La candidata a alcaldesa de Las Condes, Marcela Cubillos (Ind.), abordó esta mañana los cuestionamientos en su contra luego de que se reveló que recibía un sueldo de $17 millones brutos mensuales en la Universidad San Sebastián (USS) por impartir clases y dirigir investigaciones que presuntamente no habría realizado.

Cubillos partió refiriéndose al monto de su remuneración: “¿Es un muy buen sueldo? Sí. ¿La política de remuneraciones la fija la Universidad San Sebastián? Sí. Vuelvo a decir, no sé qué pretende la izquierda, que sean ellos quienes fijen los sueldos cuando uno trabaja en una institución privada”.

Luego respondió las interrogantes que le plantearon respecto a si cobraba la millonaria remuneración estando en España, pues el reportaje de El Mostrador señala que la exministra de Medio Ambiente (2018) y de Educación (2018-2020) mantuvo su sueldo mientras se instaló en Madrid junto a su marido Andrés Allamand, quien en febrero de 2022 asumió como titular de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).

“Esta izquierda progre de cartón piensa que la mujer profesional, cuando un marido asume un cargo en el extranjero, tiene que dejarlo todo para seguir a su marido. Es lo único que me faltaba escuchar de esta izquierda progre. Lo he dicho desde el día uno: mi marido asumió un cargo en España y yo seguí trabajando en Chile. De hecho, mi marido asume cuando integro la Convención Constituyente”.

Sobre la información dada a conocer en el artículo del medio citado por un “un alto administrativo” de la casa de estudio, quien aseguró que Cubillos no realizaba cátedras, la exsecretaria de Estado respondió que hizo clases “permanentemente”. Y precisó: “Lo que sí hice en muchos períodos, fueron clases en conjunto con otros profesores, lo que es normal. En un semestre con José Francisco Lagos, y así, pero siempre mis clases eran presenciales. Si yo estaba un mes fuera de Chile, ese mes lo tomaba el otro profesor con quien hacía clases. Yo volvía a hacer las clases presenciales cuando estaba acá”.

En esa línea, puntualizó que en los años que se desempeñó en la Universidad San Sebastián realizó tareas de “distintos formatos y con distintos sueldos” y ejemplificó que “en una época combinaba mi trabajo en Libertad y Desarrollo, cuando dejé el gobierno y, por lo tanto, hacía bastante menos clases. Con la Convención, la única limitación que no existía en materia profesional era poder mantener actividades académicas”.

Esta no es la primera declaración de Cubillos en torno a las críticas que surgieron tras la publicación, ya que ayer (lunes) se refirió al tema en la red social X, donde afirmó que era de las profesoras mejor evaluadas por los estudiantes y que durante su trabajo en la USS publicó tres libros, información que reiteró esta mañana.

“Las evaluaciones de los alumnos siempre están en la facultad, la comunicación que se me hacía por parte de la dirección de la facultad era por sobre el promedio positivo en evaluación docente. De hecho, el curso que estaba haciendo hasta agosto de este año tenía lista de espera, en curso de derechos fundamentales”, remarcó.