“Hay como un fetiche con lo del 5% porque estamos conscientes que hay que resolver el problema de la fragmentación, pero no necesariamente digamos el tema del umbral del 5% sea la solución necesaria para estos efectos”.

Esas fueron las palabras de la ministra de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Macarena Lobos, durante el debate de este lunes en la Comisión de Constitución del Senado, en relación a la reforma política presentada por un grupo transversal de legisladores en noviembre del año pasado.

La moción implica tramitar una reforma constitucional que instale un umbral electoral del 5%. Esto quiere decir que solo los partidos políticos que alcancen al menos ese porcentaje de votos, válidamente emitidos a nivel nacional, en la elección de diputados tendrán derecho a participar en la atribución de escaños en dicha Cámara.

El gobierno, sin embargo, presentó una indicación de carácter sustitutivo que, en la práctica, elimina esa propuesta del proyecto. Por lo mismo, las declaraciones de Lobos cayeron mal en el Congreso. De todas formas, esto no prosperó debido a que la Comisión de Constitución aprobó, en votación dividida, el umbral electoral.

El presidente de esa instancia -y el principal impulsor de la reforma constitucional-, Alfonso De Urresti (PS), consideró que “no son afortunadas las palabras, hablar de fetiche, eso es una norma que nosotros planteamos en el texto original”.

Y añadió: “La palabra no es la adecuada, pero la ministra Lobos entiende absolutamente la necesidad de mejorar el sistema político”.

El presidente del PPD, Jaime Quintana, señaló que “la discusión es si queremos evitar el fraccionamiento, mejorar la política, que las ramas del Congreso logren acuerdos, el umbral no lo desecharía”.

Junto con ello, Quintana sostuvo que “ha habido declaraciones innecesarias, pero no queda claro cuál es la postura del gobierno sobre sistema político”.

Desde la oposición, la senadora Luz Ebensperger (UDI) -quien es otra de las firmantes del proyecto de reforma- señaló que “fue un adjetivo absolutamente innecesario el que utilizó la ministra”. Junto con ello, la integrante de Constitución consideró que las palabras de la secretaria de Estado debilitan los puentes de conversación entre el gobierno y los legisladores.

“Parece raro viniendo de Macarena Lobos, siempre muy técnica, muy profesional, fue sorprendente que ella haya utilizado esas palabras”, complementó Ebensperger.

El presidente del Senado, José García (RN), por su parte, dijo que “lo peor que podemos hacer es descalificar el trabajo legislativo del Congreso. Todos los senadores tienen el legítimo derecho a presentar indicaciones, se analizan, se discuten y se votan. No le tengamos miedo a esas votaciones que toma cada comisión”.

“El proceso legislativo es bien completo y todos, particularmente quienes somos actores públicos, estamos llamados a respetar las reglas del juego, las normas que rigen nuestro proceso legislativo, a respetar las decisiones que toma el órgano legislativo con toda su autonomía”, añadió el timonel de la Cámara Alta.

A pesar de la tensión de este episodio, fuentes de la Comisión de Constitución aseguran que los parlamentarios de la instancia están ad portas de arribar a un acuerdo con el gobierno para despachar la iniciativa a la sala de la Cámara Alta.

El problema, agregan las mismas versiones, es que los senadores se encuentran en frenéticas negociaciones para definir los integrantes de la nueva mesa directiva de esta Corporación, por lo que la citación a la comisión quedó suspendida.

En ese sentido, se espera que la próxima semana, la instancia presidida por De Urresti, retome la discusión y evacúe la reforma constitucional para su votación en el hemiciclo.