Con votos desde el PC a republicanos, Ossandón (RN) doblega a Chile Vamos y se queda con presidencia del Senado

MANUEL JOSÉ OSSANDON

Con 28 respaldos, el senador de RN se impuso a su par Felipe Kast (Evópoli), quien contó solo con 21 apoyos. “Hoy celebra la izquierda”, dijo Kast, mientras que Ossandón remarcó que “soy de derecha”, pero aseguró que “el Senado no será una plataforma electoral, ni para mí ni para nadie”. En la vicepresidencia, en tanto, fue elegido Ricardo Lagos Weber (PPD).


Un problema informático con el sistema de votación complicó el inicio de la sesión del Senado de este miércoles, que estaba convocada para aprobar las renuncias de José García (RN) y Matías Walker (Demócratas) a la presidencia y la vicepresidencia de la corporación y luego para elegir a sus reemplazantes.

A esa hora, en la oposición ya estaban claros que el senador Manuel José Ossandón (RN) tenía votos para ser elegido nuevo presidente de la Cámara Alta, por lo que los partidarios de Felipe Kast (Evópoli), resignados, tomaron con humor el problema computacional que impedía votar.

La senadora Luz Ebensperger, saliente jefa de bancada de la UDI, dijo, en tono de broma, que se dieran por rechazadas las dimisiones de García y Walker para que siguieran en sus cargos. Siguiendo con la broma, Iván Moreira sugirió que mejor votaran mañana, mientras que Ximena Rincón (Demócratas), también sonriendo, propuso que se postergara la renovación de la mesa para la segunda semana de abril.

El resultado siguiente confirmó las presunciones. Incluso, Ossandón logró una votación más holgada de lo esperado. Con 28 votos a favor, contra 21 de Kast y una abstención, el legislador de RN fue elegido nuevo presidente de la Cámara Alta.

En su triunfo fue clave el respaldo del oficialismo en bloque (dos PC, dos FREVS, un Frente Amplio, seis PPD y siete PS), además de tres DC, la independiente Fabiola Campillai y un puñado de votos de derecha, que resistieron las fuertes presiones de Chile Vamos.

De hecho, originalmente Ossandón tenía más apoyos de su sector a su postulación, pero finalmente su base de respaldo en la derecha se redujo a seis votos: los socialcristianos Rojo Edwards y Juan Castro; la republicana Carmen Gloria Aravena; la RN María José Gatica y el independiente-RN Alejandro Kusanovic.

Aravena, particularmente, debió sortear una estricta orden de su partido, que le pidió no apoyar a un senador del oficialismo para la vicepresidencia. Para evitarse problemas, la senadora, tras votar por Ossandón para presidente, decidió salir de la sala para no pronunciarse en la elección de vicepresidencia en la que se midieron Ricardo Lagos Weber (PPD) e Iván Moreira (UDI). Finalmente el PPD se impuso por 26 votos contra 23 del legislador gremialista.

Vicepresidencia en juego

El ofrecimiento de la vicepresidencia a la alianza gubernamental fue una de las claves de la operación de Ossandón para ganarle a Kast.

Por su parte, Chile Vamos -que pretendía en principio “pasar máquina” al oficialismo, eligiendo a Kast, como presidente, y a Moreira, como vicepresidente- al ver que Ossandón tenía efectivas chances, comenzó a hacer algunos cambios tácticos. Primero le ofrecieron la vicepresidencia a la senadora Paulina Núñez (RN), a cambio de que no apoyara al exalcalde de Puente Alto. No obstante, ella rechazó el ofrecimiento, a pesar de que se alineó igual con Kast.

Ante ese escenario, los negociadores de Chile Vamos igualaron la oferta de Ossandón a la alianza gubernamental: la vicepresidencia de la Cámara Alta.

Sin embargo, apoyar a Ossandón seguía siendo más atractivo para el oficialismo. En primer lugar, varios admitían tener malas relaciones personales con Kast, quien si bien en lo ideológico tiene un perfil más liberal, hay varios episodios en los que el senador Evópoli ha demostrado ser un opositor duro. La reforma de pensiones fue un ejemplo de ello.

No era el único factor. Kast es uno de los senadores más cercanos a Evelyn Matthei, por lo tanto, algunos legisladores del oficialismo temían que desde la presidencia del Senado hubiese sido funcional a la presidenciable de Chile Vamos.

De hecho, al asumir, en uno de sus primeros compromisos públicos, Ossandón dijo que separará su gestión en la presidencia de la Cámara Alta de la contienda electoral. “Sé que este es un año electoral y va a traer tensiones, pero quiero ser muy claro como presidente del Senado. El Senado no es ni será una plataforma electoral, ni para mí ni para nadie. Esta institución está al servicio de Chile, no de campañas ni candidaturas. Y lo digo en la transparencia, todos saben que mi candidata es Evelyn Matthei y lo seguirá siendo, pero por lo mismo, eso no va a afectar ningún centímetro de mi neutralidad con la que se debe ejercer esta presidencia”, señaló el nuevo presidente de la institución.

Con todos esos antecedentes sobre la mesa, desde el martes ya estaba relativamente nítido en el oficialismo que el senador RN era mejor garantía de ecuanimidad, en comparación con Kast, quien ayer en la sala al referirse a su derrota optó por dirigir sus palabras a Chile Vamos.

Hoy celebra la izquierda, porque sin tener los votos, logra sumar tres o cuatro votos para hacerse de la presidencia del Senado... Esto es un triunfo en esta pequeña pasada, pero creo que a la larga nos divide como sector. Los proyectos personales, al final, no ayudan”, dijo el parlamentario de Evópoli, quien llamó a “mantener a Chile Vamos, y no solamente a Chile Vamos, lo más unido posible”.

Minutos después, en la misma sala, Ossandón le respondió a Kast. “Soy de derecha, pero voy a trabajar como siempre lo he hecho”, comentó.

Gestos

Cuando se realizaba la votación, en la que el secretario del Senado, Raúl Guzmán, preguntaba a viva voz, por orden alfabético, a cada legislador su preferencia, Ossandón recibió la visita de su hermana, la diputada Ximena Ossandón (RN), quien emocionada lo abrazó al percatarse que ya había una tendencia ya irreversible.

Por ejemplo, fue sorpresivo el voto de Campillai y de los comunistas, que se ciñeron al acuerdo en bloque del oficialismo, además de dos integrantes de la bancada de RN, María José Gatica y Alejandro Kusanovic, que se descolgaron a pesar del riesgo de quebrar a su coalición y provocar un conflicto mayor.

De hecho, los efectos de esta elección no solo inquietaban a la derecha. Según temían parlamentarios de todas las fuerzas políticas, el resultado podía dejar heridos y afectar el clima de entendimientos que el Ejecutivo quiere mantener para su último año legislativo, siguiendo la tendencia de lo que fue la reforma previsional y las leyes de la agenda de seguridad.

No obstante, el holgado triunfo también sirvió para descomprimir la jornada. El presidente de RN, Rodrigo Galilea, a quien el mismo Ossandón lo cuestionó con dureza por querer bajar su postulación, se acercó a darle un abrazo al triunfador. Lo mismo hizo José García. Todos esos gestos ayudaron a congelar el conflicto. En la UDI también decían lo mismo: había que dar vuelta la página y no profundizar la disputa.

Las represalias de Evópoli, sin embargo, quedaron pendientes. Incluso, desde el partido de Kast habían advertido que si ganaba Ossandón, no apoyarían al candidato de RN para presidir la Cámara, el diputado José Miguel Castro.

Gallito PS PPD

Si bien el apoyo a Ossandón ya estaba resuelto desde temprano, la definición de la vicepresidencia fue lo que más le costó resolver al oficialismo.

El primero en abrir las tratativas con Ossandón fue el exjefe de bancada del PS, Gastón Saavedra, cuyo nombre sonó con fuerza en su colectividad para asumir en la testera en el segundo cargo de la corporación.

No obstante, la jugada encontró resistencia en el PPD. Esa bancada fue la principal damnificada del quiebre del pacto administrativo del año pasado, que le impidió al senador Pedro Araya (PPD) ser elegido presidente del Senado. Incluso, si el acuerdo no se hubiera roto, al PPD igualmente le correspondía asumir en la vicepresidencia este último año del período legislativo.

Esos antecedentes hicieron sentido en otras bancadas, como el PC y la DC, y pesaron en la ronda de reuniones realizadas entre las 14 y las 16 horas. Obviamente, Araya fue el primero en ser propuesto, pero él mismo había declinado el ofrecimiento, aun cuando estuvo dispuesto a que se usara su nombre como carta de negociación. Las senadoras Loreto Carvajal y Ximena Órdenes tampoco aceptaron y la responsabilidad recayó en Lagos Weber, a quien llamaron, pasada la hora de almuerzo para subiera al piso 14 de la torre del Senado, donde estaban reunidos los jefes de bancada, para pedirle que fuera el candidato del sector para la vicepresidencia.

Esta decisión se le comunicó a Ossandón y a sus partidarios al inicio de la sesión, ya que el senador de RN siempre dejó en libertad al oficialismo para que resolvieran su candidato, a cambio de que los apoyaran en la presidencia.

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