Boric anunció que no habrá militantes de la Democracia Cristiana en el nombramiento de subsecretarios
En su primera entrevista televisiva, el futuro mandatario se explayó sobre diversas temáticas que deberá afrontar cuando asuma el poder el próximo 11 de marzo. Adelantó que no está dentro del programa propiciar futuros retiros previsionales, no renovará el Estado de Excepción en La Araucanía, y definió que la pandemia y la presencialidad en las aulas serán sus prioridades para los primeros cien días de gobierno.
Restan 46 días para que Gabriel Boric Font asuma oficialmente como Presidente de la República. Con la designación de los ministros de Estado, y próximamente, con el nombramiento de los subsecretarios, el mandatario electo definirá a quienes inicialmente lo acompañarán en el nuevo proyecto que tiene como protagonista al bloque Apruebo Dignidad, que deberá lidiar con trascendentales desafíos como la pandemia, conseguir una mayor recaudación fiscal y enfrentar el conflicto en la Región de la Araucanía.
En este contexto, el aún diputado por Magallanes, concedió su primera entrevista televisiva en el programa Tolerancia Cero, instancia en que abordó estas y otras temáticas, iniciando con la conformación de su gabinete, que internacionalmente ha sido calificado como “moderado”, y las eventuales problemáticas que podrían existir entre sus personeros más cercanos y algunas figuras ligadas a la “exConcertación” presentes en las secretarías de Estado, en torno a los lineamientos y la sintonía con el programa de gobierno.
“Ningún partido, ni de Apruebo Dignidad ni de Convergencia Progresista, me puso ninguna exigencia sobre la mesa a la hora de nombrar el gabinete. He escuchado muchos mitos de que en administraciones anteriores se decía que había que poner un ministro de tal sector o sino se hacía un escándalo. Ninguno, ni de Apruebo Dignidad, ni de Convergencia Progresista me dijo: ‘yo quiero este cargo con esta persona’, tuvimos total libertad para el diseño del gabinete. Yo lo discutí con un grupo de confianza y finalmente tomé la decisión a conciencia y eso es lo que se ha expresado en el gabinete presentado”, sostuvo.
Las dudas sobre Marcel
Principalmente, las miradas apuntaban al futuro ministro de Hacienda, Mario Marcel, a lo que Boric aseveró que “cuando se caricaturizan las posiciones se pierde la complejidad de los argumentos y de las trayectorias vitales. Mario Marcel, como él mismo se define, es una persona socialdemócrata (…) y creo que está comprometido con la creación de un Estado que garantice derechos sociales universales sin importar el tamaño de la billetera de la persona que la condición de origen, y eso es lo importante”.
Respecto al programa, y ante eventuales desavenencias que pudieran surgir con el Partido Comunista, explicó que “el programa es importante no para el PC, sino que para mí, para todos los ministros y para toda la coalición que nos apoya. Por lo tanto, no hay un guardián específico, del programa. Nosotros le presentamos un programa a la ciudadanía y ese es nuestro vínculo con la gente en Chile. Conversamos con el nuevo ministro de Hacienda, Mario Marcel, sobre esto, y él adhiere plenamente a los lineamientos programáticos que se expresan en este documento”.
El futuro mandatario aclaró que el expresidente del Banco Central no realizó petición alguna para aceptar el cargo, como tampoco habría puesto condiciones para “modificar o renunciar a ninguno de los aspectos de nuestro programa”, por lo que aseguró que existen objetivos en común centrados en la convergencia fiscal y en las dificultades económicas que puedan advenir durante el primer año.
“Vamos a tener un primer año muy desafiante, un segundo año con expectativas de crecimiento muy bajas, entre cero y uno por ciento, según plantean desde las instituciones respectivas y el cómo vayamos a desarrollar nuestro programa va a depender mucho de la seriedad con que hagamos las cosas (…) Temas que van a ser difíciles como la condonación de la deuda histórica de los profesores, que para nosotros es un compromiso, hemos estado trabajando en conjunto con las organizaciones de profesores y profesoras jubiladas que sufrieron un robo por parte del Estado y en buscar la manera de compensar esta deuda histórica para que sea viable para el Fisco. En materia del CAE (Crédito con Aval del Estado) lo que hemos planteado es que tenemos que buscar el mejor mecanismo para que en condición a las condiciones que tenemos podamos realizarlo sin un déficit de otros sectores, pero las maneras cómo se hace van a ser motivo de conversación para lograr el objetivo”, acotó.
Los primeros cien días
Sin duda, las metas y desafíos que se tracen en los primeros cien días son una prueba de fuego para la administración entrante, y en aquel sentido, Boric aclaró que sus ejes prioritarios serán lidiar con las adversidades que en los últimos meses ha significado la pandemia para el país, lo que viene de la mano con que se concrete la presencialidad en las aulas de los recintos educacionales.
“Hay algunas cosas que son ineludibles, como continuar con el enfrentamiento de la pandemia, recoger lo bueno que se ha hecho en este gobierno y mejorar lo que se tenga que mejorar. El proceso de vacunación es un activo de Chile que debemos mantener. Uno de los principales desafíos es el tema de la educación, por el daño que se ha producido por la pandemia a una generación entera, donde la brecha educacional se ha agrandado y se ha generado un daño terrible. Debe ser de nuestras principales preocupaciones y en conjunto de todos los actores vinculados, vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que los colegios abran en marzo. Uno no controla la pandemia, pero tenemos que conversar con todos quienes sean necesario para que la presencialidad sea la regla”, dijo.
Asimismo, sumó a sus prioridades económicas el iniciar el diálogo para la creación de un pacto tributario, tanto con pymes y el gran empresariado, y cuyo protagonista de esta misión será el ministro Marcel.
“Uno de los primeros mandatos va a ser el diálogo para realizar este pacto tributario donde converjan organizaciones sociales, el gran empresariado, las pymes (…) por supuesto que el nuevo pacto tributario tiene que venir por una mayor recaudación de quienes tienen más ingresos en Chile (…) Hay un consenso en que debemos hacer un nuevo royalty, ya que la mayoría de los contratos vencen en 2023 y ahí también va a haber un trabajo en donde las grandes empresas, no solamente de la minería, sino que los grandes capitales extranjeros en general, que entienden que es necesario un nuevo pacto tributario en Chile”, indicó, aunque no estableció plazos para concretar este pacto tributario, arguyendo que dependerá de la situación del “avance de la pandemia”.
“No vamos a comenzar renovando el Estado de Excepción en La Araucanía”
También, dentro de sus primeros cien días, el Presidente electo manifestó su preocupación por la compleja situación de violencia que aqueja a los habitantes de la Región de La Araucanía, siendo uno de sus propósitos comenzar las gestiones de diálogo con las comunidades y organizaciones, para lograr conciliar el conflicto, y poder encontrar soluciones en el corto y mediano plazo.
“La Araucanía y el Wallmapu, sin lugar a dudas es una herida abierta, un dolor quemante. La violencia no es el camino y seguir realizando lo que se ha hecho hasta ahora, desde mi punto de vista, no ha colaborado a avanzar hacia una solución, por lo tanto, tenemos que innovar en ello, componer confianzas y creo que hay que ser menos grandilocuente y hacer más”, precisó.
No obstante, enfatizó que la renovación del Estado de Excepción en dicho territorio no es una solución al problema de fondo, por lo que no lo considera como una opción dentro de las decisiones que deberá adoptar junto con la futura ministra de Interior, Izkia Siches.
“Uno nunca tiene que descartar las herramientas que le provee el Estado de Derecho, pero creo que esto no ha sido una solución, y un Estado de Excepción no se puede ir normalizando. Cuánto tiempo llevamos ya en Estado de Excepción en La Araucanía y si bien uno puede hacer un conteo de que ha habido un par de menos atentados, pero cuando sigues teniendo vidas en juego, enfrentamientos y se siguen alejando las diferentes posiciones uno dice que esto no nos está sirviendo para alcanzar el objetivo que creemos que es la paz, el reconocimiento, el encuentro. Nosotros no vamos a comenzar renovando el Estado de Excepción en La Araucanía”, propuso.
Consultado por las tratativas con la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), sostuvo que “voy a dialogar con todos quienes estén por el camino de la paz. Vamos a tener las conversaciones que sean necesarias para llegar a una solución”.
Declaraciones del general Cuellar
A la vez, también se refirió a las polémicas declaraciones emitidas por el jefe de la Defensa Nacional en La Araucanía, general de Ejército Luis Cuellar, tras los homicidios del agricultor Joel Ovalle y el trabajador forestal César Millahual en ataques armados, donde calificó de cobardes a los autores de los crímenes y los invitó a enfrentarse con el personal uniformado
“Quienes tienen la atribución exclusiva del uso de la fuerza en un Estado tienen que ser el triple de cuidadosos en sus declaraciones. Uno puede tratar de entender el sentido, nadie desea que alguien se enfrente a personas desarmadas, pero alguien con el monopolio exclusivo de las armas, subordinado además al poder civil no puede dar declaraciones de esas características”, aseguró.
“En las subsecretarías no van a haber militantes de la DC”
Incertidumbre existe también en torno a la definición de quiénes conforman la “centro-izquierda”, por la relación y la búsqueda de acuerdos que deberá tener el mandatario con las bancadas que integran dicho bloque, y las posibles diferencias para impulsar las políticas programáticas, teniendo en cuenta que no existe una mayoría concreta en ambas cámaras del Parlamento.
Al respecto, Gabriel Boric arguyó que “ponernos en una definición que es demasiado estrecha, muchas veces nos limita, pero hay una discusión teórica de más largo aliento. Hemos invitado a personas a ser parte del gobierno que comparten sensibilidades de izquierda y de centro-izquierda, y para poder implementar nuestro programa tenemos que cruzar el (río) Rubicón, y eso producto de las características del Parlamento y de la sociedad chilena, lo que implica ir más allá de Apruebo Dignidad”.
Esta situación atañe a la Democracia Cristiana, donde ninguno de los militantes formó parte del gabinete, como tampoco integrarán el listado de subsecretarios, según adelantó el próximo jefe de Estado.
“Hay una decisión que debe tomar la misma Democracia Cristiana de cuál va a ser su posición. Han manifestado un ánimo de colaboración, de oposición constructiva, eso lo valoro mucho (…) Pero las declaraciones de la mayoría de sus dirigentes fueron de que ellos no estaban pensando ser parte del gobierno, lo que me parece muy bien y le da mayor coherencia al gobierno del cual estamos formando parte (…) En las subsecretarías tampoco van a haber militantes de la Democracia Cristiana. Es algo que ya hemos dialogado al interior de la coalición, lo comunicamos también a las presidencias de los partidos de la convergencia progresista”, subrayó.
En otro aspecto, y consultado sobre si la alianza con el Partido Socialista y el Socialismo Democrático, se proyecta en un corto, mediano o largo plazo, respondió que “depende de cómo nos vaya, esto no se puede decretar con antelación. Se está inaugurando un nuevo ciclo político en Chile que no está todavía plenamente definido”.
Agregó que “el gabinete responde a una constatación de la realidad, de que más allá de discursos, frases o tonos, nosotros como Apruebo Dignidad tenemos 37 votos de la Cámara de Diputados y cinco senadores y hay una convicción y necesidad de ampliar nuestra base de apoyo político. Eso no puede quitar de vista que esto no puede ser solamente una alianza de partidos, tenemos que pensar cómo incorporar a la discusión pública a las organizaciones sociales y a la ciudadanía que son las que han empujado y corrido las barreras de lo posible durante el último tiempo. Si va a ser para largo eso está por verse”.
Pandemia y vacunación
En el país se registra una alta tasa de contagios y la positividad alcanza el 13,61% a nivel nacional. Pese a ello, Boric declaró que no está de acuerdo con que las cuarentenas y el toque de queda vuelvan a ser la solución para enfrentar esta situación, aunque tampoco descartó que se pudieran adoptar estas determinaciones.
“Hay un cansancio y un agotamiento en diferentes dimensiones de la vida que es insoslayable, y lo último que deseamos es llegar a medidas tan restrictivas como las que vivimos durante el 2020 en todo el mundo y en Chile, con toque de queda largamente extendido, cuarentenas que fueron muy difíciles de llevar desde el empleo, la salud mental (…) Es algo que tenemos que evitar a toda costa, pero no puedo descartar categóricamente una medida específica porque no controlo la pandemia pero vamos a hacer todo lo posible por evitar llegar a eso”, dijo.
Por el stock de vacunas, aclaró que “lo que hemos conversado con el Presidente Piñera es que la cuarta dosis ya está asegurada y que vamos a continuar con la buena gestión que ha habido al respecto”.
En cuanto a priorizar el regreso a clases para el mes de marzo y ante eventuales roces con el Colegio de Profesores por la reapertura de colegios, el futuro Presidente detalló que “estoy dispuesto a comprarme cualquier problema para tratar de enfrentar la crisis que se va a generar que es de largo plazo. Pero espero en el Colegio de Profesores a un aliado, no lo voy a presentar como a mi principal adversario, los profesores van a ser aliados en esto y vamos a conversar con el gremio y sus organizaciones para facilitar el retorno a clases, todas las medidas de seguridad, mejorar las condiciones de infraestructura, tener planes de innovación respecto al aula, y ahí el ministro de Educación va a estar en esa dirección”.
Proyecto de indulto y retiros previsionales
Esta semana el Senado podría eventualmente despachar el proyecto de indulto para los presos del estallido social, aunque también existe la probabilidad de que este tema pueda ser resuelto en la próxima administración si es que existen observaciones por parte de la Cámara Alta.
Debido a aquello, Boric afirmó que “es un tema muy difícil de abordar, prefiero que en vez de las declaraciones que puedan generar simpatías o antipatías, lograr llegar a acuerdos, que muchas veces escapan de las grandes cámaras. Espero que el Senado lo despache. Uno no le puede decir a cada senador cómo tiene que votar, pero espero que esto tenga un resultado positivo. En este acuerdo, desde nuestro punto de vista, no se puede considerar dentro de la amnistía o el indulto a quienes siendo agentes del Estado cometieron graves violaciones a los derechos humanos. Es un punto que para nosotros es una línea roja. En el caso de no lograrse (el acuerdo en el Senado) tendremos que evaluar las atribuciones”.
Complementó además que “lo que hemos visto es que ninguna de las personas que están condenadas hoy está por destrucción a pymes o delitos de incendio y, por lo tanto, se pueden evaluar. Confío en que el Senado lo resuelva esta semana”.
Por otra parte, consultado respecto a la posibilidad de que el Parlamento propicie otro retiro previsional, recalcó que “vamos a hacer todos nuestros esfuerzos para que nunca más los trabajadores tengan que pagar con sus propios ahorros una crisis que es global. No está dentro de nuestro programa nuevos retiros, y en esto tenemos plena coincidencia con el ministro Marcel. Yo no voy a favorecer nuevos retiros”
En este contexto, más que actuar reactivamente, adelantó que se deberán generar las condiciones para que los retiros no vuelvan a ser una opción, como “recuperar el empleo de mujeres y jóvenes, mantener el IFE laboral, fomentar la creación de empleos formales para enfrentar la informalidad, recuperar las pymes y la economía”.
Derechos Humanos y delitos violentos
Una de las frases insignes que Gabriel Boric inmortalizó en los debates televisivos fue: “Señor Piñera, está avisado”, emplazando al actual mandatario sobre las presuntas violaciones a los derechos humanos que agentes del Estado perpetraron en el contexto del estallido social.
Al respecto, el todavía parlamentario por Magallanes expresó que “no me corresponde a mí hoy día en mi cargo de presidente electo de la República decir si alguien es culpable o no, eso le corresponderá a los tribunales internacionales y lo que vamos a hacer es poner todos los antecedentes a disposición para que, primero, la justicia chilena haga todos los esfuerzos para encontrar a todos los responsables, y si es que eso no es suficiente, elevarlo a tribunales internacionales (…) Vamos a colaborar en que haya justicia, pero no vamos a empezar una lógica de persecución de una u otra persona, sino que vamos a entregar todos los antecedentes a quienes corresponda para que haya verdad, justicia y para que no se imponga la impunidad”.
Finalmente, referido al aumento explosivo de delitos violentos, tales como homicidios por ajusticiamientos, personas baleadas, sicariatos y la presencia de bandas internacionales operando en Chile, el futuro jefe de Estado argumentó que entre las herramientas que empleará será “mejorar la eficacia de las policías en el combate al narcotráfico y al crimen organizado va a ser fundamental, o el mejorar la Ley de Control de Armas”.
“Yo no tengo una solución mágica a este problema. Sin lugar a dudas nos vamos a hacer asesorar por los mejores expertos en la materia, por la experiencia que han tenido en otros países, donde esto desgraciadamente ya es una realidad. En Chile todavía estamos a tiempo de evitarlo y para eso tenemos que ser muy duros y firmes. En esto no vamos a tener contemplaciones de mirarlo en menos, esto es gravísimo, está sucediendo, no lo desconozco, es incipiente con respecto a otros países de América Latina, pero ya es lo suficientemente grave como para actuar, e Izkia no me cabe ninguna duda que va a jugar un rol de liderazgo tremendamente importante en colaboración con las policías”, sentenció.
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