Crisis de seguridad: frustrado vuelo con migrantes a Venezuela recrudece críticas de la oposición al gobierno y piden llamar a consulta a embajador Gazmuri
La ministra del Interior confirmó este jueves que un avión con 60 migrantes expulsados no saldrá del territorio nacional porque el país que lidera Nicolás Maduro no autorizó su aterrizaje. Aunque el Ejecutivo explicó que se debió a un problema técnico, y no político, los parlamentarios cuestionaron la labor del director de Migraciones, Luis Thayer, e incluso en la oposición ya comienzan a exigir su renuncia.
Este viernes el Ministerio del Interior, que encabeza Carolina Tohá, pretendía enviar un vuelo con 60 migrantes expulsados a Caracas, Venezuela. El viaje había sido anunciado, ya se habían identificado los casos, y el gobierno había informado sobre nuevos recursos para vuelos de repatriación a países de América Latina. Sin embargo, este jueves esos planes se vieron frustrados y el Ejecutivo recibió un duro golpe: luego de exponer los detalles para el plan con bombos y platillos, la jefa de gabinete tuvo que salir a decir que el “vuelo no fue autorizado”.
“Hay dos leyes aprobadas, hay suplementos de recursos, hay acuerdos que se han logrado con Venezuela para facilitar esto. Y, lamentablemente, este vuelo que llegaba hoy día (jueves) y partía mañana (viernes) a Venezuela, no fue autorizado, razón por la cual como gobierno vamos a hacer gestiones al más alto nivel diplomático para resolver este problema. Es algo a lo que no podemos renunciar y algo en lo que vamos a persistir”, dijo Tohá, quien en las últimas semanas ha sido amenazada por la oposición de ser acusada constitucionalmente si es que no lograba expulsar a 12 mil migrantes en dos meses, por lo que fue defendida por el Presidente Gabriel Boric y los ministros.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, también salió a explicar el caso y dijo, en TVN, que el error se debía a las autoridades aeronáuticas de Venezuela. Las excusas las entregó luego de que la oposición comenzara a criticar el traspié del gobierno.
Pero las declaraciones del Ejecutivo generaron dudas y cuestionamientos inmediatos en la oposición en que incluso exigieron la renuncia del director del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Eduardo Thayer, militante de Convergencia Social, quien salió a dar explicaciones. “No hubo una negativa del gobierno venezolano, sino que, para que el vuelo pueda materializarse, este tiene que tener una autorización de un órgano técnico que es el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela (INAC), que es el equivalente a nuestra DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil)”, detalló.
Thayer explicó que el vuelo deberá ser reprogramado, pero que hay que mantener reserva en esos procedimientos para no afectar a las detenciones. Además, agregó que ninguno de los migrantes que iban a ser expulsados quedará en libertad. “Todas las personas que estaban programadas para ser expulsadas judicialmente y administrativamente en este vuelo serán expulsadas por vías comerciales, a través de la compra de pasajes”, dijo el director.
Horas más tarde, la Cancillería recibió la notificación desde la embajada de Venezuela donde se aseguraba que el vuelo será reprogramado.
En La Moneda también hay una evaluación constante del trabajo que está realizando Thayer y han analizado realizar modificaciones en los equipos del Servicio Nacional de Migraciones en los próximos días. De hecho, este lunes el Presidente sostuvo una reunión con la ministra Tohá, los subsecretarios Monsalve y Eduardo Vergara, en la que estuvo presente Thayer para delinear cómo mejorar el sistema de expulsión de migrantes y anunciar avances en esa materia.
Las críticas
En la oposición las críticas no se hicieron esperar y apuntaron a la gestión de Interior, al director de Migraciones y también al embajador de Chile en Venezuela.
El diputado Andrés Longton (RN), presidente de la comisión de Seguridad, aseguró que “el rechazo del vuelo por parte de Venezuela que iba a salir de nuestro país con migrantes con órdenes de expulsión responde a una sola razón: no hay planificación por parte de este gobierno, pero sí hay mucha improvisación. Reaccionando ante la opinión pública y la mayoría del país que vive atemorizado de los delitos importados, este gobierno empezó a hacer algo para poder ejecutar órdenes de expulsión. Pero esto se planifica con meses de anticipación, verificando identidades, rutas y vuelos, cosa que el gobierno no ha hecho. Pero sí lo que ha hecho es insistentemente querer regularizar a quienes ingresan de manera ilegal por nuestro país. Y es por eso que a esta altura la salida del director de Migraciones, Luis Eduardo Thayer, debería ser inminente. Una persona que no tiene la capacidad ni la convicción para ejecutar de manera eficiente estas expulsiones no tiene nada que hacer en el gobierno”.
La senadora Luz Ebensperger (UDI) coincidió: “Cualquiera sean las razones eso es inaceptable, inconcebible, demuestra una nueva mala gestión, una falta de coordinación y quien sufre toda esta mala gestión del gobierno, son los chilenos. Nos parece que al menos debiera llamarse al embajador Jaime Gazmuri. No se puede programar un vuelo si no tienes los permisos en mano”.
Mientras que el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, recordó un episodio que ocurrió el año pasado en la Comisión. “Hago un recordatorio a la opinión pública de las declaraciones de la entonces ministra del Interior, Izkia Siches, que decía ‘imagínense lo que nos hubiese pasado a nosotros con la prensa, con la opinión pública, si hubiésemos mandado un avión -en el gobierno del presidente Sebastián Piñera no se había mandado, pero ella acusaba que no había llegado a destino-. Recuerden esas declaraciones que son útiles para entender de que acá hay incompetencia en su grado máximo”.
El presidente de Amarillos, Andrés Jouannet, también planteó que “el gobierno de Chile naturalmente no puede llegar y confiar en el gobierno de una dictadura, como es el de Maduro, que tiene una crisis humanitaria en toda América Latina, con una diáspora de venezolanos -más de 8 millones de venezolanos han salido fuera de Venezuela-, y por tanto va a tener que buscar otros caminos. Esto es gravísimo, esto es un error, esto es un paso en falso y por tanto el gobierno tiene que tomar las cartas concretas, cartas en el asunto para resolver un problema grave, pero además reclamar al gobierno venezolano por esta afrenta en materia diplomática”.
El senador Juan Ignacio Latorre (RD), por su parte, defendió al embajador Jaime Gazmuri y también aprovechó de sacar a colación la propuesta constitucional. “Yo llamaría a no hacer un punto político a un mes de las elecciones con el tema migraciones que nos va a seguir acompañando por un buen tiempo, y el cual, hemos dicho, se arrastra hace tiempo. Es un problema heredado del gobierno anterior”, planteó el senador frenteamplista.
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