Diputada Pizarro (PC) hace dura crítica a ministros que asistieron a casa de Zalaquett y salpica a Jara

Al terminar el discurso de la diputada Lorena Pizarro (PC), en la sala de la Cámara, ocurrió un hecho inusual.

Desde la bancada contraria, el diputado Cristián Araya (Partido Republicano) dijo que suscribía en un 99% las palabras de la legisladora comunista expresadas en la “hora de incidentes”, momento solemne de la sesión de la Cámara, que en sus miembros pueden referirse a grandes temas de interés nacional, en una suerte de manifiesto político, o bien aludir a asuntos locales de sus territorios.

En este caso, Pizarro intervino para denunciar y criticar con dureza los encuentros, organizados por el exalcalde y lobista, Pablo Zalaquett (UDI), en los que participaban representantes de empresas y parlamentarios y ministros. Su queja implícitamente también incluía a su compañera de partido, Jeannette Jara (PC), titular del Trabajo, quien estuvo en una de estas reuniones con representantes de las AFP para conversar sobre la reforma previsional.

“¿Qué hace una autoridad de la República en la casa de Pablo Zalaquett? ¿Qué hacen ministros, diputados, senadores en la casa del otrora alcalde UDI, implicado en más de un caso de corrupción? ¿Qué hacen todos ellos reunidos con empresarios hambrientos de un Chile jugoso para agravar más la situación? ¿Por qué se reúnen en total secreto? Evidentemente, no se juntan para saber cómo están sus familias ni para comentar el elevado precio de las verduras en la feria. Estamos ante hechos impresentables, pero tristemente de larga tradición en este país”, partió su intervención la parlamentaria, hija de víctima de la dictadura y expresidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos.

“Estamos ante lo que la élite política cree lo que es hacer política: cocinar la vaca, quedarse con los mejores cortes y darle al resto, los interiores, aunque al resto no le gusten los interiores”, añadió.

“A tal nivel hemos llegado que tanto el cocinero como los comensales justifican su festín y hasta se jactan de él”, expresó con molestia.

En su discurso recordó el concepto de cocina que acuñó el exsenador DC Andrés Zaldívar. “En democracia, la práctica (de la cocina) sigue. Un caso emblemático es la llamada ley Longueira, que esperamos cambiar lo antes posible. Por todo esto, las reuniones secretas en la casa de Pablo Zalaquett son gravísimas, porque es decidir cómo será la vida de la gente, pero a espaldas de la gente. ¡Y nadie, nadie hace nada bueno a escondidas de la gente!”.

“Tengo la certeza y la convicción de que las políticas públicas que afectan a nuestro pueblo deben ser deliberadas y acordadas de cara al mismo, dejando atrás la lógica que instaló la dictadura”, concluyó Pizarro, cuya alusión al régimen de Augusto Pinochet, fue el único punto que Araya (republicano) dijo, en tono irónico, que no había “entendido”.

Aunque las palabras de la diputada comunista fueron expresadas a título personal y no comprometían a toda su bancada, dejaban entrever un profundo malestar que existe en el centenario partido de izquierda respecto de las reuniones que involucran a una de sus filas (Jara) y que han sido defendidas públicamente por otra militante de la colectividad: la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo (PC).

De hecho, visiones críticas de estos encuentros también habían expresado públicamente otros diputados comunistas: Nathalie Castillo y Matías Ramírez.

Al respecto, consciente del malestar que hay en su colectividad, la misma ministra Jara ha dicho que “uno siempre puede haber hecho las cosas mejor”.

“Yo, en general, me reúno con todo tipo de organizaciones, creo que el diálogo es muy importante para el efecto de poder destrabar uno de los debates que se han hecho en nuestro país, que tienen que ver con temas laborales y previsionales, y es un tema que a mí me parece fundamental... Yo creo que, precisamente en virtud de las reacciones que ha habido con posterioridad, uno siempre puede haber hecho las cosas mejor”, señaló este lunes.