El Presidente que llevó a la derecha a La Moneda tras el retorno a la democracia

SEBASTIAN PIÑERA
El primer Presidente de derecha que llegó a La Moneda tras el retorno a la democracia

A pesar de que en los plebiscitos de 1980 y 1988 apoyó las campañas del No, fue uno de los primeros opositores a Pinochet en pasar al bando contrario. En 1989, fue elegido senador en cupo de RN y fue parte de la oposición a la Concertación.


Los plebiscitos marcaron la historia política de Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique.

De hecho, el 27 de agosto de 1980 podría ser considerado su estreno en política. Ese día, acompañó a su padre, el exembajador DC, José Piñera, a una concentración realizada en el Teatro Caupolicán, donde el principal orador fue el expresidente Eduardo Frei Montalva, entonces líder de la oposición a Augusto Pinochet y principal rostro de la campaña del No en el plebiscito de ese año convocado para resolver la vigencia de una nueva Constitución.

En aquel referéndum, realizado el 11 de septiembre de 1980, se impuso el texto constitucional, cuya base aún se mantiene a pesar de las reformas de 1989 y 2005. .

Aunque en años posteriores, algunos detractores de Piñera pusieron en duda su participación en el llamado Caupolicanazo, una fotografía confirmaba su presencia.

Dos bandos

En los años de dictadura, Piñera se dedicó a los negocios, a las consultorías y las actividades académicas. Sin embargo, en 1988 volvió a la escena política al involucrarse someramente en el plebiscito de ese año en que se iba dirimir la continuidad de Pinochet en el poder. Entonces, Piñera nuevamente estuvo por el No y colaboró financieramente con la campaña gracias a la fortuna que ya comenzaba amasar en esos años.

Según relata su “Biografía no autorizada” de Loreto Daza y Bernardita del Solar, Piñera se había beneficiado de las bondades del régimen económico, a pesar de que por su historia familiar ligada a la DC era opositor a la dictadura. “Siempre navegó entre ambos bandos. Se opuso a Pinochet, aunque aplaudió las reformas económicas que impulsó el régimen militar”, señala el libro.

Sin embargo, en 1989, pasaría a la primera línea política, al asumir como jefe de campaña del entonces candidato presidencial del oficialismo de la época, el exministro de Hacienda, Hernán Büchi.

El paso tuvo un costo, debió cortar su lazo con la DC, pero, por otro lado, le permitió postular como candidato a senador por la Región Metropolitana en un cupo de RN ofrecido por el secretario general del partido, Andrés Allamand. Tras ser elegido, retribuyó el gesto y fichó en Renovación Nacional.

Pese a ser parte de la oposición al primer gobierno del Presidente Patricio Aylwin, desde el Senado colaboró con la llamada política de acuerdos de los años 90, que se caracterizaron por un intenso plan de reformas en el campo laboral, tributario, social y político, especialmente en materia de libertades civiles.

En esos años, junto a Allamand, Alberto Espina y Evelyn Matthei (todos ellos diputados de RN) integró la llamada “patrulla juvenil”, conformada bajo el alero del senador y presidente del partido, Sergio Onofre Jarpa.

No obstante, una filtración de una conversación telefónica entre Piñera y su amigo, el empresario Pedro Pablo Díaz (a quien le pedía que incidiera para que el periodista Jorge Andrés Richards acorralara a Matthei en una entrevista televisiva), expuso las profundas rivalidades que existían en aquel grupo de emergentes legisladores, en los que todos ellos ya daban indicios de su interés por postularse a la Presidencia.

El hecho golpeó a todos los involucrados por igual y retrasó las aspiraciones para llegar a La Moneda de Piñera y Matthei. Esta última, terminó renunciando a RN para irse a la UDI.

La carrera definitiva

El fallecido empresario e ingeniero comercial tuvo su revancha el 13 de mayo de 2005 en el Consejo Nacional de Renovación Nacional. Ese encuentro marcó el hito fundacional de su carrera presidencial definitiva.

En aquel cónclave, los partidarios de Piñera se enfrentaron a los militantes que proponían volver a apoyar a quien era el presidenciable indiscutido en esos instantes: Joaquín Lavín (UDI).

Finalmente, con el apoyo de más de dos tercios de los casi 400 delegados presentes, el ingeniero comercial de RN fue proclamado candidato a La Moneda.

El hecho provocó un quiebre en la derecha y Piñera y Lavín tuvieron que medirse en la primera vuelta presidencial, en la que también postulaba Michelle Bachelet (PS). En esos comicios, pasaron a segunda vuelta el candidato de RN y la abanderada socialista y de la Concertación.

A pesar de que Bachelet se impuso en el balotaje, el hecho ungió a Piñera como el presidenciable definitivo de la derecha. Con esas credenciales, volvió a presentarse como candidato en las elecciones de 2009, en las que triunfó en segunda vuelta en contra del expresidente Eduardo Frei.

Su elección marcaba el regreso de la derecha a La Moneda. Desde la Presidencia de Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1964), que el sector no triunfaba en elecciones democráticas para conducir el país. Una de las claves de su victoria fue que logró ampliar por primera vez la base electoral de su sector en una contienda presidencial, sumando a sectores de centro e independientes que antes habían apoyado a la Concertación.

Terminado su primer gobierno en 2014, Piñera mantuvo el liderazgo del sector con el que regresaría al palacio gubernamental en 2018.

El otro plebiscito

Tras el estallido social de octubre de 2019, el entonces Mandatario volvió a dar un paso sorpresivo e incómodo para su conglomerado, tal como lo había sido su crítica contra los “cómplices pasivos” de la dictadura en 2013, con motivo de los 40 años del Golpe Militar. En noviembre de 2019, fue un activo promotor del acuerdo constitucional en que la mayoría de las fuerzas políticas accedían a cambiar la Carta Fundamental. De hecho, al mismo Piñera le correspondió convocar al plebiscito de 2020 que abrió el primer fallido proceso constituyente, que finalmente no pudo elaborar un texto que convenciera a la mayoría del país.

En una de sus últimas entrevistas concedidas a La Tercera, el fallecido expresidente también lamentó que fracasara el segundo proceso que se abrió una vez que había dejado La Moneda.