Boric en radio uruguaya: “En Venezuela incide el asedio que ha tenido permanentemente por parte de EE.UU., pero también ha habido un retroceso en las condiciones democráticas”
En entrevista con M24 Radio, el mandatario electo profundizó en los desafíos del futuro gobierno sin mayorías parlamentarias, la relación con las élites económicas y la situación de otros países de la región, como Nicaragua y Venezuela. Sobre este último afirmó que "ese no es nuestro camino y nosotros aspiramos a construir una izquierda profundamente democrática, respetuosa de los derechos humanos, que sea capaz de ser crítica de sí misma”.
“La izquierda latinoamericana es un gran río del cual beber y del cual aprender permanentemente, tanto de sus fracasos como sus aciertos”. Así partió el Presidente electo, Gabriel Boric, su intervención sobre el futuro de los proyectos de izquierda en el continente, en el marco de una entrevista con el medio uruguayo M24 Radio.
En la conversación, que se extendió por más de 40 minutos, Boric abordó los desafíos de un futuro gobierno sin mayorías parlamentarias, la relación con las élites económicas y la situación de otros países de la región, como Venezuela y Nicaragua. Y hacia el final, se sumó el expresidente de Uruguay, José “Pepe Mujica”, a quien Boric le agradeció sus consejos durante la campaña a la Presidencia.
En octubre del año pasado ambos habían realizado una videoconferencia, en la que abordaron precisamente los desafíos de la izquierda, la velocidad de los cambios, migración, crisis climática y los aprendizajes del exmandatario uruguayo.
“Sus consejos fueron bien escuchados: avanzar paso a paso, para no desbarrancarse, pero nunca dejar de subir esos escalones. Es un tema que tenemos presente como norma de conducta en su desempeño político”, le dijo Boric.
En materia internacional, el Presidente electo aseveró que “hoy la izquierda latinoamericana está en disputa (sobre) las diferentes características que debe tener, y a mí me gustaría establecer un principio irreductible que es la defensa irrestricta de los derechos humanos, independiente del gobierno de turno. No podemos tener doble estándar, no nos podemos perder. El alegato permanente que hacen ciertas izquierdas a la autodeterminación de los pueblos para terminar incluso justificando sus desviaciones o conductas que no son apropiadas, como limitaciones a libertad de expresión, a la reunión, es algo que tenemos que enfrentar más abiertamente”.
Así, el futuro jefe de gobierno agregó: “(pienso) en Nicaragua en particular, que es brutal en ese sentido. Y esto es muy triste, pero tenemos que ser capaces de decirlo: en la situación de Venezuela por cierto que incide el asedio que ha tenido permanentemente por parte de Estados Unidos, pero también ha habido un retroceso en las condiciones democráticas que ha sido muy brutal y para qué decir las condiciones económicas de vida, el éxodo de 6 millones de Venezolanos es la prueba más fehaciente de aquello. Ese no es nuestro camino y nosotros aspiramos a construir una izquierda profundamente democrática, respetuosa de los derechos humanos, que sea capaz de ser crítica de sí misma”.
Continuidad de reformas de Bachelet y “Parlamento equilibrado”
En cuanto a las reformas planteadas en su programa de gobierno, Boric puntualizó que si bien proponen reformas ambiciosas en las áreas de derechos sociales, son también parte de una continuación a las reformas iniciadas en el segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
“Educación, salud, pensiones, vivienda deben ser parte de los derechos universales garantizados por un Estado robusto al servicio de las personas. Esperamos empezar en ese tránsito, (pero) no empezar, porque con el gobierno de la Presidenta Bachelet algo se avanzó en algunas materias, pero esperamos profundizar esa senda (...) queremos avanzar hacia donde han avanzado todos los países desarrollados y las socialdemocracias estables en el mundo, y donde sin lugar a duda Uruguay es referente en esa línea”, comentó.
Así, Boric explicó que “Chile fue el lugar donde se empezó a experimentar el neoliberalismo en el mundo. A partir de ese experimento se fue construyendo una hegemonía durante la dictadura que generó una cultura en torno al neoliberalismo. Que existan ciertas esferas de la vida a la lógica de mercado era muy raro. Todo lo que ustedes conocen como público -le comenta a los entrevistadores-, en Chile actúa en la práctica actúa como privado. Pasa con pensiones, educación, salud y para qué decir vivienda”.
En vista de la profundidad de las reformas y la correlación de fuerzas en el Congreso, el mandatario agregó que es un escenario “difícil” y que la realidad del gobierno es que tienen “un parlamento muy equilibrado, pero hemos buscado ampliar la base política de apoyo de nuestro gobierno y no perder de vista que es tremendamente importante, junto con ampliar la base política, consolidar la base social de apoyo. La política no se reduce solamente a los salones parlamentarios ni a los partidos políticos”.
A ello, agregó que muchos de los cambios podrían venir aparejados a la posibilidad de que en el país se apruebe la redacción de una nueva Carta Magna. “En Chile estamos viviendo paralelamente un momento constituyente, donde hay una Convención Constitucional funcionando que va a cambiar las estructuras bajo la cual se han entendido las normas en nuestro país. Nosotros esperamos, y tengo profunda confianza, en que ese proceso sea exitoso y que el pueblo de Chile lo ratifique en el plebiscito”, sentenció.
Élites económicas
El mandatario también profundizó en la relación que sostendrá con los empresarios del país y además explicó las bases que debe sentar una reforma que redistribuya los ingresos.
“El problema que tenemos, no solamente en Chile, es el nivel de apropiación de plusvalía que tienen los dueños del capital respecto del trabajo de quienes generan esta riqueza. Y por lo tanto, el cómo generamos una distribución más justa donde logremos poner en la misma ecuación crecimiento, sustentabilidad ambiental y distribución es uno de los principales desafíos que tenemos”, explicó.
En contexto, Boric agregó que espera que tras el estallido social, “se haya aquilatado la conciencia (de sectores empresariales del país) que no es posible crecer en un país que está fracturado socialmente y Chile está muy fracturado socialmente, está muy segregado (...) Chile tiene muchas cosas buenas, no quiero vender una imagen catastrófica del país”.
En su relación con el empresariado, el Presidente añadió que “yo no espero que toda la elite económica esté necesariamente de acuerdo conmigo. Lo que espero es que las elites económicas entiendan que para vivir en una sociedad armónica, que no esté estallando y haciéndose trizas cada cierto tiempo producto de las desigualdades, se requiere una mayor contribución de su parte y no pueden vivir aislado. Esperamos tener una relación de diálogo, de respeto, de contribución y de sentirnos parte de un mismo país, que siento es lo que ha faltado o lo que se perdió en las décadas de crecimiento explosivo en Chile post recuperación de la democracia (...) Espero ser un Presidente que permita encausar un proceso de cambio y transformaciones en nuestro país que vaya paso a paso porque los países no se reinventan de la noche a la mañana, pero tenemos que generar un nuevo orden”.
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