En tensa sesión, diputados oficialistas acusan a Chadwick de ser parte de la “red de corrupción” de Hermosilla

sesión de sala
Pupitres de los parlamentarios de oposición.

Emplazamientos cruzados marcaron la sesión especial solicitada por el Frente Amplio para debatir el lazo del exministro con el abogado penalista.


Con bravatas y emplazamientos, que algunos diputados interpretaron como “ofrecimiento de combos”, terminó una tensa sesión especial de la Cámara de Diputados realizada ayer en la noche.

El encuentro solicitado por el comité del Frente Amplio, tenía como finalidad “analizar y discutir los preocupantes hechos que involucran al exministro del Interior, Andrés Chadwick respecto del pago a su defensa en la acusación constitucional en su contra y posteriores pagos a su persona por parte del abogado Luis Hermosilla”.

Para la sesión estaba invitado Chadwick, sin embargo, no se hizo presente. Quienes tampoco estuvieron presentes fueron 50 diputados, dado que estaban “pareados”, es decir, que acordaron su inasistencia.

Con ese exiguo marco de asistencia, los diputados iniciaron sus intervenciones. Quien abrió los fuegos fue Luis Cuello (PC), quien emplazó a la UDI “a entregar toda la información que está en su poder sobre esta red de tráfico de influencias que operó durante su gobierno, como también emplazamos al exministro Chadwick a que rompa su silencio, que exhiba sus cuentas bancarias y se ponga a disposición de la justicia”.

Luego de esta intervención, Cristián Labbé (UDI) pidió suspender la sesión por falta de quórum, solicitud que no fue acogida.

Posteriormente, Emilia Schneider (FA), quien planteó: “¿Qué tienen que decirnos de las gestiones en los nombramientos de la jueza Vivanco y otras acciones corruptas donde se vincula su candidato por Santiago Mario Desbordes?”.

¿Es acaso el piñerismo una banda criminal?”, apuntó la diputada.

Luego de esta intervención, nuevamente Labbé pidió suspender la sesión, a lo que Diego Ibáñez (FA) respondió: “Estamos viendo que no hay nadie de la derecha al frente y el diputado Labbé le está pidiendo a los diputados de derecha que salgan para que no den el quórum y esta sesión fracase”.

“Están boicoteando la sesión”, acusó Ibáñez.

Más adelante, intervino Maite Orsini (FA). “Esta red de corrupción, esta verdadera banda criminal, nace en el corazón de los dos gobierno del Presidente Sebastián Piñera”, dijo. Luego, haciendo alusión a la idea de que las Fuerzas Armadas colaboren en el resguardo del orden público, planteó que hipotéticamente “las Fuerzas Armadas intervengan uno de los epicentros de la delincuencia: la sede de la UDI”.

La intervención de Orsini motivó a Francisco Undurraga (Evópoli) a responder, señalando que “eso es de lo más grave que yo he escuchado en este hemiciclo”.

En el turno de su intervención, Ibáñez planteó que Hermosilla “no es un delincuente común, operó, prendió y apagó el celular desde el corazón de La Moneda”.

Una de las intervenciones más incendiarias fue la de Consuelo Veloso (indep.), quien señaló que “el exministro del Interior de Sebastián Piñera está vinculado con el caso Hermosilla que es una los casos más graves de corrupción (del Poder Judicial)... Estuvo metido también Sebastián Sichel... (En la UDI) robaron plata, no tengo ninguna duda”, remarcó Veloso.

Gran parte de la sesión fue conducida por el vicepresidente de la Cámara, Gaspar Rivas (indep.), en ausencia de la titular de la corporación, Karol Cariola (PC), que a esa hora tenía otro compromiso institucional. Sin embargo, en un momento en que Rivas abandonó la testera para pronunciar un discurso desde su pupitre, el debate se descontroló.

La diputada Daniella Cicardini (PS), quien durante su discurso previo señaló que “Chadwick era el brazo político articulador del señor Hermosilla”, pidió la palabra por segunda vez para hacer un reclamo contra Francisco Undurraga. “Nos vino a decir: tengan cuidado. Quiero dejarlo en acta, porque fue con un tono amenazador”, dijo Cicardini.

A partir de ello se generó un griterío en la sala y otro legislador socialista, Daniel Manouchehri, se puso de pie para emplazar a Undurraga.

Los gestos de Manouchehri fueron interpretados en la derecha como “un ofrecimiento de combos”, versión que los socialistas descartan. Independiente de ello, los diputados Jorge Guzmán (Evópoli) y Cristián Labbé (UDI) emplazaron, en defensa de Undurraga, al legislador PS con frases como: “¡ven para acá!”, que desde las bancadas del oficialismo también entendieron como una amenaza de golpes.

En esos instantes conducía el debate el diputado Cristián Tapia (ind. PPD) quien tuvo que llamar al orden a los involucrados para que la situación no escalara.

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