Amarillos por Chile propone un “Consejo Constituyente elegido democrática e íntegramente por el Congreso” para redactar la nueva Carta Magna
El movimiento político afirmó que "no podemos arriesgar hacer una Convención como la que ya tuvimos, tenemos que ser responsables con Chile”.
Este martes, en el marco del diálogo constituyente que las fuerzas políticas con representación parlamentaria llevan a cabo, el partido en formación Amarillos por Chile presentó su propuesta respecto al órgano encargado de redactar la nueva Constitución.
“Los chilenos, en su mayoría, quieren una nueva Constitución, pero no retomar el fracasado proceso anterior, repitiendo los mismos errores y falencias”, explicaron a través de un documento, en el cual apuntan a no repetir la Convención Constitucional como mecanismo para redactar el texto constitucional.
“No podemos arriesgar hacer una Convención como la que ya tuvimos: tenemos que ser responsables con Chile”, aseguraron.
Finalmente, en su propuesta detallan: “Proponemos que sea un Consejo Constituyente elegido democrática e íntegramente por el Congreso Nacional, en que estén representadas las distintas sensibilidades y visiones políticas, el que asuma la tarea de redactar en el menor plazo posible una nueva Carta Magna”.
Asimismo, puntualizan en que el texto parta “de los doce puntos del preacuerdo constitucional en los que se ha venido trabajando las últimas semanas. Eso obligará a llegar a grandes acuerdos”.
“Chile no quiere una nueva Convención, quiere una nueva y buena Constitución”, afirman.
Puntualizaron, además, que “una vez que se llegue a un texto que suscite un amplio consenso, se lo someterá a plebiscito. Será un proceso íntegramente democrático, en el que, por un lado, validaremos las instituciones de nuestra democracia representativa y, por otro lado, la ciudadanía tendrá la última palabra”.
Por último, hicieron un llamado a los “líderes y representantes de todos los partidos y coaliciones políticas que participan en la negociación para un nuevo proceso constituyente, a confiar en el Congreso elegido democráticamente y apoyar esta propuesta que presentamos, que estamos seguros interpreta el sentir mayoritario del país”.
Hasta ahora, las fuerzas políticas definieron las 12 bases institucionales que se deben respetar durante la redacción del texto constitucional.
Además, determinaron el denominado “árbitro” que velará por el cumplimiento de estas bases: “Un comité técnico de admisibilidad, paritario, compuesto por 14 integrantes, nombrados por ambas cámaras del Congreso Nacional, y que va a estar compuesto por juristas, con destacada trayectoria profesional y académica”, según explicó en su momento presidente del Senado, Álvaro Elizalde.
Sin embargo, los partidos aún no logran destrabar uno de los nudos más importantes de las negociaciones: el mecanismo u órgano encargado de redactar la nueva Constitución y la cantidad de integrantes.
Si bien los dos bloques de gobierno venían reafirmando su postura de tener un órgano 100% electo, han diferido en la cantidad de integrantes. Mientras Apruebo Dignidad ha apoyado una cifra en torno a los 100, Socialismo Democrático se ha inclinado por algo más pequeño, cercano a los 78 convencionales.
Finalmente, los partidos oficialistas más la DC delinearon su postura: un Cabildo Constitucional de 90 personas más nueve escaños reservados, que funcione con quórum de 3/5 y que comience trabajando en base a un anteproyecto de nueva Constitución elaborado por 32 expertos designados por el Congreso.
Pero, Chile Vamos seguiría firme con su propuesta de un órgano de 50 personas electas con las reglas del Senado.
UDI pone en duda cerrar acuerdo constituyente en noviembre
Un mar de dudas se levantó el lunes luego de que desde la UDI pusiera en duda cerrar la negociación constituyente en noviembre, tal como todas las colectividades que son parte del diálogo venían acordando.
El primero que dio la señal fue el diputado -y uno de los principales negociadores del gremialismo- Guillermo Ramírez.
“Los plazos autoimpuestos provienen más bien de la izquierda. El tema del tiempo no nos puede hacer firmar un mal acuerdo. Si finalmente esto dura un poco más, bueno, habrá que esperar más hasta llegar a un buen acuerdo. Nosotros estamos sentados en la mesa de negociación porque queremos que continúe el proceso constituyente, pero siempre en el entendido de que el proceso que firmemos tiene que ser diametralmente distinto a la primera Convención que fracasó y hoy día estamos un poco lejos de eso”, dijo en T13 Radio.
Horas más tarde fue el propio presidente y senador de la UDI, Javier Macaya, quien aseguró que “si apurarse significa hacer las cosas mal y cometer los errores que se cometieron en el proceso anterior yo prefiero no tomar un acuerdo en noviembre”.
Además, el líder de la tienda dijo que “yo no descarto que por el maximalismo de la izquierda y el voluntarismo de repetir exactamente el ejercicio que fracasó el 4 de septiembre pasado se trate de repetir todo igual. Hablar de cien personas no es muy diferente de hablar de 155 en un momento donde las preocupaciones que tenemos en materia de seguridad y economía son superimportantes. Nosotros tenemos un compromiso en esta materia, lo sostenemos, pero hay que hacer las cosas bien. Si te tienes que tomar un poco más de tiempo para hacer las cosas bien, nosotros no lo descartamos”.
Fue la primera vez que un líder de partido que forma parte del diálogo constituyente pone en duda cerrar el acuerdo este mes.
Este martes, en tanto, desde el gobierno pidieron extremar los “esfuerzos” por llegar a un acuerdo apelando al “sentido de urgencia” que tiene la materia.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.