Consejo cierra votaciones en el pleno con enfrentamientos cruzados y alista despacho de su borrador a la Comisión Experta
El último plenario estuvo marcado por la reposición de la norma sobre cambio climático y la luz verde que le dio la derecha al epígrafe sobre mecanismo de reemplazo constitucional. Ahora, el poder vuelve a los comisionados, quienes desde el sábado tendrán cinco días para analizar el texto y aprobar enmiendas para cambiar materias que estimen convenientes.
El último pleno de la primera etapa del Consejo Constitucional, que se desarrolló este miércoles, rompió la lógica de calma y convivencia que había marcado la mayoría de los cuatro meses de funcionamiento del órgano redactor. En la sesión de la tarde aparecieron aplausos y silbidos en las galerías para apoyar las intervenciones de consejeros del oficialismo y oposición, algo que no se había visto de forma recurrente en las semanas anteriores.
Las intervenciones de los consejeros y comisionados subieron de tono. Tanto así que en reiteradas ocasiones la presidenta del Consejo, Beatriz Hevia (republicana), tuvo que poner orden en la sala y llamarles la atención a todos los consejeros -de lado y lado- que aprovecharon sus palabras para hacer intervenciones de cierre y no abocarse exclusivamente a debatir y referirse a las normas del último capítulo del borrador.
“Usted en ningún momento se refirió a las normas que correspondía votar hoy día, por tanto, me parece una burla a este pleno su intervención, y espero que los demás consejeros no sigan esa línea porque me voy a ver en la obligación de limitar las palabras”, le dijo Hevia a la delegada de RD Paloma Zúñiga. La presidenta tuvo el mismo trato para los consejeros de su propia bancada que quisieron ampliar sus palabras. Incluso no le dio permiso al consejero Jorge de la Maza para responder a uno de los emplazamientos que llegaron desde el oficialismo.
La izquierda contra un epígrafe del anteproyecto
Las aguas del Consejo quedaron revueltas luego de que se sometiera al escrutinio del pleno el último capítulo del borrador que trata sobre la fórmula de reformar constitucional con quórum de 3/5 y el epígrafe que establece un mecanismo de reemplazo constitucional.
La disputa que elevó los ánimos del órgano redactor estuvo concentrada en el mecanismo de reemplazo constitucional que fue acordado en el anteproyecto de la Comisión Experta. Este tema fue rechazado en la comisión de Sistema político con votos en contra de los republicanos -quienes promovieron una enmienda para suprimir este epígrafe- y con los votos en contra, de forma sorpresiva, de tres de los cuatro consejeros de izquierda de dicha instancia.
El giro de aquel momento del oficialismo estuvo motivado por el hecho de que el sector consideró que, dado que el texto constitucional no está quedando como les gustaría, era peligroso aprobar el epígrafe de reemplazo constitucional y dejar plasmado un “mecanismo muy complejo y casi imposible de realizar” .
La norma en cuestión establece en su primer inciso que “solo podrá iniciarse un procedimiento de reemplazo de la Constitución a propuesta del Presidente de la República y con el acuerdo de los dos tercios de los integrantes en ejercicio de la Cámara de Diputadas y Diputados y del Senado”.
Además, señala que dicho acuerdo -al igual que el proceso actual- contiene “bases institucionales y fundamentales que deberá contener la propuesta de nueva Constitución” y la formación de una Comisión Técnica, reglas, plazos de procedimiento y mecanismos de participación ciudadana. Dicha Comisión deberá elaborar un anteproyecto. Esta instancia tomará sus decisiones con un quórum de 3/5.
El texto que redactará la Comisión Técnica luego se despachará al Congreso para que se tramite como un proyecto de ley. La tramitación será con quórum de 2/3 en la Cámara y en el Senado. En caso de que el Congreso apruebe la propuesta, “el proyecto así despachado no se promulgará y se aguardará hasta la próxima renovación” del Parlamento.
Luego de la siguiente elección parlamentaria, y en una nueva legislatura, los nuevos parlamentarios escogidos tendrán como primera tarea en su ejercicio aprobar el proyecto de nueva Constitución en la primera sesión de la Cámara y el Senado. No podrán hacer modificaciones.
Por último, en caso de que 2/3 de los miembros, tanto de la Cámara como del Senado, “se comunicará al Presidente de la República, el que deberá convocar dentro de los tres días siguientes a dicha comunicación, mediante decreto supremo exento, a un plebiscito nacional constitucional para que el electorado se pronuncie sobre la propuesta”.
Pese a que el mecanismo fue fruto del consenso alcanzado en la Comisión Experta, los consejeros de izquierda no dudaron en criticarlo duramente. “Aquí hay la voluntad de congelar un proyecto político, un texto que no convoca y están construyendo un cerrojo magnífico, aún mayor que lo existente en la Constitución de 1980 y que no se había visto antes sino en el constitucionalismo del siglo XIX. Estamos retrocediendo, no estamos avanzando hacia un Estado moderno”, afirmó el consejero Christian Suárez (Ind.-PS).
En tanto, la consejera comunista Karen Araya siguió la misma línea: “Los mecanismos de cambio constitucional que se plantean en este texto son más rígidos y más difíciles de alcanzar que en los presentes en la Constitución actual”.
La derecha respondió los reproches. “Acá no estamos para instalar cerrojos ni cercos defensivos. Ser el país con el quórum más bajo de la OCDE no es instalar cerrojos”, dijo el consejero Arturo Phillips (Ind.-UDI).
Los enfrentamientos no solo estuvieron concentrados en los consejeros. El punto más alto del debate se dio en un enfrentamiento entre los expertos Bettina Horst (Ind.-UDI) y Alexis Cortés (PC). “23 comisionados expertos votamos a favor y el único que votó en contra está acá en la sala, Alexis Cortés, representante del Partido Comunista”, comenzó diciendo la economista, quien agregó una crítica al sector respecto de que “para ellos la única vía válida para un reemplazo constitucional era y será una asamblea constituyente”.
A su turno, Cortés le respondió. “Debo lamentar profundamente la intervención de la comisionada Bettina Horst, señalando que prácticamente yo haya votado de un modo, esa definición es intrínsecamente perversa o negativa, y que el hecho que haya consejeros que puedan votar del mismo modo que yo, lo hace moralmente lamentablemente”, contestó el sociólogo.
El comisionado PC cerró aclarando que “no fui yo quien más veces no dio la unanimidad a los acuerdos transversales en la Comisión Experta, sino que fueron precisamente las comisionadas de Libertad y Desarrollo que se plegaron junto con el comisionado experto del Partido Republicano en aquellos temas sensibles que hoy nuevamente han aparecido en la palestra y que son aquellos temas que a la sociedad también le importan”.
Más temprano, en el pleno de la mañana, los consejeros votaron el capítulo de medioambiente. La gran novedad fue que la derecha se dio vuelta y revivió la mención al cambio climático del anteproyecto con una pequeña innovación. Dicha norma quedó visada de la siguiente forma: “El Estado implementará medidas de mitigación y adaptación, de manera oportuna, racional, y justa, ante los efectos del cambio climático. Asimismo, promoverá la cooperación internacional para la consecución de estos objetivos”.
El poder vuelve a los expertos
Luego de terminada la sesión, la presidenta del Consejo valoró el cierre de este primera etapa. “Se votaron los 14 capítulos propuestos en el anteproyecto más los tres capítulos nuevos incorporados en los distintos trabajos de las comisiones que se realizó a lo largo de estos meses. Podemos dar cuenta que se realizó de buena manera, todos los sectores pudieron expresar su opiniones, dar a conocer su parecer respecto a las normas, y así fue como todos, los 50 consejeros, fueron construyendo el texto constitucional”, afirmo Hevia.
Este hito marcará el inicio de la siguiente fase. Ahora el poder se traslada a la Comisión Experta. El sábado habrá un pleno del órgano de expertos para recibir oficialmente el borrador de los consejeros. Con esto, partirá el plazo de cinco días corridos para que los comisionados apruebes por 3/5 -14 votos- sus enmiendas.
Todas las indicaciones de los expertos luego deberán aprobarse por 3/5 del pleno de consejeros y se rechazan por 2/3. Todo lo que no caiga en alguna de esas dos alternativas se derivará a una comisión mixta compuesta por seis consejeros y seis comisionados. Dicha instancia propondrá por 3/5 una propuesta de solución al pleno para las normas en disputa. El pleno las recibirá y volverá a ratificar por 3/5.
Esta nueva etapa estará marcada por el rol que tengan los partidos, quienes continúan haciendo frenéticas gestiones de último minuto para acercar sus posiciones.
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