Carolina Tohá: el salto de una eterna promesa

Carolina Tohá
Carolina Tohá presenta su renuncia al Ministerio del Interior.

Desde muy joven, Carolina Tohá se perfiló como una de las figuras de la centroizquierda llamadas a sumir el recambio generacional.


Carolina Montserrat Tohá Morales no cumplía los 23 años de edad cuando un lunes 25 de abril de 1988 apareció vestida de blanco al lado de Ricardo Lagos Escobar en la entrevista del programa televisivo de cara al país, en la que el líder y fundador del PPD pasaría a la historia- apuntando con el dedo y mirando directamente a la cámara- al emplazar al general Pinochet a meses del plebiscito del Sí y el NO a responder ante la ciudadanía por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante su mandato.

Para entonces Tohá ya era una destacada dirigente estudiantil de centroizquierda (había participado en la refundación de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, en 1984, y tres años después fue presidenta de la Fech, cuando ya estaba abandonando sus estudios de Derecho, los que nunca finalizó), avalada en parte por el hecho de ser la hija del exministro de Interior y Defensa del Presidente Salvador Allende, José Tohá, quien falleció poco meses después del golpe de Estado en el Hospital Militar, lugar al que fue trasladado mientras permanecía detenido y sometido a tortura en el campo de prisioneros de Isla Dawson.

Tenía 8 años cuando enfrentó el golpe de Estado y la muerte de su padre. “Eso fue muy determinante en la trayectoria política de Carolina, se instaló muy temprano en ella está obligación del deber ser y el orgullo por la historia de lo que representó su padre, que la marcó desde sus inicios y que en cierta forma ha ordenado su forma de trabajar y su visión de la política”, señalan cercanos a Tohá.

“Para mí, pese a haberlo perdido tan niña, ha sido una presencia inmensa que vive en el relato de todas esas personas que hasta el día de hoy se acercan constantemente a relatar la impresión y respeto que les inspiró y vive también en los recuerdos que mantengo vivos de nuestros momentos de complicidad, de su sonrisa y sus ojos ensoñados”, dijo Carolina Tohá el 15 de marzo del año pasado, a través de sus redes sociales, al cumplirse 50 años de la muerte de su padre.

Pasó el exilio en México rodeada de una comunidad chilena que ocuparía roles políticos de envergadura y que vieron en ella a una suerte de “princesa” a la que siempre cobijaron y protegieron. Luis Maira, José Miguel Insulza, fueron parte de la diáspora de chilenos que estuvo en la capital mexicana y que se reunía habitualmente en casa de su madre, Victoria Morales Etchevers, más conocida como Moy de Tohá.

En ciudad de México, también, la joven Carolina forjaría los lazos con la periodista Alejandra Jorquera -hija del secretario de prensa de Allende, Carlos Jorquera, y esposa del exsubsecretario de Interior Francisco Aleuy- y la antropóloga Paula Echeñique. Esta última es esposa de Guido Girardi y ha sido una de las principales aliadas de Tohá cada vez que había tensiones entre el líder del PPD y Tohá.

Siguiendo los pasos de su padre, entró a militar muy joven en las filas socialistas en un momento en que el partido estaba dividido en varias colectividades. Ella se decidió por el partido de la Renovación Socialista, que dirigía Ricardo Núñez, el mismo que varios años antes había hecho un giro crítico respecto del marximo clásico y los socialismos reales. De la mano de la Unión de Jóvenes Socialistas, Carolina Tohá, se embarcó en la movilización social pacífica en contra del régimen de Pinochet y se sumó rápidamente a la estrategia para derrocar a la dictadura por la vía electoral, cuando aún el resto de las fuerzas socialistas dudaban de llamar a inscribirse en los padrones electorales.

Al igual que otros dirigentes estudiantiles, como Guido Girardi, Ricardo Brodsky, se inscribieron en el Partido por la Democracia fundado por Lagos Escobar, de quien siempre ha sido cercana y optaron por quedarse allí tras el reagrupamiento del Partido Socialista. Muchas de las conversaciones que Lagos y otros dirigentes del socialismo renovado para reunificar al partido se hicieron en la casa de Moy de Tohá, con Carolina presente.

A fines del 1989, pese al triunfo de Patricio Aylwin en las elecciones presidenciales y que era carta segura para ocupar puestos de segundo nivel dentro del primer gobierno del retorno de la democracia, Tohá optó por un segundo exilio, esta vez voluntario. Viajó a Milán, Italia, a estudiar Ciencias Políticas, carrera en la que obtuvo el grado doctor con distinción máxima. Según sus cercanos, ese fue uno de los pocos periodos de su vida en los que ha tomado distancia de la política

A su regreso a Chile en 1995, Carolina era vista como una joven promesa de la Concertación y en especial del mundo más socialdemócrata que por entonces lideraba Ricardo Lagos. Fue el laguismo el que la promovió para ir de candidata por el distrito 22, Santiago Centro, en las elecciones de diputados de diciembre de 1996. No le fue bien. Salió tercera en esa oportunidad con el 24,25% de los votos, por lo que no fue electa. Aún así, se mantuvo en primera línea. Asumiría en 1999 la primera vicepresidencia del PPD cuando Sergio Bitar, otro de sus principales aliados e impulsor de su actual candidatura estaba en la presidencia.

Desde la mesa del partido, Tohá defendió la candidatura de Ricardo Lagos a La Moneda y se convertiría en uno de los rostros de la campaña de la que llegó a ser parte del comité ejecutivo. Tras el triunfo, Lagos le retribuyó el apoyo, nombrándola subsecretaria general de Gobierno, cuando el vocero de gobierno era el democratacristiano Claudio Huepe.

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Ricardo Lagos Escobar en su campaña a la presidencia.

Con el apoyo de Lagos, Tohá dejó el gabinete menos de un año después de haber ingresado al gabinete para un segundo intento por escaño como diputada. Postuló por el mismo distrito 22 de Santiago Centro y salió en segundo lugar, después del exsubsecretario de Interior de Pinochet y militante de RN Alberto Cardemil. Los 32.965 votos fueron suficientes en esa ocasión para llegar al Congreso. Aunque fue reelecta por un segundo periodo parlamentario, ella renunció al cargo para asumir el 12 de marzo de 2009 como ministra secretaria general de gobierno, en reemplazo de su compañero de partido Francisco Vidal.

Como ministra de Bachelet duró sólo 9 meses y aunque tuvo un buen desempeño como vocera y su relación con la entonces mandataria era fluida, dejó el gobierno para asumir la jefatura y la vocería del comando de la fallida campaña de Eduardo Frei. Pese a la derrota, Tohá pudo reinventarse rápidamente y asumió la presidencia del PPD entre 2010 y 2012.

Su paso como timonel del partido quedaría marcada por el escándalo de las platas de SQM, empresa del exyerno de Pinochet Julio Ponce Lerou y pasó dinero para el funcionamiento del partido. Varios años después, Tohá asumiría la responsabilidad política de ese escándalo. “Asumo mi parte de responsabilidad y como actor político me pongo en la vereda de que pudimos hacer cosas que no hicimos”.

El escándalo judicial por las platas de SQM estalló muchos años después, en 2015, cuando ella buscaba la reelección por la alcadía de Santiago, un municipio que le dio amplia visibilidad y su figura se proyectaba como parte del recambio generacional al interior de la Concertación. La derrota frente a Jorge Alessandri sería uno de los golpes más rudos que ha sufrido en su carrera política. Tohá optó por alejarse de los focos y se refugió en el Instituto Ciudad, donde comenzarían a ver proyectos de rediseño urbano de Santiago.

La promesa del recambio debería esperar varios años. Recién en 2022 vuelve a la primera línea, tras la crisis del gobierno de Boric por la derrota del proyecto político de la izquierda a raíz del rechazo de la propuesta del texto constitucional y la necesidad del presidente Boric de llamar a figuras del Socialismo Democrático para sostener y replantear su mandato.

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