Boric concluye gira en Nueva York y reconoce que triunfo del Rechazo en 2022 fue un “parteaguas” que lo obligó a reajustar prioridades

Dos noches y tres días estuvo el Presidente Gabriel Boric en Nueva York, Estados Unidos, en el marco de su participación en la 79° Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Ante el ente internacional, el Mandatario habló en cuatro oportunidades, enfocando sus discursos en crisis regionales y política internacional. Pero este miércoles fue distinto. Durante su última jornada en la Gran Manzana, Boric expuso en un foro ante estudiantes de la Universidad de Columbia, en Alto Manhattan. Allí, a diferencia de los días anteriores, su tono se concentró en políticas internas de su administración.

En particular, especial atención se posó sobre su alocución, cuando fue consultado por la moderadora del evento -Victoria Murillo-, en torno a la experiencia de procesos constitucionales que experimentó Chile desde el segundo gobierno de Michelle Bachelet y que llegaron a su momento culminante con el triunfo del “Rechazo” en 2022 y del “En Contra” en 2023.

“Quienes votamos Apruebo somos también en parte responsables del resultado de haber perdido esa primera elección”, dijo en un momento el Mandatario, para luego afirmar que el triunfo del “Rechazo” a la propuesta de nueva Carta Fundamental emanada de la Convención Constitucional -con amplia mayoría de izquierda- fue un “parteaguas” para su gobierno e implicó un “reajuste” de “las prioridades”.

“Lo que nosotros nos habíamos imaginado y un poco el espíritu con el que se había llegado al gobierno, tenía mucho que ver con eso. (...) A mí me parece bien que uno sea capaz, cuando cambia la realidad, de no seguir pegándose contra un muro. Hubo que ajustar las prioridades, porque el mismo pueblo chileno te lo estaba exigiendo”, indicó.

Aquella tesis ha sido resistida en parte de la coalición gobernante, en particular en aquellos sectores del Frente Amplio -partido de Boric- y el Partido Comunista que han buscado defender el programa con el que esta administración llegó a La Moneda.

Por ello, los dichos de Boric toman relevancia, justo en momentos en los que dentro del Congreso se han empujado ideas centrales de las promesas de campaña, como la condonación de la deuda educativa generada por el Crédito con Aval del Estado (CAE) o una reforma al sistema de salud.

El Jefe de Estado también se refirió al también fallido Consejo Constitucional, que, a diferencia del proceso de 2022, tuvo una amplia mayoría de derecha.

En esa línea, el Mandatario evitó definir como procesos fracasados los dos espacios que se generaron para intentar modificar la Constitución. Por eso, recalcó que no se llegó a puerto en ninguna de las dos ocasiones, “porque las mayorías circunstanciales que dominaron los dos procesos constituyentes se alejaron mucho del sentido común de la mayoría del pueblo”.

Durante su exposición en Alto Manhattan, el Jefe de Estado también reforzó materias como la defensa de los símbolos patrios, el accionar del gobierno en salud y sus críticas a las violaciones de derechos humanos en zonas como Venezuela o la Franja de Gaza.

El lunes Boric llegó a Norteamérica y regresó este miércoles en la noche, por lo que está contemplado que aterrice en Santiago a primera hora de este jueves.

Durante su estancia en Estados Unidos -la sexta vez que visita el país en calidad de Presidente-, el Mandatario sostuvo cuatro reuniones bilaterales en la ONU. En esa línea, se encontró con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el jefe de Estado de Guatemala, Bernardo Arévalo. Sin embargo, la que más controversia generó fue su junta con el mandamás de Palestina, Mahmoud Abbas, con quien estuvo cerca de 45 minutos.

La Comunidad Judía en Chile repudió la cita y desde el gobierno insistieron en que el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu -mencionado con nombre y apellido en algunas intervenciones de Boric- está cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza, lo que fue contrariado por el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli.

Pero el Jefe de Estado no solo apuntó contra Israel. Al igual que lo hizo en 2023, en esta ocasión, el Mandatario volvió a enfocar sus discursos en materias de conflictos internacionales e incluso logró reforzar su diferencia con los otros gobiernos de izquierda de la región, como el de Lula, en Brasil, y el de Gustavo Petro, en Colombia.

Aquello lo consiguió principalmente cuestionando en duros términos al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, lo que le valió críticas de vuelta desde Caracas. En la vereda del frente, Lula no mencionó al país caribeño en su exposición y Petro respaldó al sucesor de Hugo Chávez.

Además de su discurso ante el pleno de la ONU, Boric habló el lunes en la Cumbre del Futuro, donde pidió reformar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas; un encuentro para impulsar el “Acuerdo BBNJ”, sobre protección de los océanos; y en la Cumbre contra el Extremismo organizada por Lula y su par de España, Pedro Sánchez.

Al partir del retorno a Chile, Boric y el canciller, Alberto van Klaveren, quedaron con una tarea pendiente. Y es que el Mandatario ofreció a Santiago como sede para un nuevo encuentro de gobiernos de izquierda, es decir, una continuidad de la Cumbre contra el Extremismo de Lula y Sánchez.

El Jefe de Estado también propuso que participen de dicha cita los partidos políticos que sostienen a los gobiernos de izquierda, para así intercambiar miradas y experiencias. Según Boric, en una vocería realizada en el Morningside Park de Nueva York, Lula y Sánchez ya habrían dado su visto bueno.