esa cita -que se extendió por cerca de dos horas-, la ministra Aguilera constató que el margen para seguir respaldando a Araos se estrechaba cada vez más. Según presentes en la reunión -a la cual acudieron Jaime Sáez (RD), Helia Molina (PPD), Francisca Bello (Convergencia Social), Danisa Astudillo (PS), Ana María Gazmuri (Acción Humanista), Tomás Lagomarsino (radical), Hernán Palma (PH) y Matías Ramírez (PC)-, los legisladores advirtieron a la secretaria de Estado que si el subsecretario Araos seguía en sus funciones sería ella quien pagaría los costos políticos.

Las mismas fuentes señalan que se le transmitió que lo mejor era descomprimir el escenario y sacar a Araos, porque si bien la UDI y RN se habían desmarcado públicamente de la acusación constitucional que impulsaba a esas alturas el Partido Republicano, bajo cuerda reconocían que no sería fácil contener los apoyos de esas bancadas en algunas semanas más, menos aún si es que se seguía agudizando la situación de colapso del sistema de salud y la crisis cobraba más vidas.

“Se planteó que ante la amenaza de la acusación no era posible salvar a ambas autoridades y que para el gobierno lo más recomendable era cuidar a la ministra”, dijo a La Tercera uno de los legisladores que participó del encuentro.

Esas advertencias también llegaron al teléfono del propio Presidente. Desde Chile Vamos más de un dirigente le transmitió a Boric que si Araos permanecía en su cargo probablemente parlamentarios del sector se plegarían al libelo acusatorio, sobre todo, porque había varios en la derecha tentados en asumir una postura más dura -como la que defendió el Frente Amplio durante el gobierno de Sebastián Piñera por su manejo de la pandemia-, impulsando un juicio contra Aguilera.

Las razones y el anuncio presidencial

En La Moneda reconocen que las advertencias de la derecha fueron uno de los factores determinantes para apurar la salida de Araos, definición que el Presidente conversó antes con la titular del Minsal. El Jefe de Estado llegó a la convicción, dicen las mismas fuentes, que la autoridad se había convertido en una “piedra en el zapato” y que cualquier gestión que se hiciera para contener la crisis iba a encontrar resistencia en la oposición. Por eso, con cabeza fría, optó por cerrar el flanco político.

Y algo de eso dejó entrever el propio Presidente, quien anunció personalmente a los medios de prensa -pasadas las 13.30 horas- su decisión.

Quiero informarle al país que he decidido aceptar la renuncia del subsecretario Fernando Araos, a quien agradezco su gestión durante este período. En momentos como este lo más importante son las personas, y como país necesitamos que nada nos distraiga en el objetivo superior que es garantizar la salud de todas y todos los chilenos (...). Las responsabilidades, por cierto, tienen que hacerse valer y cuando hay situaciones políticas que dificultan el trabajo, por cierto, esa responsabilidad tiene que hacer valer y eso es lo que estamos haciendo ahora”, dijo el Mandatario desde La Moneda.

Y agregó: “Si hay más responsabilidades que establecer, con las investigaciones que correspondan, se llevarán adelante, que no les quepa duda, pero acá lo importante es hacerse cargo de la emergencia, de la urgencia y de la salud de nuestros niños, niñas y de todos los chilenos y chilenas”.

Que fuera él quien anunciara la salida de un subsecretario llamó la atención de algunos en Palacio, donde se abrió un debate sobre si tenía que ser el Jefe de Estado quien comunicara la medida. Ante la magnitud y sensibilidad de la crisis, dicen las mismas fuentes, se decantó finalmente por ese diseño.

La señal del Presidente tuvo efectos inmediatos. En el Congreso, incluso antes de que Boric hablara, ya celebraban la salida de Araos. La derecha en bloque valoró la determinación y los republicanos dejaron suspendido un eventual juicio político en contra de la ministra de Salud.

La decisión, en todo caso, no fue fácil para el Presidente. Según fuentes de Palacio, Boric tenía una buena evaluación -más allá de la contingencia- de la gestión de Araos. Entre otras, destacaba su rol en la reducción de las listas de espera y la política de Copago Cero. Sin embargo, los hechos de los últimos días sellaron su suerte.

Por una parte, que solo tras la muerte de una lactante la semana pasada hubiese pedido el aumento de camas pediátricas UTI y UCI y, por otra, que el subsecretario hubiese entregado información inexacta. Esto último, asegurando que sí se había llamado a la Clínica Las Condes para derivar a una lactante de seis meses que falleció el pasado 6 de junio en San Antonio, lo que finalmente no era efectivo y lo forzó a abrir un sumario administrativo.

Otro elemento que tenía complicado a Araos, según señalan en La Moneda, fue la falta de piso interno entre los funcionarios del Ministerio de Salud, lo que quedó en evidencia tras una declaración de las asociaciones. Ese gesto lo dejaba en una posición crítica también como jefe de servicio.

“Es claro que había una situación de mucha tensión y eso lo motivó a presentar su renuncia (...), ahora hay que enfocarse en lo que viene, seguir enfrentando la situación de los virus respiratorios”, dijo la tarde de ayer Aguilera.

Pese a todo, ya estando renunciado, el subsecretario cumplió durante la mañana su última gestión: se reunió con Enrique Jiménez -el director del Hospital Claudio Vicuña de San Antonio, donde falleció la lactante la semana pasada-, a quien le reiteró la apertura de una investigación para determinar responsabilidades.

Araos representaba el último bastión del poderío de la exministra del Interior Izkia Siches en cargos de primera línea del gobierno del Presidente Gabriel Boric. En 2020, el exsubsecretario corrió como consejero regional metropolitano junto a la otrora secretaria de Estado cuando buscaba la reelección a la presidencia del Colegio Médico.

También es cercano al jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi, cuya hermana, Francisca Crispi, es presidenta de ese organismo en Santiago. Según fuentes de ese entorno, Araos había tejido una buena relación con el propio Mandatario a través de su exjefe de gabinete Matías Meza-Lopehandía.

Su salida también le da aire a Aguilera, según reconocen en el oficialismo. Además de descomprimir su gestión, deja atrás los errores no forzados que ella misma ha cometido durante la últimas semanas.

La secretaria de Estado emitió declaraciones que fueron ampliamente criticadas al señalar que, de haber habido una cama, la lactante fallecida tampoco habría sobrevivido. Mientras que el domingo también entregó información inexacta sobre por qué no se cumplieron los protocolos de derivación en el marco de la emergencia sanitaria.

La despedida de Araos y los nexos de Salgado

Tras volver de la Región Valparaíso, Araos se dirigió al Ministerio de Salud. Ahí -pasadas las 16.30- se despidió de los funcionarios de la repartición que lideró por un año y tres meses, y que desde este miércoles encabezará Osvaldo Salgado.

Fuentes del Minsal aseguran que junto al exsubsecretario, todo su gabinete habría presentado su renuncia.

Su reemplazante es militante del PS y su nombre es reconocido de manera transversal. Fue subsecretario de Redes Asistenciales durante el gobierno de Lagos y también ejerció como director del Servicio de Salud Metropolitano Sur en el mandato de Michelle Bachelet.

“Conoce muy bien el sistema, porque en este momento no hay espacio para curvas de aprendizaje, hay que llegar a actuar”, dijo Boric ayer al anunciar su designación, agregando que confía en que la experiencia del doctor Salgado y sus credenciales transversales darán garantía a toda la población y serán un aporte importante en materia de gestión al Ministerio de Salud”.

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