Boric ratifica a Macarena Lobos en la Segpres, la ministra favorita del Congreso

Desde la administración de Frei ha asesorado legislativamente a ministerios y a parlamentarios ligados esencialmente a la DC, al PPD y al PS. Con el tiempo se transformó en una de las asesoras más influyentes del Parlamento. En este gobierno, se convirtió en una de las autoridades más respetadas por el oficialismo y la oposición.
Seis días se demoró el Presidente Gabriel Boric en tomar una decisión que, a ojos de la mayoría del Congreso, era el nombramiento más obvio.
Tras la salida de Álvaro Elizalde (PS) desde la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), para asumir como ministro del Interior, este lunes el gobierno confirmó a Macarena Lobos (independiente) en la titularidad de la cartera, cargo que, hasta ayer, ejercía como subrogante.
Desde el inicio de la actual administración presidencial, Lobos se desempeñaba como subsecretaria general de la Presidencia, como compañera de fórmula de las gestiones ministeriales de Giorgio Jackson (Frente Amplio), Ana Lya Uriarte (PS) y el mismo Elizalde (PS). En reemplazo de Lobos, fue nombrado como nuevo subsecretario el abogado Nicolás Facuse (PS), quien ejerció como tercera autoridad de la cartera, a cargo de la Dirección de Relaciones Políticas, repartición que se vincula cotidianamente con el Congreso.
Abogada de la Universidad de Chile y doctora en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, también ejerció en el pasado como subsecretaria de Hacienda en el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Sin embargo, su vinculación con el Congreso es más antigua. Fue asesora jurídica y legislativa de los ministerios de Trabajo y de Hacienda en los gobiernos de Eduardo Frei, Ricardo Lagos y de la primera administración de Bachelet.
Durante el primer mandato de Sebastián Piñera, fue nombrada secretaria ejecutiva del Programa de Programa Legislativo de Cieplan, antiguo centro de pensamiento concertacionista, función en la que asesoró directamente a parlamentarios de la DC, el PPD y el PS. Debido a esa labor fue negociadora de varios acuerdos entre el gobierno piñerista y su oposición, lo que la catapultó como una de las asesoras más influyentes y respetadas del Congreso, en tema económicos, presupuestarios, laborales y de educación.
Una de las anécdotas recordadas en el Congreso, ocurrió en 2010, cuando Joaquín Lavín era ministro de Educación de Piñera. Delante de varios expertos convocados para abordar el proyecto sobre la Agencia de Calidad de la Educación, el exministro gremialista le preguntó a ella si la reforma estaba en condiciones de ser votada. “La Maca dice que no”, dijo Lavín en un episodio relatado por La Segunda en esos años.
Si bien en su labor legislativa se relacionaba más con legisladores de la DC, entre ellos Ignacio Walker y Andrés Zaldívar, era cercana también al exministro Andrés Velasco (indep.), a quien apoyó soterradamente en su fallida aventura presidencial de 2013. Entonces, Velasco se midió en las primarias presidenciales de la Concertación y salió en segundo lugar detrás de Bachelet.
No obstante, a diferencia de Velasco -quien buscó nuevas alianzas políticas con la centroderecha, durante el siguiente gobierno de la expresidenta-, Lobos continuó dentro de la alianza progresista que se denominó Nueva Mayoría.
Daba su experiencia en el trabajo legislativo, Boric la nombró subsecretaria de la Segpres y para muchos parlamentarios siempre fue el lazo más cercano con el gobierno. Además, del respeto profesional, varios legisladores solían decir que tenían más confianza con ella que con los respectivos ministros. Incluso, en momentos en que dirigentes de oposición tenían cortadas sus relaciones con Jackson, Lobos siempre mantuvo canales abiertos.
Por lo general, los ministros con los que trabajó solían delegarle a ella los proyectos del ámbito laboral y económico. En ese rol ha sido la interlocutora de la Segpres en negociaciones como la ley de Cumplimiento Tributario y la última reforma previsional.
El “lobismo”
A varios parlamentarios de oposición y del oficialismo les frustró el hecho de que Boric no ratificara inmediatamente a Lobos tras la salida de Elizalde.
Eso generó, la semana pasada, una inédita presión transversal. Por ejemplo, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) dijo que “ella tiene todas las cualidades y calificaciones para el cargo. Es una persona rigurosa, eficiente, políticamente criteriosa”.
El presidente del Senado, José García Ruminot (RN), por su parte, señaló que respetaba las facultades del Presidente para armar su gabinete, pero agregó que Lobos “es una mujer con llegada transversal a todos los sectores políticos y siempre ha mostrado disposición al diálogo. Por ello me parece un buen nombre para asumir el ministerio”.
La más elogiosa fue la senadora y jefa de bancada del gremialismo, Luz Ebensperger (UDI), quien añadió que “la mejor, si no la única extraordinaria funcionaria de este gobierno, es Macarena Lobos”.
“En el Senado hay muchos admiradores del trabajo de Macarena Lobos. No se entiende bien por qué el Presidente no la nombró de inmediato”, indicó, por su parte, el presidente de RN, Rodrigo Galilea.
El diputado Leonardo Soto (PS) sostuvo que la ministra “ha construido una relación con las bancadas que es insuperable por cualquier otro candidato a presidir ese ministerio”, mientras que su par del PC, Luis Cuello, afirmó que “tiene los méritos para estar en ese lugar, el conocimiento, la experiencia”.
Jaime Sáez (Frente Amplio), diputado y jefe de bancada de su colectividad, añadió que “Lobos es quien mejor conoce el ministerio”.
Por su parte, el diputado Francisco Undurraga (Evópoli) indicó: “Me parece incomprensible que el Presidente no haya confirmado en el cargo a Macarena Lobos”.
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