Cámara rechaza autopréstamo y bancada por los retiros sufre su peor derrota legislativa
Por 96 votos en contra, 10 abstenciones y 39 votos a favor se rechazó la iniciativa que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, consideraba un giro previsional encubierto. El resultado, además de ser un golpe anímico para el gobierno, tras el severo revés de la reforma tributaria, dejó a La Moneda en un buen pie de cara a la inminente reactivación del debate por los retiros desde los fondos de pensiones.
En medio de la sesión de la Cámara -donde este martes se discutió la reforma que habilita un autopréstamo con fondos previsionales- el ministro de Hacienda, Mario Marcel, repentinamente abandonó su asiento y, en un hecho que no es usual, cruzó el hemiciclo hasta el pupitre de la diputada Emilia Nuyado (PS). La legisladora, quien el lunes estaba inclinada por rechazar la reforma de los autopréstamos, había cambiado de opinión y a primera hora de la mañana comunicó a su bancada que apoyaría el proyecto.
Con ese antecedente sobre la mesa, Marcel -quien había definido esa reforma como un “autoengaño” y un “retiro encubierto”- hizo gestiones personales con Nuyado, quien finalmente se abstuvo, por lo tanto, no se sumó a los respaldos.
Tras la severa derrota que sufrió el Ejecutivo con la reforma tributaria, el gobierno -declarado detractor de esta iniciativa por su efecto en la economía- no estaba anímicamente dispuesto a correr ningún riesgo, a pesar de que todas las apuestas coincidían en que el autopréstamo no tendría los votos necesarios.
Finalmente, la reforma se rechazó por 96 votos en contra, 10 abstenciones y 39 votos a favor.
Así, el resultado se transformó en un triunfo para La Moneda y, a la vez, le propinó la peor derrota a los parlamentarios a favor de los giros previsionales, que también estaban detrás del autopréstamo.
Este grupo, que se autodenominó como la “bancada del retiro”, estaba integrado informalmente por los diputados René Alinco, Pamela Jiles, Jorge Durán (RN), Rubén Oyarzo (PDG), Víctor Pino (ex-PDG) y Yovana Ahumada (ex-PDG), además de otros integrantes y exmilitantes del Partido de la Gente (hoy dividido), de la antigua bancada ecologista y del comité PPD-Independientes. En su mayoría, estos parlamentarios eran parte de sectores no alineados ni con el gobierno ni con la derecha.
Este grupo, que había logrado imponer una agenda con el primer, el segundo y el tercer giro previsional, sufrió su primera derrota a fines del 2021, cuando el Senado no apoyó el llamado cuarto retiro. A pesar de que esta iniciativa trató de reponerse tras un acuerdo de una comisión mixta, la Cámara de Diputados, en diciembre de 2021, le dio por primera vez la espalda, al no alcanzar el quórum necesario. En ese tiempo, las reformas constitucionales requerían del apoyo de 93 diputados, pero sólo se contabilizaron 89 votos a favor, 29 en contra y ocho abstenciones.
En 2022, el mismo grupo de legisladores hizo un nuevo intento, al que se le denominó como el “quinto retiro” (en realidad habría sido el cuarto si se hubiera aprobado). Sin embargo, en una nueva señal de que la adhesión a estas iniciativas había bajado, los diputados volvieron a rechazar el proyecto, el 18 de abril de 2022, nuevamente por falta de quórum, al registrarse sólo 70 apoyos versus 70 en contra y 12 abstenciones. Era la primera vez que una iniciativa de este tipo no tenía una mayoría en la Cámara.
Ese rechazo, además, impuso una restricción para que los retiros no volvieran a discutirse durante un año -según dispone la misma Constitución-, plazo que culmina el próximo 18 de abril.
En el intertanto, el grupo liderado por Jiles, Alinco, Oyarzo, Pino y Ahumada, presentó tres proyectos alternativos de un autopréstamo con fondos previsionales, aprovechando un cambio en la Carta Fundamental -el mismo que permitió habilitar el nuevo proceso constituyente- que rebajó el quórum de reformas constitucionales de 93 a 89.
La diferencia con un retiro normal es que el cotizante se comprometía a devolver el monto girado. Las propuestas, que tenían mecanismos flexibles para el cobro, diferían en el porcentaje. Una permitía préstamos de hasta el 100% de los fondos, otra lo limitaba al 15%. Ese conjunto de iniciativas, que se fusionaron en un solo texto, fueron rechazadas en la Comisión de Constitución en enero por una aplastante mayoría de ocho votos en contra, dos a favor y dos abstenciones.
Ese rechazo tuvo un eco similar en la sala. Un poco más de la cuarta parte de la Cámara apoyó la iniciativa.
Para varios diputados, lo que iba a pasar con esta votación era un precedente o apronte de lo que podría ocurrir con un nuevo giro previsional (el llamado sexto retiro), que se puede volver a discutir en cuatro semanas más. Una de las principales lecturas es que los retiros han perdido sistemáticamente adhesión en el Congreso. Otra lección importante es que el gobierno necesita de la derecha para aislar a los grupos que promueven estas iniciativas calificadas como “populistas”.
Dadas las señales previas, La Moneda pudo haber asumido esta votación con una mayor tranquilidad. De hecho, al Ejecutivo le habría bastado reunir 67 diputados para sepultar la iniciativa por al menos un año.
Despliegue de La Moneda
Desde el lunes, el gobierno comenzó a desplegar una fuerte ofensiva. Además de las conversaciones puntuales de Marcel, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), almorzó ayer con la bancada comunista, que acogió el llamado a rechazar. Solo se dejó en libertad de acción a la diputada Karol Cariola, quien ya había votado a favor en la Comisión de Constitución y se estimó que podría ser más costoso para ella que diera vuelta su voto.
La titular del Interior, Carolina Tohá (PPD), también almorzó con la bancada Independiente-PPD a inicios de esta semana, donde siete de sus nueve integrantes estaban por apoyar. Aunque la cita fue “tensa”, luego de que gran parte de esa bancada -donde predominan los independientes- manifestara su respaldo a la iniciativa, finalmente Tohá logró atenuar el desmarque de ese comité, donde solo cinco parlamentarios terminaron aprobando. La titular de Interior, incluso, realizó gestiones con la directiva del partido.
Sin embargo, la molestia de la jefa política del gobierno se hizo notar tras la votación, quien en conversación con T13 apuntó al poco compromiso de los diputados independientes del comité que no respaldaron la línea del gobierno en la Cámara.
“Como ministra del Interior y militante PPD me siento muy incómoda con esa votación. Yo fui fundadora del PPD, fui presidenta del PPD, es un partido que nació para defender, profundizar la democracia, y creo que hoy quienes votaron de esa manera no entendieron el sentido de estos conceptos, porque con esta medida no se defiende a la gente y se fragiliza la democracia (...). Está muy bien en una bancada recibir distintos aportes de independientes que se pliegan, de otros sectores que enriquecen la bancada, pero la diversidad no puede ser a costa de perder el norte. Cuando uno está en un proyecto, respaldando un gobierno, hay una prioridad de lo colectivo que en este caso no imperó”, manifestó.
La subsecretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos -quien por estos días subroga a la ministra Ana Lya Uriarte (PS), ausente por razones de salud- asumió el control general de los votos y estuvo sosteniendo conversaciones hasta segundos antes de que se conociera el resultado. De hecho, presenció la votación de pie en el hemiciclo.
Dentro de las otras fuerzas oficialistas, también hubo otros votos a favor: los liberales Luis Malla y Sebastián Videla, cuyo comportamiento posiblemente tenía reminiscencias de la molestia que existe en ese partido con el gobierno por el último cambio de gabinete. También apoyaron el autopréstamo Hernán Palma (ex-humanista), Ana María Gazmuri (Acción Humanista) y Félix Bugueño (FREVS)
Los otros desmarques oficialistas, en tanto, se manifestaron a través de ausencias y abstenciones, que no se suman a la aprobación. Por ejemplo, además de Nuyado, en el PS se abstuvieron Marcos Ilabaca y Daniel Melo. En el Frente Amplio se abstuvo Clara Sagardía. Mientras que entre los radicales se abstuvo Tomás Lagormarsino y se ausentó Alexis Sepúlveda. Tampoco llegaron a votar Marisela Santibáñez (PC) y Consuelo Veloso (Frente Amplio), quienes se encontraban con licencia médica.
Al final, el balance del gobierno fue positivo, porque de los 65 diputados oficialistas solo 10 apoyaron esta reforma, mientras que las abstenciones dentro de la alianza gubernamental solo sumaron seis.
Sin embargo, Marcel remarcó un punto más importante de cara a la inminente reactivación del debate de un nuevo retiro: el menor respaldo que hoy concitan estas iniciativas. “La Cámara lo ha rechazado por una amplia mayoría, mayor a la que rechazó el quinto retiro. Valoramos que los diputados y diputadas hayan reconocido el riesgo que involucra este tipo de retiros. El autopréstamo se parecía demasiado a un retiro (...). Creo que ha primado la responsabilidad y nos parece una señal muy positiva”, dijo.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.