Chile Vamos desafía a La Moneda con declaración propia por 50 años del 11 de septiembre
En la UDI, RN y Evópoli se adelantaron al gobierno y acordaron suscribir un manifiesto conjunto con sus propios planteamientos, a medio siglo del Golpe. "Este año se cumplen 50 años desde el quiebre de la democracia que, en septiembre de 1973, marcó la culminación de una profunda fractura social y política que afectó gravemente nuestra convivencia, con efectos cuya huella pesa hasta hoy en nuestras relaciones y confianzas", dice la declaración.
Pasadas las ocho de la noche, las directivas de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) se congregaron para un encuentro por Zoom que tenía por objetivo terminar de acordar un texto común de la declaración que darán como bloque este miércoles. La iniciativa supone un desafío a la invitación del Presidente Gabriel Boric, quien ha desplegado gestiones para la firma de un documento transversal de las fuerzas oficialistas y de la oposición en el marco de la conmemoración número 50 del Golpe de Estado de 1973.
El llamado “Compromiso de Santiago” propuesto por La Moneda incluye cuatro puntos, como el cuidado de la democracia y el respeto a la Constitución, la condena a la violencia, defender los derechos humanos y fortalecer la colaboración entre Estados. Sin embargo, en Chile Vamos surgieron dudas por adherir al texto, más que por la declaración misma, por lo que consideran falta de garantías para participar de la ceremonia en Palacio y la posibilidad de que ésta se se transforme en un “evento ideológico” que sea usado políticamente por el gobierno. En esa línea optaron por restarse del evento.
Como contraofensiva entre los partidos decidieron redactar una declaración conjunta para reafirmar los planteamientos con que conmemorarán los 50 años del Golpe. El texto se dará a conocer este miércoles pasadas las 9 de la mañana en la sede del Congreso Nacional en Santiago donde participarán por la UDI Javier Macaya y María José Hoffmann; en RN Francisco Chahuán y Diego Schalper, y por Evópoli, Gloria Hutt y Juan Carlos González.
La declaración parte mencionando que “este año se cumplen 50 años desde el quiebre de la democracia que, en septiembre de 1973, marcó la culminación de una profunda fractura social y política que afectó gravemente nuestra convivencia, con efectos cuya huella pesa hasta hoy en nuestras relaciones y confianzas”.
En esa misma línea se agrega que “la vivencia que cada persona experimentó y sus severas consecuencias, nos obligan a reflexionar sobre estas cinco décadas, tomar conciencia de los aprendizajes y errores cometidos por todos los sectores, y mirar hacia el futuro. Es imperativo hacer el máximo esfuerzo por alcanzar acuerdos básicos para el fortalecimiento de la democracia y la promoción de la dignidad humana. Es necesario dialogar sin límites, sin prejuicios ni miedos, y anteponer el bienestar del país y de las personas”.
Luego se reafirman siete compromisos: A la democracia, a la Constitución, a los derechos humanos, a la paz y buena convivencia -”condenando toda expresión, movimiento o llamado que se valga de la violencia o el terrorismo para la promoción de sus ideas”-, a la promoción de la dignidad humana, a la libertad de pensamiento y expresión, y a la seguridad del país.
También se incluyó una dura crítica al gobierno respecto del tono que ha marcado la antesala de la conmemoración y que atribuyen -en buena parte- al propio Mandatario con sus cuestionamientos al fundador de RN, Sergio Onofre Jarpa; la alusión al suicidio de uno de los condenados por el asesinato de Víctor Jara, de la que luego en todo caso se retractó y el emplazamiento a la supuesta ausencia de los líderes opositores en el lanzamiento del Plan de Búsqueda en circunstancias que las invitaciones fueron mal cursadas.
“Invitamos al Gobierno, y en particular al Presidente Gabriel Boric y su equipo, a promover un mensaje convocante, que enfatice los aspectos que nos unen, sin odio ni resentimiento, velando porque el próximo lunes 11 de septiembre quede atrás la violencia política y sea una jornada pacífica y segura para todos”, dice la declaración.
También se hace un llamado a no imponer verdades únicas: “Reflexionando sobre el pasado y observando el presente, invitamos a todas las personas que aman a Chile a trabajar unidos por nuestro porvenir, respetando las diferencias y las historias propias, sin pretender imponer verdades únicas, acogiendo con empatía el dolor de quienes han sufrido y buscando los espacios de acuerdo que nos lleven al futuro de bienestar, equidad y desarrollo humano al que aspiramos”.
La previa de la declaración
El tono del manifiesto se comenzó a trabajar desde el lunes de esta semana. Cada partido envió un borrador y durante el martes los dirigentes fueron compartiendo ideas en común para ir conformando una redacción unitaria. La idea fue escribir una declaración larga con los puntos comprometidos del sector.
Sin embargo, parte de la redacción inicial se fue tensionando debido a diferencias que sostuvieron respecto de hacer una mención histórica de lo que fue el gobierno de la Unidad Popular dentro de la declaración. En sectores de RN y la UDI querían aludir a las responsabilidades del gobierno de Salvador Allende en lo que califican como “quiebre institucional” previo al Golpe de 1973. Pero en Evópoli tenían reparos respecto del tema y querían hacer una declaración que enfatizara más el futuro. En ese sentido, el debate era si abordar la declaración desde 1970 o abarcar desde el 11 de septiembre de 1973.
La tensión también se dio a nivel de suscribir o no el compromiso del gobierno. Pues en RN vieron con cierta desconfianza que la presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, se manifestara disponible a suscribir el “Compromiso de Santiago”. “Consideramos que los puntos que tiene ese borrador (del gobierno) son válidos”, dijo Hutt en 24 Horas, agregando que “suscribimos” los puntos del gobierno y que “hay posturas que son más afines a las posturas que representan cada uno de los partidos, pero está abierta la conversación como Chile Vamos”.
También desde el Parlamento algunos diputados y senadores querían involucrarse en el contenido de la declaración, y no delegar todo a las directivas de los partidos. De hecho los senadores de Evópoli tenían pretensiones de participar en el encuentro de esta noche.
Mientras que otras versiones dicen que hubo diferencias respecto de si incluir o no en la declaración el rol del Partido Socialista, colectividad a la que en Chile Vamos han visto como ausente en la discusión, a diferencia de otros partidos que han tenido más protagonismo, como el Partido Comunista.
Esta era parte de la discusión que mantenían al cierre de esta edición. Pero lo que de todas maneras en los partidos tenían como postura en común, es que creían que acudir a La Moneda sería exponerse innecesariamente. En ese sentido, sería incómodo para la derecha asistir a un evento del cual no tienen garantías de cómo será la puesta en escena. Podría haber escenas incómodas como un homenaje a Allende, gritos del público en contra de los partidos de Chile Vamos, o aparecer en fotos al lado de invitados gobernantes de izquierda del resto de la región.
La puesta en escena para el manifiesto de Chile Vamos también fue un tema. Y si bien se acordó acudir al Congreso Nacional en Santiago, los partidos evaluaron ir directamente a La Moneda a entregarle a Boric la declaración con la postura del sector.
La incomodidad con Piñera
Al cierre de esta edición en la oficina del expresidente Sebastián Piñera sostenían que no había llegado una invitación formal al exmandatario para asistir a la conmemoración oficial del 11 de septiembre. La participación del exjefe de Estado era un tema que incomodaba en Chile Vamos, pues sería evidente el contraste si es que los partidos se restaban, pero el exgobernante acudía como invitado a Palacio.
En el entorno del expresidente afirmaban que éste tenía cierta resistencia a acudir, por las mismas razones que Chile Vamos, pero en la coalición algunos desdramatizaban su presencia en la ceremonia, pues se entendía que su rol en calidad de expresidente era distinto al de la coalición. De todas maneras, con la ausencia de otros exmandatarios -como Eduardo Frei que no acudiría y Ricardo Lagos cuya asistencia se mantenía en suspenso- se desdramatizaba la situación de Piñera.
El protagonismo en el tema alcanzado por el exmandatario había tensionado a Chile Vamos desde el viernes. Ese día Piñera sostuvo un encuentro con Boric y luego convocó a Chile Vamos para pedirles que evaluaran la firma del compromiso.
En la UDI, RN y Evópoli vieron como una intromisión indebida el involucramiento del exmandatario, y este lunes hicieron un llamado a relevar la autonomía que tiene cada partido.
Con todo, el tema también fue incómodo para el piñerismo, pues el hecho de que la UDI, RN y Evópoli se restaran del encuentro pese al llamado del expresidente, representaba una quitada de piso para el exmandatario.
Pese a ello, hasta el momento Piñera no ha definido públicamente si asistirá o no.
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