Discurso en la ONU: Boric remarca distancia con Lula y Petro por régimen de Maduro y advierte que “Chile no está en condiciones de recibir más migración”

Como se esperaba en la antesala, el Presidente Gabriel Boric reforzó este martes, ante el pleno 79° de Naciones Unidas, su condena al régimen que en Venezuela encabeza Nicolás Maduro. Con eso, volvió a quedar a la vista su distancia respecto de cómo han abordado dicha crisis los gobiernos de Lula en Brasil y de Gustavo Petro en Colombia, los otros gobiernos de izquierda de la región.

Lo hizo durante una alocución que se extendió por 20 minutos, en la que también advirtió -en línea con su reflexión sobre la crisis de Venezuela- que “Chile no está en condiciones de recibir más migración”. Se trata de una idea sobre la que el Presidente no había ahondado ante entidades internacionales, que fue resaltada incluso desde la oposición, como por el diputado de RN, Diego Schalper, integrante de la comitiva que se encuentra en Nueva York desde el lunes.

El tono empleado por Boric respecto de Caracas -aseguró que Chile está “especialmente atento”- siguió la lógica con la que el Mandatario ha abordado el tema desde las elecciones del pasado 28 de julio en las que Maduro se autoproclamó ganador. Por ejemplo, si antes tildó al régimen como una “dictadura que falsea elecciones”, en esta ocasión dijo que “estamos frente a una dictadura que pretende robarse la elección”.

Además, el Presidente insistió, al igual que lo hizo en su participación en la Asamblea General de la ONU de 2023, en la idea de que Estados Unidos debe levantar el bloqueo económico que hoy mantiene sobre Venezuela, ya que a consideración de Boric esto solo complica la situación interna y afecta la vida de los más pobres, lo que explica, en parte, la crisis migratoria.

A diferencia de Boric, Lula y Gustavo Petro no hicieron de la situación de Venezuela un elemento central en sus discursos. De hecho, el Presidente de Brasil ni siquiera mencionó esta crisis ante el plenario de la ONU.

Lula enfocó su discurso en la crisis de pobreza que atraviesa el país. En materia internacional, planteó que existen “disputas no resueltas que persisten” y citó los casos de Palestina, Israel y Yemen en Asia; Ucrania, en Europa; e, incluso, Libia, Burkina Faso, Gabón, Kenia, Mali y Níger en África. Pero, dentro de su región, el Mandatario brasileño solo mencionó los casos de Haití y Guatemala, omitiendo en su discurso el caso venezolano.

Por otro lado, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, sí mencionó al régimen de Maduro, pero para defenderlo en el marco de su crítica al 1% más rico de la población mundial, que, según el Jefe de Estado, permite que “se bloqueen económicamente a los países rebeldes, que no encajan en su dominio, como Cuba o como Venezuela, porque necesitan mostrar su poder de destrucción al 99% restante de la humanidad para que los dejen seguir dirigiendo el poder del mundo”.

Dentro de La Moneda veían este escenario como predecible, ya que Brasil y Colombia han tenido más cuidado a la hora de referirse al régimen venezolano, sobre todo porque comparten fronteras. En ese sentido, el gobierno de Boric ha visto aquello como una oportunidad de fortalecer su discurso condenatorio contra las dictaduras, sin importar el color político.

Esta tesis, de hecho, fue enrostrada por el Mandatario ante los distintos liderazgos de izquierda que se congregaron, también este lunes, en la cumbre organizada por Lula y el Presidente de España, Pedro Sánchez, que busca combatir a los extremismos.

“Las fuerzas progresistas se ven debilitadas cuando, frente a determinados conflictos, adquieren posturas titubeantes o en función de intereses, o defensas de amistades malentendidas o colores políticos, en vez de principios. La violación de DD.HH. no puede juzgarse según el color del dictador de turno que los viole. Se llame (Benjamín) Netanyahu en Israel o Nicolás Maduro en Venezuela. Se llame (Daniel) Ortega en Nicaragua o Vladimir Putin en Rusia”, expresó Boric, en la actividad que precedió a su discurso ante la ONU.

“Creo que hay veces que fallamos, porque no tenemos la misma vara para juzgar a quienes, se supone, son de nuestro lado. Eso en América Latina nos ha hecho mucho daño, lo he conversado con el Presidente Lula. (...) El tema de Venezuela en nuestra política interna ha causado un daño tremendo a la emergencia de las izquierdas”, comentó también el Mandatario, quien también analizó cómo la derecha se ha adueñado de temas como la seguridad, la patria y la migración.

El tercer discurso de Boric ante la ONU fue similar al del 2023, donde también abordó una serie de casos conflictivos en materia de política internacional.

Al mismo tiempo, se diferencia de su debut en Naciones Unidas, en 2022, cuando se concentró en políticas internas del país. De hecho, en aquella época aún estaba fresco el triunfo del Rechazo en el plebiscito del 4-S y el Mandatario descartó que la derrota del Apruebo haya significado un revés para su gobierno, así como también insistió en que seguía vigente el proyecto de una nueva Constitución, en momentos en que comenzaba a negociarse un nuevo proceso constituyente.

Este martes, Venezuela no fue el único tema de su alocución, que terminó parafraseando un poema de Elvira Hernández. Además de Maduro, el Presidente Boric criticó nuevamente los ataques de Rusia a Ucrania, la discriminación contra las mujeres en Afganistán, los vejámenes de Ortega en Nicaragua y los ataques entre Israel y Hamás que afectan al pueblo palestino.

Esta última situación generó una polémica este lunes, ya que la Comunidad Judía en Chile cuestionó que el Presidente Boric se reuniera en la ONU con su par de Palestino, Mahmoud Abbas. Este martes, el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, salió a contradecir la postura del gobierno -reforzada hoy por Boric- en la que hablan de genocidio y masacre contra los palestinos. “Me niego a elegir entre el terrorismo de Hamás o la masacre genocida de Netanyahu”, mencionó el Mandatario durante su gira en Nueva York.

Por otro lado, el Presidente Boric también insistió en la idea de reformar la institucionalidad de la ONU y, en particular, la composición de su Consejo de Seguridad, integrado por cinco miembros permanentes que tienen derecho a veto sobre resoluciones adoptadas por los 193 países de Naciones Unidas.

Este planteamiento ha sido compartido en conversaciones entre Boric y el secretario general de la ONU, António Guterres, cuya administración expirará en 2025 cuando el organismo cumpla 80 años.

Sobre eso el Mandatario también tuvo un comentario, ya que ante el pleno de la ONU empujó la idea de que una mujer americana sea la sucesora de Guterres. Esto se da en medio de la idea respecto de que la expresidenta Michelle Bachelet tome la posta en la secretaría general.

La mención de Boric llamó la atención de la oposición, sector en el que consideraron su frase como un “guiño” a Bachelet. Por ejemplo, el diputado Schalper, quien observó a un costado del plenario el discurso de Boric, dijo que “es interesante que el Presidente Boric hable de la futura secretaria general de la ONU pensando en que una de las posibles candidatas sea Michelle Bachelet”. Sin embargo, desde Presidencia son enfáticos al indicar que el Presidente Boric no se refirió a nadie en particular.

Otros temas tocados por el Presidente en la ONU fueron la legislación de las nuevas tecnologías, la crisis climática y la idea de que Valparaíso sea sede del “Acuerdo BBNJ”, sobre la protección de los océanos. Boric pidió en dos ocasiones ante representantes internacionales que apoyen dicha opción, en desmadro de la postulación de Bélgica.