El duelo fratricida Kast-Kaiser por el pase a segunda vuelta

kast Kaiser
El duelo fratricida Kast-Kaiser por el pase a segunda vuelta.

A ocho meses de la presidencial, los abanderados de la derecha dura libran una áspera batalla para llegar al balotaje. Ambos no se hablan desde hace más de un año, cuando Kaiser abandonó el Partido Republicano. Hoy, el diputado -con su segundo lugar en las encuestas- pone en riesgo las opciones presidenciales de Kast, en un gallito donde ninguno está dispuesto a ceder. Salvo en la parlamentaria, donde están obligados, por conveniencia mutua, a ir juntos para lograr la hegemonía de la derecha.


“Con los delincuentes no se dialoga, se actúa”.

Pistola en mano, el viernes 7 de marzo, José Antonio Kast, candidato presidencial del Partido Republicano, puso en marcha la disruptiva estrategia en seguridad que planea para su campaña. Apareció en su red Instagram, en el Club de Tiro de La Reina, disparando. Cinco de sus seis impactos dieron en el blanco. Cuatro días después, Johannes Kaiser, abanderado del Partido Nacional Libertario (PNL), hacía lo mismo en su red X. Pero gatillando un fusil.

La apuesta hecha por Kast había sido duplicada. Como en el póquer: tus dos y dos más.

En republicanos hay preocupación. La evaluación es que el duelo entre ambos no está resultando fácil, pues la baja de Kast en los sondeos de opinión pública y el alza de Kaiser -quien lo superó por primera vez en la Cadem de enero y que se ha mantenido en el segundo lugar después de la presidenciable de la UDI y RN, Evelyn Matthei- sigue sin movimientos relevantes. Lo que pensaban que era una carrera ganada por la primacía del voto de la derecha dura, hoy pareciera que no lo es. Un escenario que se da en medio de un cara a cara en que ninguno está dispuesto a dar su brazo a torcer.

Sebastián Cisternas/Aton Chile

A nivel político ya se empieza a hablar de un estancamiento y hasta de un “desfonde” de Kast. El fenómeno lo atribuyen en Chile Vamos a que por primera vez el fundador de republicanos y candidato presidencial en 2017 y en 2021 podría enfrentar en forma inédita -en primera vuelta- a un competidor que emerge de sus propias filas. Un punto que lo obliga a diferenciarse. Y eso no es es fácil, ya que Kaiser conoce su estrategia; tiene un discurso parecido, pero más duro; asoma como una figura nueva y le disputa el mismo nicho político. O al menos uno de su propia costilla.

En la cúpula republicana, sin embargo, dicen no tener temor a la competencia con el abanderado del PNL, pues hacen ver que Kast es un activo fuerte del partido y de la oposición; que la campaña aún no se despliega; que a diferencia de otras contiendas hoy cuentan con infantería -alcaldes, concejales y cores- que marcarán la diferencia durante la campaña, y que la marca republicana sigue pesando.

“A nosotros nos encanta la competencia. Creemos que todas las cosas buenas vienen de ahí, tal como lo hemos demostrado con los resultados de las últimas elecciones. Más aún, teniendo estos dos candidatos presidenciales y una lista parlamentaria común, el círculo es total y absolutamente virtuoso para nosotros”, sostiene Arturo Squella, presidente del Partido Republicano.

En el Partido Nacional Libertario la visión es opuesta. Auguran que no es descabellado pensar que sea Kaiser y no Kast quien pase a una segunda vuelta si Matthei no llega a conquistar ese espacio, pues ven hoy al líder republicano, incluso, sin la fuerza con la que enfrentó disputas anteriores.

“Para Matthei está difícil incluso la primera vuelta. Seamos sinceros: no veo que la cosa avance como debiera para ella ni tampoco para Kast, por el desencanto que provocó en la ciudadanía desde que llamó aprobar el segundo proceso constituyente. Y, por lo tanto, Kaiser representa en estos comicios la mejor opción”, enfatiza Gloria Naivellán, diputada del PNL y exrepublicana.

Kast y Kaiser no tienen conflictos públicos. Se tratan con guante blanco. Más aún ahora que están obligados a pactar si quieren lograr la hegemonía de la derecha y una mayor representación parlamentaria. Pero sí tienen una historia distante y hasta turbulenta. No se hablan hace más de un año, cuando el diputado abandonó la tienda, sin vuelta atrás. No comparten actividades sociales ni tampoco están en los mismos grupos de WhatsApp.

El primer choque se dio en medio de la campaña presidencial de 2021, cuando Kaiser -recién electo diputado- lanzó una frase en su canal de YouTube que asestó un duro golpe a la campaña de Kast, justo ad portas de la segunda vuelta electoral frente a Gabriel Boric. “Las mujeres dejan de ir al parque a trotar porque tienen miedo a que inmigrantes las puedan violar, pero siguen votando por los mismos partidos que están trayendo a esa gente y tú realmente te preguntas si el derecho a voto fue buena idea”, dijo.

Sus palabras generaron tal revuelo y críticas, que terminó renunciando voluntariamente al partido en noviembre de ese año, para no seguir perjudicando a quien era en ese entonces su abanderado.

Volvió un año después, en diciembre de 2022. Pero los roces -por diferencias doctrinarias y políticas- continuaron, especialmente por el proceso constituyente de 2023.

Foto: Sebastián Cisternas/Aton Chile.

Quienes conocen la historia cuentan que las fricciones llegaron a un punto de no retorno cuando Kaiser fue marginado de las comisiones de Defensa y de Gobierno Interior de la Cámara, por haber votado por el En Contra en el proceso constitucional y no por el A Favor que defendía Kast.

“La bancada del Partido Republicano ha decidido separarme de mis comisiones legislativas en el Congreso. Intentaré seguir haciendo mi aporte donde esto sea posible”, denunció en diciembre de 2023 en su red X.

Así, días después, el 2 de enero de 2024, el diputado se reunió con Squella para notificarlo sobre su decisión de abandonar el partido, cosa que concretó oficialmente el 9 de enero.

Ese hecho marcaría un quiebre de consecuencias inesperadas, que hoy impactan las opciones de Kast, para la presidencial de este año, en un duelo que muchos califican de fratricida.

A la primera vuelta

El único requisito impuesto por Kast para su tercer intento a La Moneda fue no participar en primarias. De hecho, la misma noche del 27 de octubre de 2024 -cuando su rostro delataba que los resultados de las elecciones municipales y de gobernadores no cumplían precisamente sus expectativas-, sentenció: “Si el partido quiere ir a primarias, tendrá que tener otro candidato”.

Su otra decisión la comunicó a La Tercera el domingo 13 de ese mismo mes, al afirmar que este 2025 marcaría su última incursión.

Javier Salvo/Aton Chile

Esta postura, unida a diferencias de proyectos políticos -la más fuerte fue por la reforma previsional-, lo han llevado en todas las tribunas y tonos a rechazar una primaria con Chile Vamos. Pero también una con Kaiser, a pesar de que este en un principio estaba dispuesto, y así se los transmitió a los directivos de republicanos. La presión en enero fue tal que incluso el exconsejero constitucional por el Partido Republicano Luis Silva se abrió a esa posibilidad, idea que desató una fuerte molestia en su propia tienda.

En el PNL admiten que esa opción hoy no es posible. No solo porque no hay posibilidades de que Kast revierta su decisión, sino que porque Kaiser a estas alturas, por el vuelo que ha tomado su candidatura, no puede dejar de competir en primera vuelta.

“En la elección anterior yo respaldé, voté y trabajé por Kast. Pero cuando pasó a la segunda vuelta, se fue a Estados Unidos y cuando regresó resulta que nos habían cambiado al candidato. Era totalmente distinto. Respaldó los dos mamarrachos constitucionales y se la jugó por cambiar la Constitución, al igual que Evelyn Matthei. Entonces, hoy la gente le está pasando la cuenta. Ya nos cansamos de votar por el mal menor. José Antonio Kast debiera dar un paso al costado; no tiene ni una posibilidad de llegar a ser Presidente de la República”, afirma Leonidas Romero, diputado de Nacional Libertarios.

En esa tienda hacen ver que Kaiser ya no es el candidato más débil de esta contienda. Desde el 6 de marzo tiene a su partido constituido legalmente en el Servel, con más de 43 mil firmas, las que consiguió en apenas cuatro meses -solo le faltan las regiones de Atacama, Aysén y Magallanes, más Tarapacá, donde le restan 27 firmas-, y además no ha logrado ser desbancado del segundo sitial en las encuestas.

“La discusión está zanjada desde allá”, dijo Kaiser esta semana, cerrando con ello la posibilidad de una competencia en primarias con el líder republicano. Pero no solo eso. También sentenció que con Kast y Matthei “nos vamos a ver en primera vuelta”.

En republicanos y en Chile Vamos se confidencia que existía la esperanza de que Kaiser terminara bajándose; que siguiera como diputado o emprendiera una incursión al Senado. Lo anterior, para abocarse a consolidar su partido y aumentar el número de escaños. Posibilidad que para muchos se esfumó. Hasta ahora cuenta con seis diputados. Partiendo por su propio cupo en el Distrito 10 de la RM; Gloria Naveillán (Distrito 22 de La Araucanía), Leonidas Romero (Distrito 20 del Biobío), Cristóbal Urruticoechea (Distrito 21 del Biobío); Gonzalo de la Carrera (Distrito 11 de la RM) y Cristián Labbé (Distrito 8 de la RM).

Pero De la Carrera y Romero ya comunicaron que no van a repostular. Kaiser no puede, porque va como candidato presidencial y Labbé tampoco, porque acaba de renunciar a la UDI para apoyar a Kaiser, tras su molestia con la reforma de pensiones que apoyó Chile Vamos y por su acercamiento a Amarillos y Demócratas.

Pacto por conveniencia

Tanto republicanos como los libertarios están conscientes de que la única fórmula para imponerse a Chile Vamos con un mayor número de escaños en el Congreso es haciendo una tregua, por un factor de conveniencia mutua, ya que los primeros tienen una máquina electoral aceitada y los segundos, al candidato que por ahora “la lleva”.

José Antonio Kast
Karin Pozo/Senado

Con ese propósito y luego de una serie de acercamientos informales, Squella y Kaiser ya tuvieron una primera conversación al regreso de vacaciones, en la que coincidieron en separar la presidencial -instancia en la que competirán- de la parlamentaria, en la que irán juntos. Un mecanismo extraño. Pero que ya se dio en la dura campaña de 2005 con Sebastián Piñera (RN) y Joaquín Lavín (UDI), quienes recorrieron el país como rivales, pero que respaldaron una lista común al Congreso.

La próxima semana, ambos planean tener una reunión formal, fijar un cronograma de trabajo y constituir un bloque en el que aspiran incluir al Partido Social Cristiano, que levanta a la Presidencia al senador Rojo Edwards.

Por lo pronto, la nómina de republicanos ya tiene avances. En el Senado levantan a Renzo Trisotti, en Tarapacá; Sofía Cid, en Atacama; Arturo Squella, en Valparaíso, e Ignacio Urrutia, en Maule.

En la Cámara de Diputados, todos los parlamentarios van a la reelección: Cristián Araya, Chiara Barchiesi, Juan Irarrázaval, José Carlos Meza, Benjamín Moreno, Agustín Romero y Luis Sánchez. A ellos se suman como candidatos: Jorge Muñoz (Distrito 2, Tarapacá), Andrés Guerra (Distrito 5, Coquimbo), Enrique Bassaletti (Distrito 8, RM), José Antonio Kast Adriasola, hijo de José Antonio Kast (Distrito 10, RM), cupo que falta por confirmar; Felipe Ross (Distrito 13, RM), Pedro Lea-Plaza (Distrito 11, RM), Macarena Santelices (Distrito 12, RM), Rafael González (Distrito 7, Quinta Región), Paz Charpentier (Distrito 20, Biobío), James Argo (Distrito 20, Biobío), Fernando Peña (Distrito 21, Biobío), Leandro Kunstmann (Distrito 24, Los Ríos), Claudia Reyes (Distrito 26, Los Lagos) y Alejandro Riquelme (Distrito 28, Magallanes).

Lo claro -para todos- es que un representante de la derecha va a pasar a la segunda vuelta. Y que en ese escenario los contendores del ganador deben comprometer -desde ya- su apoyo.

“Lo hemos dicho siempre. Yo creo que no hay un chileno que tenga dudas de que nosotros apoyaríamos a quien sea de la oposición y que se enfrente con alguien del Frente Amplio o del Partido Comunista. Lo que sí estamos echando de menos es ese mismo compromiso por parte de la centroderecha”, sostiene Arturo Squella.

Para Labbé, el rival está al frente. Y plantea que si Matthei quiere contar con respaldos, no debiera descalificar las opciones de un adversario como Kaiser. “Con soberbia sostuvo que ‘no creo que él llegue a segunda vuelta’. Yo la invito a abrir ciertas puertas, para que tanto Johannes Kaiser como José Antonio Kast se sientan cómodos en un apoyo a su candidatura, si eventualmente pasa a una segunda vuelta”.

El lío mayor, según expertos electorales, es que esta pugna por el posicionamiento -que esta semana enfrascó a Matthei, Kast y Kaiser en quién es más duro en el tema de seguridad- puede terminar relegando a la derecha a un segundo lugar en los comicios de noviembre. Un escenario que la dejaría en una situación cuesta arriba para enfrentar un balotaje frente a un eventual candidato triunfador del oficialismo.

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