La última vez que el senador Jorge Soria (independiente PPD) intervino en la sala del Senado, el 20 de diciembre, lo hizo para retar a sus pares.

Ese día, el histórico caudillo de Iquique -quien camina con una muleta por los pasillos del Congreso- se puso de pie con dificultad y desde su pupitre se quejó por las interrupciones y las distracciones que se dan en el hemiciclo, donde algunos legisladores llegan atrasados, restándole solemnidad al inicio de la sesión.

“No hay respeto a los senadores. Se interrumpe. Entra gente. A veces los mismos senadores se ponen a discutir acá al lado y para allá”, dijo.

“Todo la razón, senador Soria”, respondió el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS).

A pesar de las dificultades de su edad para oír y caminar, Soria demostró ese día que su vozarrón seguía plenamente vigente. “No te preocupes... tengo buena voz”, le dijo a Elizalde, quien le recomendaba que se sentara para que el micrófono captara mejor sus palabras.

Con 86 años, el exalcalde iquiqueño no solo es el parlamentario más longevo. Hoy es el político chileno que más años lleva en la actividad. Y en un señal de vigencia -ante rumores de que podría renunciar a su mandato parlamentario por razones de salud-, en las próximas semanas pretende marcar nuevo un hito en su carrera, al volver a fichar en el PPD, tienda a la que ayudó a formar en 1987.

En esta nueva etapa de militancia también lo acompañará su familia, entre ellos su hijo, el actual alcalde de Iquique, Mauricio Soria, quien si bien fue elegido y reelegido con apoyo del PPD, sigue siendo independiente.

Para darle mayor relevancia a su regreso al partido, es posible que algunos miembros de la directiva del PPD viajen a Iquique para estar en ese acto simbólico que se realizará en enero.

Soria partió a temprana edad en la política. Con 28 años se transformó en alcalde interino de Iquique, tras la renuncia en 1964 del entonces titular, Samuel Astorga. El año anterior había sido elegido regidor (concejal). Se mantuvo como alcalde hasta el golpe de Estado de 1973.

Después fue prisionero político en Pisagua y fue relegado a Mulchén (Biobío). A Tarapacá recién pudo regresar en 1980, donde comenzó a ser parte de los articuladores de la oposición a Augusto Pinochet en el norte.

Entonces, Soria era parte del PS, donde militó desde 1950 hasta 1987. Sin embargo, esa no fue su única casa. En 1987 se convirtió en uno de los fundadores del PPD y la Concertación, y fue el jefe de la campaña del No en Tarapacá en aquel plebiscito de octubre de 1988.

Luego vino su primer quiebre con la Concertación. No se le dio el cupo para competir como candidato a senador y se postuló como independiente. En aquella elección senatorial llegó cuarto y solo alcanzó a estar dos años en el PPD (1987-1989).

En 1992 fichó por un año en el PC, que le ayudó a volver a la alcaldía de Iquique, cargo que ejercería por varios años más.

En 1996 volvió al PPD, donde estuvo hasta 1999. En esos años fue decisivo en las elecciones que permitieron a Sergio Bitar (PPD) llegar al Senado por el norte. Sin embargo, diferencias políticas, lo volvieron alejar de la Concertación.

Desde 2003 lideró varios intentos para crear una colectividad local: el Partido de Acción Regionalista (2003-2006), Fuerza País (2007-2010), Fuerza del Norte (2011-2014), el MAS Región, entidad que formó en alianza con Alejandro Navarro (2014-2015) y el Partido por la Integración Regional (2016-2017).

En aquellos años, también forjó alianzas de corta duración. Por ejemplo, en 2006 apoyó la candidatura presidencial de Sebastián Piñera.

En 2007 fue destituido como alcalde por una investigación sobre negociación incompatible, fraude y cohecho, pero luego fue absuelto por la Corte Suprema. Aún así, no alcanzó a postularse como candidato a senador en 2009.

En 2012, vuelve a la alcaldía de Iquique otra vez con el apoyo del PC, ya que en las parlamentarias pasadas había colaborado para que saliera elegido el diputado comunista Hugo Gutiérrez. Con él forjó una alianza en contra del senador Fulvio Rossi, quien entonces militaba en el PS.

Con Rossi fuera de carrera, la alianza con el PC terminó cuando Soria decidió postularse al Senado en 2017 nuevamente con el apoyo del PPD, sepultando las chances de Gutiérrez de llegar a la Cámara Alta.

Sin embargo, antes de ser elegido senador por Tarapacá logró “heredar” la alcaldía de Iquique a su hijo Mauricio.

Por ello, conociendo su historia, algunos miembros del entorno del senador se molestan o, incluso, se ríen de las versiones de que Soria estaría dispuesto a renunciar por los problemas de su edad (hoy la Constitución solo contempla que un legislador pueda renunciar por razones de salud).

De hecho, Soria está embarcado en su última cruzada que es defender los puertos en el norte, que a su juicio están abandonados, en comparación con la fuerte inversión que están recibiendo los terminales peruanos.

En esta nueva etapa, su gran aliado ha sido el exsenador Guido Girardi (PPD), quien señala que “Jorge está bien, tiene limitantes propias de su edad: no camina rápido, tiene dos prótesis de rodilla, pero puede seguir trabajando perfectamente”. “Para el partido es un aporte y no hay ningún interés en el PPD que Jorge Soria renuncie. Para el partido será un hecho importante que vuelva a militar”.

Girardi destaca que es el parlamentario del partido más leal con el gobierno, y agrega que “no se pierde” en ninguna votación donde el Ejecutivo requiera disciplina, aspecto que el propio Soria remarca en sus discursos.